La lección que deja la pandemia, según el Dr. Francisco Moreno Sánchez, Premio Nacional de Salud 2020

Enlace Judío México e Israel – El ganador del Premio Nacional de Salud 2020, Dr Francisco Moreno Sánchez, conversó con nosotros sobre sus sentimientos a lo largo de la pandemia y tras obtener la distinción, que, en sus propias palabras, comparte con Enlace Judío y con Carol Perelman. 

En tiempos de profunda incertidumbre, la claridad es un valor fundamental. La gente está ansiosa de respuestas y estas no siempre llegan a tiempo, con precisión o con veracidad. Quizá por eso, la labor del doctor Francisco Moreno Sánchez, jefe de Medicina Interna del Centro Médico ABC, ha sido tan importante como para valerle el Premio Nacional de Salud, en la categoría de Persona.

Pues, a lo largo de muchos meses, el doctor Moreno Sánchez no solo ha atendido a un gran número de pacientes del temido covid-19, sino que se ha dado el tiempo (largas horas en múltiples sesiones) de comunicar, a través Enlace Judío, las respuestas a las inquietudes de nuestros usuarios, sobre tratamientos, formas de prevención, secuelas de la enfermedad, el avance de las investigaciones en todo el mundo, las vacunas…

“Ha sido un honor trabajar con Carol (Perelman), es un honor trabajar con Enlace Judío”, dice Moreno Sánchez en entrevista exclusiva. “Surgió esto de una charla, de un momento para otro, y se volvió algo que necesitábamos estar haciendo de forma repetitiva porque sentíamos que era de utilidad, y que aunque no tenemos todas las respuestas, algunas ayudan a tomar decisiones que creo que, al final, han ayudado a la gente.”

Visiblemente emocionado, el doctor Moreno Sánchez compartió con nosotros sus sentimientos tras recibir el premio.

“El sentimiento del premio es mixto porque es algo que nunca en mi vida esperé tener. Realmente, el tipo de medicina que yo ejerzo es ayudar al paciente que viene y nunca pensé en tener un impacto a nivel social como el que ha sido”, dice.

“Pero también es triste porque ocurre la tragedia más grande en salud que hemos vivido como país. Ver morir compañeros, amigos, pacientes, ante una enfermedad en la que ha habido muchos problemas en cuanto al manejo, en cuanto a la situación misma de nuestro país” ha supuesto un duro golpe emocional para el médico.

Sin embargo, admite que el premio “me da un estímulo para continuar en esto, que a veces es difícil: son muchos meses de estrés psicológico, emocional, físico… (Pero) me da un estímulo y además unas ganas de seguir contribuyendo para tratar de ayudar y que la gente comprenda, que lleguemos a esta fase donde queremos todos estar, vacunados, libres del virus y regresando a una vida más normal.”

El virus de la soledad

“Una de mis colegas (…) dijo una vez en una plática, que (el SARS-CoV-2) era el virus de la soledad”, dice el infectólogo. “Creo que es el mejor nombre para describir a esta enfermedad. Uno se siente solo a veces al estar viendo a estos pacientes, que están solos en su cuarto, con una familia aislada; a veces, aunque esté en la casa, el paciente está aislado.”

El aislamiento, dice, es la palabra con la que relacionamos al covid-19. El confinamiento, el distanciamiento social como medidas de prevención, y el aislamiento de la gente infectada han marcado la agenda pública como nunca antes. Esto se vuelve más complicado cuando hay que tratar a un paciente, “porque no hay el soporte familiar, sobre todo en un país donde, lo vivimos, culturalmente… a veces llega un paciente y están seis familiares ahí con él porque quieren estar ahí para apoyarlo… el no poder estar con el paciente ha sido muy difícil, más cuando, desafortunadamente, las cosas no van marchando bien.”

Luchar contra la enfermedad en soledad, tanto para el paciente como para el médico, “te desgasta. Puedes haber ayudado a muchos pacientes pero ese, el que se te va, te pega, te deja una huella ahí muy fuerte, y desafortunadamente, quisiera decir que han sido pocos y no ha sido así. Tenemos una mortalidad baja en el ABC pero aún así ha habido amigos, compañeros que se han ido y que han causado un dolor enorme.”

La voz de Moreno Sánchez lucha por no quebrarse mientras recuerda que, además del dolor de las pérdidas, el virus supone un alto estrés emocional para los médicos.

“El estrés de poderse infectar uno, de poder llevar la infección a la familia, también es una situación compleja, y ver al compañero que estaba contigo en la escuela, que está contigo en el trabajo, y que está intubado, pues es sentir que de alguna manera todos estamos cerca de una situación que nos pone en riesgo y es difícil vivir con esto todos los días. Más cuando han sido ya meses y meses.”

La información

Casi nada se sabía hace un año del nuevo coronavirus. Desde entonces, nos hemos habituado a leer raudales de información, a veces contradictoria, que se va produciendo, analizando y sistematizando un ritmo jamás visto en la historia de la medicina.

“Creo que la comunidad científica a nivel internacional ha hecho una investigación tremenda. Creo que lo que ha sido importante es tratar de encontrar qué parte de esa información científica que tenemos se puede aplicar al día a día de la gente común que está viviendo esto”, dice el médico. Agrega que, “desafortunadamente, es una enfermedad nueva, entonces, tuvimos que aprender.”

