Yossi Khebzou/ “Handcuffed” y más música de protesta racial de Israel

Enlace Judío – “Quieren que me rinda, esposado. Diez mil ojos me siguen. Solo ven mi color, me empujan hacia los márgenes”, reclama el rapero Teddy Neguse en Handcuffed, una de las muchas canciones de hip-hop que suenan en la radio israelí. Desde las protestas por el asesinato del judío etíope Solomon Teka a manos de la policía en 2017, canciones como Handcuffed, que protestan la desigualdad racial en Israel, son cada vez más populares.

Neguse es un pionero de la música de protesta racial en Israel. Desde que lanzó el video de Handcuffed, su arte fue el centro de la conversación sobre la brutalidad policiaca. En dicho video, se puede apreciar cómo Neguse, vestido de soldado, encuentra a dos policías blancos, quienes lo tiran al piso y lo golpean. El episodio está basado en un incidente ocurrido en 2015 en el que acontecieron aquellos actos. Desde entonces, su música se ha convertido en una voz para la comunidad etíope. Es coreada en protestas, escuchada en los hogares y discutida en distintos medios de comunicación.

A partir del éxito de Handcuffed, músicos etíopes como Gili Yalou, Jeremy Cool Habash, Abate Berihun, Tamar Radah, Yael Mentesnot, Ester Rada y Ofek Adanek se han vuelto cada vez más conocidos. Aunque no todos sean raperos, en su música hablan de sus experiencias como etíopes israelíes. Esa plataforma les provee escuchas tanto dentro como fuera de sus comunidades. 

Jeremy Cool Habash, autor de la canción Israelíes nerviosos, dice que disfruta de hacer hip-hop porque provee “una nueva expresión de su identidad a jóvenes etíopes en Israel”. Mientras tanto, Yael Mentesnot comenta que hace música porque “quiere que el público entienda los problemas que la comunidad etíope enfrenta y como los han tratado de superar”.

Finalmente, Teddy Neguse se dice contento de los múltiples artistas etíopes que están ascendiendo a la popularidad, pero remarca que las protestas deberían de ser vistas como “un grito de ayuda a toda la comunidad”.

Siguiendo la gran tradición de música de resistencia de gente de ascendencia africana en comunidades negras en el mundo, en Israel está constituyéndose una revolución musical que ya ha favorecido la lucha contra el racismo en aquel país. Lo que representa para la juventud etíope, su utilización en las protestas de 2017 y la conversación alrededor de las canciones, han ayudado tanto al empoderamiento de la comunidad como a la concientización del público israelí con respecto al prevalente racismo. La asunción al éxito de las canciones de protesta contra la disparidad racial, muestran como la música puede ser utilizada como un vehículo contra la ignorancia y el odio.

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