Los 10 personajes del 2020

1. Los sobrevivientes (HASTA ESTE MOMENTO… NOSOTROS)

Al umbral de un nuevo año, Enlace Judío quiere hacer un homenaje a lo valiente que somos. A las personas que responden “muy bien” cuando les preguntas cómo están. A las que se levantan con nuevas ideas irrealizables y nuevos juegos para los niños. A las mujeres que aún trazan con cuidado el delineador y buscan el tono correcto de lápiz de labios, antes de ir al supermercado con cubrebocas (la Biblia tiene una mención especial para ustedes). A los que se van de viaje ( en un avión o en la mente).

A los que se reinventaron y dicen que les ha ido bien. A los que salen a saborear un helado, antes de que el COVID-19 les quite el sentido del gusto.  A las que cocinan y reparten. A los arquitectos que ahora están vendiendo pan. A los médicos que lloran una hora como niños y luego se visten de astronautas y van a atender pacientes. A quienes se sienten completamente rebasados pero ejercitan al otro día como si fueran a correr un maratón. A los que llevan ánimo a miles de personas por las redes.

A los que destacaron a pesar de la pandemia: Michel Franco, José Gordon, Dina Buchbinder, Erik Hirschhorn, Andrés Roemer, Elena Achar,  Luis Wertman… entre otros.

Por ello, frente a una copa solitaria, brindamos por el ser humano; porque sobrevivirá a esta y a miles de pandemias más.

2. Los Dres José Halabe, David Kershenobich, Víctor Achar, Raquel Katz y los médicos y creadores de Jerum

Les llaman Jerum, son los médicos que atienden a los contagiados de la Comunidad. Desde los del board, como el Dr. José Halabe, presidente de la Academia de Medicina, o el Dr. David Kershenobich, director del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, todos han puesto su vocación y su experiencia al servicio de la Comunidad.

Y qué decir de quienes están en el frente de batalla, quienes llevan en los hombros la atención a los pacientes a lo largo de esta pandemia tan dura como inesperada. Arriesgando sus vidas y las de su familia. Dando tratamientos, ánimo y valor. Sin horario. Sin discriminación. Sin límite.

3. Nuestros Rabinos, Jazanim, psicólogos y quienes buscaron sanar el alma

Desde los Rabinos hasta los psicólogos, un ejército de personas se conformó para cuidar la salud mental de la Comunidad. Un aplauso a todos ellos por sus miles de horas frente a la computadora y seguir en contacto con sus socios.

Desde las sinagogas, hubo plegarias para pedir a Dios el fín de la pandemia.

La Línea 1118 y sus asociados fue un gran apoyo en casos de depresión y ansiedad.

Los Jazanim se adaptaron a la nueva realidad. Entre ellos, Ari Litvak destacó con su alegría y su entusiasmo.

Una mención especial para Mark Achar, subdirector de Enlace Judío, quien acompañó a diario a nuestros lectores con su libro de salmos, llevando la paz y la esperanza del judaísmo a través de Facebook.

4. Carol Perelman y el Dr. Francisco Moreno Sánchez, entre los divulgadores de la información sobre el coronavirus

El dúo Perelman-Moreno Sánchez fue básico para informar a nuestra audiencia acerca del virus desconocido que azotaba nuestro país y el mundo. A lo largo de numerosas y prolongadas conversaciones, la colaboradora de Enlace Judío pudo extraer del Dr. Moreno Sánchez, jefe de Medicina Interna del Centro Médico ABC, una visión informada y experta sobre un tema que a todos nos causó intriga e incertidumbre.

La pasión y la claridad con que Moreno Sánchez explicó, una y otra vez, lo poco que hasta el momento la comunidad científica sabe sobre el temible SARS-CoV-2, tanto desde la perspectiva teórica como desde la práctica, su práctica profesional como un soldado que sale cada día a combatir al enemigo invisible, lo hacen uno de los personajes más notables del año para nuestra comunidad de usuarios.

Perelman, por su parte, se anotó como voluntaria para servir de interlocutora con tantos expertos como pudo contactar. Importantes científicos desfilaron frente a las cámaras de Enlace Judío gracias a la tenacidad y el vigor con que esta mujer con formación científica buscó a las mejores fuentes para tratar de arrojar un poco de luz a la oscuridad reinante.

5. Los voluntarios y donadores

A los que mostraron solidaridad con nuestro México y su gente. A las que cocinaron y entregaron comida a comedores populares. A las organizaciones que reunieron fondos y repartieron insumos médicos en hospitales. A quienes redoblaron sus donativos para cubrir las necesidades de otros. Al niño que se puso a imprimir caretas en 3D para los hospitales. Al filántropo quien entregó fondos para hacer respiradores.

A la Comunidad Sefaradí, la Federación Sionista, la Federación Femenina, B’nai B’rith, WIZO, KKL, la Fundación Un Mundo sin quejas, la Cámara de Comercio México Israel y otras.

A la Embajada de Israel en México quien tuvo a bien asistir a México entregando insumos y, a la vez, organizando la primera carrera virtual de la historia.

Hay una lista enorme de personas, organizaciones e instituciones que se brindaron en cuerpo y alma (y muchos lo siguen haciendo) para ayudar, de una forma u otra, a contener, mitigar o hacer menos explosivos los efectos de la pandemia. Su labor, muchas veces anónima, ha significado una gran diferencia para quienes enfrentaron la enfermedad.

6. El Comité Central de la Comunidad Judía de México

Apenas iniciaba la pandemia, los dirigentes de la Comunidad tomaron las riendas para proteger y arropar a nuestra gente. Se tomaron decisiones difíciles, se impusieron reglas y hasta sanciones. Se formaron comités en varios rubros: salud, educación o economía. Se informó a la Comunidad de forma impecable. Nos sentimos informados, abrazados y sostenidos.

