Dos posturas judías sobre el aborto desde Argentina

Enlace Judío México e Israel – Este miércoles el Senado de Argentina aprobó un proyecto de ley de interrupción legal del embarazo que permite a las mujeres acceder libre y legalmente al aborto hasta la semana 14 de gestación.

Ante este panorama dos destacados miembros de la comunidad judía en Argentina aportan sus puntos de vista sobre el aborto desde la perspectiva de las leyes judías.

Por una parte Hori Sherem, Líder espiritual del Centro Comunitario Tfilat Shalom y Director, Casa Joven Beit Tfilat, explica que la Mishná Oholot 7:16 señala que la vida gestante esta encima de la vida en potencia, mientras que en la Mishná Arajim 1:4 indica que si una mujer embarazada está a punto de ser ejecutada, no se debe esperar a que de a luz ya que no se considera que tenga dos vidas.

Además, de acuerdo a la explicación de Sherem, en el Talmud de Babilonia en el tratado de Guitin 23b, se indica que quien emancipa a una esclava embarazada no se emancipa al feto, porque este es considerado un musculo más de la mujer.

También Rashi en un comentario sobre el tratado de Sanhedrin 72b indicó que si el bebé no respiró no tiene alma y por ende no tiene vida, adicionalmente comentó que el Rabino Iakov Emdem en 1739 acotó que una mujer infiel puede hacerse un aborto para salvarla de los prejuicios sociales.

En ese mismo orden de ideas, el Rabino Mordejai Winkler, en 1913 señaló en su Levushei Mordejai Joshen Mishpat 39 que si la salud mental de una mujer se ve en riesgo, cualquier aborto está permitido.

De igual manera el gran Rabino de Israel, Ben Tzion Jai Uziel en 1950 señaló que cualquier razón para hacerse un aborto, por más mínima que sea, hay un precedente en la tradición judía y una autoridad para aceptarlo.

De acuerdo al artículo escrito por Isaac Sacca para Infobae, quién es líder religioso, Gran Rabino Sefardí de Buenos Aires, fundador y presidente de Menora, el judaísmo concibe a la vida como un don de la divinidad que debe ser apreciado y valorado sin importar su dimensión temporal. Esa gracia divina tiene un valor intrínseco e infinito. Es por ello que siendo un regalo sagrado no está en el dominio de los hombres decidir su suerte.

También destacó que “La igualdad ante la ley, valor que identifica a la revolución liberal francesa, y atributo del Estado de Derecho, tiene reconocimiento explícito en los textos sagrados. La Tora considera que tiene la misma significación, tanto la vida de un sabio como la de un hombre disminuido en sus facultades mentales o físicas”.

Sacca comentó que en la tradición judía, “la vida resulta un bien indisponible a los seres humanos. Es por ello que nuestro bagaje cultural no permite el suicidio ni avala el asesinato piadoso. Es considerado un delito el asesinar a alguien aunque estaba sufriendo y agonizando y a punto de morir. Según la Tora, la vida es un proceso que va adquiriendo con el tiempo mayor relevancia hasta considerarse una vida humana”.

“En suma síntesis, desde nuestra perspectiva religiosa, vivir es una responsabilidad frente a Dios, pero también con la sociedad, por cuanto todos estamos aquí como parte de un plan en el que el amor al prójimo se expresa en poner a disposición las fuerzas propias al servicio del otro”, agregó.

También indicó que el aborto puede ser considerado un delito, ya que la ley de Moisés considera que “es un delito que atenta contra uno de los más santos mandamientos de la humanidad que es la procreación y es parangonable a un homicidio. En esa inteligencia, la ley hebrea solo permite los tratamiento médicos que ponen en riesgo al paciente, cuando hay causas que lo justifiquen.  No obstante que la ley hebrea considere el aborto una grave transgresión, la acción de dar muerte al feto no es un homicidio. Ciertamente solamente cabe referir al homicidio cuando se da muerte a una persona que se desprendió del seno materno”.

Finalmente el Gran Rabino Sefardí de Buenos Aires, consideró que “al opinar o legislar sobre la práctica del aborto se debe tener en cuenta la gravedad del asunto, el desconocimiento de la gente, ser consciente que cualquier posición extrema en las decisiones, podría causar un delito grave incluso hasta un homicidio. Urge tener en cuenta seriamente que la vida es un don Divino y único, es lo más preciado del ser humano”, concluyó.

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