Pero Moreno Sánchez y el resto de los médicos que día a día combaten la pandemia no solo debieron aprender rápido: también tuvieron que aprender a comunicar. Preguntas como ‘¿por cuánto tiempo tengo que estar aislado?’, ‘¿qué prueba tengo que hacerme?’ ‘¿Cuál es la mejor?’ ‘¿Cuándo ya dejo de contagiar?…’ esperan respuestas y estas no siempre pueden ser categóricas. Por eso, nuestro entrevistado admite que el proceso de volverse, además de médico, un comunicador, ha implicado un gran reto.

Pese a combatir el virus de la soledad, Moreno Sánchez dice que no se siente solo. “Ustedes son el mejor ejemplo de que no estoy solo. Carol ha sido un ejemplo de que no estoy solo. Y ha sido complejo el poder traducir un lenguaje muy complicado —a veces también para los propios médicos, cuestiones biotecnológicas, cuestiones de biología molecular, a los que ya no estamos tan jóvenes nos nos tocó eso, hemos tenido que ir aprendiendo con el tiempo— traducir eso en beneficio del día a día, yo creo que ese es el reto más grande. Carol lo ha hecho muy bien. Lo entiende, lo comprende y lo lleva fácilmente a que se pueda expresar…”

Siempre crítico hacia las autoridades sanitarias del país, Moreno Sánchez tuvo que tomar decisiones que no pasaban por el tamiz de las recomendaciones globales emitidas por el gobierno. “Eso es otra situación”, dice, “pero creo que lo que hemos logrado a través de Enlace Judío es hacer consciente que nosotros podemos hacer algo sin que nos digan qué es lo que tenemos que hacer, y saber qué es lo que tenemos que hacer. Yo creo que aquí, al final del día, todos somos adultos y tenemos que actuar con responsabilidad, y creo que eso se ha logrado.”

Considera un motivo de frustración “no tener claridad todavía (…). Sentir que están las vacunas ya presentes (pero) no hay una claridad de cómo se van a vacunar (las personas), no sabemos cuál es el programa final. Sentir que todavía ahorita tenemos muchos infectados… Creo que todavía hay muchas preguntas que no tienen respuesta, y llevamos ya prácticamente un año un mes desde que se conoce el virus, y desde que llegó a México, el 27 de febrero, ya prácticamente vamos para el año, y no hay claridad de que esto vaya a disminuir todavía, y todavía vivimos el estrés del paciente que te habla, que está infectado, y estas situaciones que son día a día, muy estresantes para todos.”

Informar en tiempos de infodemia

Casi todos los días circulan noticias sobre nuevos descubrimientos en torno al virus. Sin embargo, no siempre estas noticias son veraces, no siempre se interpretan bien y casi nunca sirven para que la gente tome decisiones útiles.

Al respecto, Moreno Sánchez dice que para él “es importante tratar de encontrar dentro de toda la información, que actualmente es muchísima, cuál es la comunicación, cuál es la publicación, cuál es el artículo que realmente es veraz y que puede uno llevar a la práctica. Yo creo que eso es importante. Hay mucho conocimiento de inmunología, genética y todo, pero que para la gente resulta poco práctico.”

El reto, dice, es poder comunicarle a la gente esa información para que pueda usarla. Y así lo ha hecho, a lo largo de múltiples entrevistas y charlas con nuestras compañera Carol Perelman, para que los usuarios de Enlace Judío puedan encontrar un poco de claridad entre todo este cúmulo de información.

Es un reto especial para quien pertenece a un gremio acostumbrado a manejar información especializada y en un lenguaje complejo. “El médico, por cuestiones probablemente de formación, aprende a manejar un lenguaje que no es fácil, y en una enfermedad tan complicada como esta, el lenguaje se vuelve todavía más difícil. Entonces, creo que el gran reto ha sido ese, poder tener una traducción, digámoslo así, y además, poder llevar conocimientos a la práctica, a que te sirvan a ti, a que si vas a escucharme 30 minutos, saques dos, tres buenos tips de lo que yo dije, que te ayuden para que tú sepas qué hacer. Si eso se logra hemos logrado mucho.”

Todavía nos queda un largo camino que recorrer hasta que esta pesadilla colectiva se haya convertido en un recuerdo amargo para el mundo. Pero con las noticias de la aprobación de distintas vacunas, y del desarrollo de muchas otras que vienen en camino, hay espacio para la esperanza. Así habla de su propia esperanza Moreno Sánchez:

“Mi esperanza es que esto termine. Mi esperanza es que un día volvamos a ser los que éramos antes; que las pláticas sean más hacia lo bonito que es vivir y no sufrir lo que estamos viviendo. Cada paciente que sale adelante me dice ‘doctor, ¿qué puedo hacer por usted?’ Le digo: ‘disfruta la vida. Vive la vida. Si tú disfrutas la vida es que el esfuerzo que se hizo realmente tiene un significado’. Y creo que lo que debemos aprender después de esta pandemia es que hay que disfrutar la vida, hay que disfrutar este pedacito de tiempo que nos dan. No preocuparnos por cosas que no tienen realmente valor.”

Fiel a su compromiso de ofrecer mensajes claros e importantes a la gente, Moreno Sánchez se despide (solo por ahora) de nosotros con uno de ellos:

“Decirles a todos que se sigan cuidando, que si ya lo hemos hecho por tantos meses, nos falta el último estirón para lograr regresar a eso que todos queremos, que es volver a la normalidad.”

Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudíoMéxico

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