Es fácil que una organización como el Comité Central de la Comunidad Judía de México funcione cuando las cosas marchan bien. Pero es en momentos de pesadumbre y dolor cuando la verdadera estatura de una institución sale a relucir. Así lo hizo nuestro Comité. Tuvo que tomar decisiones difíciles y lo hizo sin temblor de mano. Tuvo que acudir al consejo de la ciencia para limitar actividades religiosas y no dudó en hacerlo. Fue transparente al anunciarle a la comunidad el terrible avance de la pandemia entre los nuestros. Y demostró que se trata de una institución comprometida con el bien común, confiable y profesional.

7. Nuestros empresarios 

Ellos mantuvieron contra viento y marea, sin apoyo y hasta con denostaciones, las fuentes de trabajo, aunque ello implicara pérdidas monetarias importantes; mientras contribuían, al alcance de sus posibilidades, el pago de salarios, de impuestos y al cumplimiento de las prestaciones sociales.

Brindaron estrategias y consejos, mientras que otros aprovecharon la coyuntura para innovar o para traer a México insumos necesarios para combatir la pandemia.

8. CADENA

Fieles a su misión de convertir el Tikún Olam en un concepto universal, los directivos y miembros voluntarios de esta organización de ayuda humanitaria pusieron en alto lo más preciado del judaísmo: el amor a los otros y la valorización de la vida como lo más sagrado que poseemos los seres humanos.

En medio de la catástrofe que la pandemia significó para el mundo, y corriendo riesgos inimaginables, el equipo liderado por Benjamín Laniado viajó a las zonas más afectadas de Honduras por los terribles huracanes Iota y Eta, para llevar agua potable, electricidad y ayuda logística y estratégica que permitiera a los pobladores de algunas regiones de Centroamérica recuperarse de un desastre absoluto.

Consiguieron que, una vez más, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) llegaran al auxilio de la gente, a miles de kilómetros de su país de residencia, llevando la bandera de Israel a lo más alto y demostrando que, como dijo Laniado, el Tikún Olam no tiene fronteras. Su amor por la humanidad y su valentía son un ejemplo para todos: una muestra de cómo, trabajando en equipo y con inteligencia, los seres humanos podemos ser una gran hermandad y resistir los más cruentos embates del destino.

A la vez, CADENA fue reconocido por su labor humanitaria por parte de el Centro Mexicano para la Filantropía A.C. (Cemefi) con el “Reconocimiento al Compromiso con los Demás 2020”.

9. El cubrebocas

No todos los personajes son personas. Las mascarillas de protección o cubrebocas se convirtieron en un personaje de nuestra vida privada, de nuestra vida pública y del discurso oficial. Su aceptación, uso y difusión tuvieron que pasar por diversas polémicas antes de que lograra establecerse como un artefacto indispensable para todos.

Al principio de la pandemia, la disponibilidad de este objeto se vio afectada por una demanda global sin precedentes. Sin embargo, en poco tiempo se logró su distribución masiva. El ingenio mexicano se volcó al diseño de curiosos estampados; la innovación tecnológica permitió crear mejores mascarillas; el accesorio se volvió indispensable para nuestra cotidianidad y hoy en día ya resulta curioso ver una película en la que la gente va por la calle sin usar un cubrebocas.

10. Zoom

En 2020 nos acostumbramos a chocar la copa de vino contra la pantalla de la computadora mientras, al otro lado de la ciudad o del mundo, nuestros amigos hacían lo propio: ¡salud!, nos dijimos decenas de veces. Ver a los nuestros, aunque fuera a través del monitor, nos arrancó lágrimas y sonrisas.

El llamado home office permitió a varias empresas seguir en funcionamiento. Y aunque muchos se han manifestado hartos de las juntas por Zoom, de la “robotización” de los participantes que la mala calidad del internet que hay en México provoca de vez en cuando (“¡Ya te congelaste, Juanito!”), esta poderosa herramienta tecnológica marcó la diferencia en 2020 como pocas lo habían hecho en la historia.

Para nuestra comunidad, el Zoom permitió realizar cenas de Pésaj, oraciones grupales y muchos eventos que normalmente hubieran tenido lugar en los templos o en las casas de nuestras familias. Zoom permitió que constatáramos lo que ya sabíamos pero que se nos podía haber olvidado fácilmente: que estamos juntos pase lo que pase, que somos un solo corazón que brilla en medio de la noche más oscura, como la luz alimentada por un aceite inagotable; que somos el pueblo del Libro, de los libros, de la palabra, y que hemos sido una y la misma cosa pese a todo, desde hace miles de años. En este 2021, sigamos juntos, brillando contra la noche, seguros de que el día llegará y que sabremos recibirlo con gratitud y esperanza.

Mención especial: nuestro equipo

La pandemia cerró las oficinas de Enlace Judío. Hubo que trabajar desde casa y más duro que nunca para que este medio siguiera a flote, fiel a su compromiso de informar a nuestra comunidad, dentro y fuera de México, con oportunidad y veracidad, sobre los acontecimientos más relevantes del mundo judío y de Israel, así como sobre los temas relacionados con la epidemia de COVID-19, cuyos efectos se han sentido en México con una fuerza brutal.

Por eso, los socios y directivos de Enlace Judío quieren reconocer públicamente el esfuerzo, cariño y dedicación de nuestro equipo, sin los cuales habría sido imposible seguir adelante. Estamos seguros que pronto habremos superado esta pesadilla colectiva. ¡Gracias por ser parte de la esperanza!

Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío

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