Enlace Judío.- Un judío religioso hospitalizado con coronavirus en el Centro Médico Ha’emek en el norte de Israel dijo sus últimas oraciones con la ayuda de un enfermero musulmán a su lado.
Maheer Ibrahim, enfermero musulmán de un hospital en el norte de Israel, vio que la familia de su paciente estaba atrapada en una tormenta de nieve y dijo la oración “Shema Israel“ con él. “Era lo que había que hacer por él“.
El paciente había estado esperando que su familia llegara a su lado, pero debido a la tormenta de nieve, quedaron atrapados en los atascos.
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Maheer Ibrahim, el jefe de enfermería en la sala de coronavirus del Hospital Ha’emek, decidió tomar la iniciativa y leer la oración “Shemá Israel” junto con el paciente, ayudándolo en sus últimos momentos, publicó Arutz Sheva.
En una conversación con 103 FM Radio, Ibrahim señaló: “Puede sonar conmovedor, pero pensé que esto era lo que había que hacer por él”.
“Su familia estaba haciendo el largo viaje desde la zona de Netanya hasta Afula, y todo el tiempo oramos para que lo consiguieran y pudieran estar con él en sus momentos finales. Lamentablemente, la muerte llegó antes que ellos, porque estaban atrapados en los atascos”.
“En mi experiencia, en mi trabajo en el hospital, he sido testigo de muchas situaciones en las que están a punto de morir personas de todas las religiones. Y sé que para muchas personas esa última oración, al menos, es realmente importante para ellos”, dijo, y señaló que tomó dos cursos sobre judaísmo cuando estudiaba su maestría en la Universidad Ben Gurion.
“Me paré junto a su cabeza y dije Shemá Israel con él, y cuando llegó su hija, cuando ella llegó, ya era muy tarde y él ya había muerto. Cuando los médicos le dijeron que había muerto, sentí que ella sentía algo faltaba y tuve que decírselo. Entonces le dije: ‘Escucha, no sé si fue aceptado o no, porque yo soy musulmán y él es judío, pero quiero decirte que yo la dije, y tal vez te haga bien. Así que debes saber que estas son las últimas palabras que escuchó, si es que escuchó algo, no lo sé, y estas son las palabras que yo le dije”.
Añadió: “Su hija me llamó el día después de su muerte y dijo que mi acto era lo único que la consolaba”.
“Me reconfortó saber que le hizo bien a ella”, concluyó, señalando que había visto lágrimas en sus ojos después de contarle lo sucedido. “Tenemos que estar allí como personas, antes de estar allí como proveedores de atención médica”.
Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío
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