Nurit G. Vidal/ La instrumentalización de la libertad de expresión

Enlace Judío México e Israel – Las declaraciones deleznables de Isabel Medina Peralta​ el pasado sábado 13 de febrero responsabilizando al judío de todos los males de la humanidad han escandalizado profundamente la sociedad española.

Su coincidencia temporal con el encarcelamiento del rapero Pablo Hásel esta misma semana ha permitido a determinados sectores políticos y mediáticos de izquierdas y algunos grupos independentistas catalanes analizar los hechos destacando una pretendida anomalía jurídica en España. Enfrentando la condena en firme del rapero a la aparente impunidad de las declaraciones de Isabel Medina, no solo distorsionaban la realidad jurídica, si no que instrumentalizaban la libertad de expresión y la defensa del pueblo judío.

La condena a Pablo Hásel corresponde a la reincidencia de agresiones físicas, amenazas y delitos de enaltecimiento del terrorismo, por ensalzar a figuras de miembros de ETA y GRAPO y de calumnias e injurias contra la Corona y las instituciones del Estado. Su letrado por su parte ha pedido la absolución del rapero y ha enmarcado los comentarios en el derecho de la libertad de expresión y creación.

Las declaraciones de Isabel Medina ya están siendo investigadas por la fiscalía de Madrid, tal y como ha pedido el ejecutivo de Madrid y colectivos judíos.

Así son las cosas, puestos a comparar la impunidad de quienes alientan el odio contra el judío ante la condena por “unos simples versos de un rapero”. Sería interesante destacar episodios anteriores que no han recibido el más mínimo interés político ni mediático. Entre ellos, destaca el caso de la twitera y colaboradora del medio eldiario.es, Barbijaputa, quién el 24 de febrero de 2012 publicó twits profundamente antisemitas como “Hitler era un cabrón por cargarse judíos y un cutre por no acabar el trabajo”. “Siguiendo con lo de antes, ¿Qué sería más apropiado: eliminar todo Israel o sólo a los judíos? Ahora mira lo que pasa”.

No obstante, todavía resulta más sospechosa esta aparente crítica política y mediática de sectores de izquierdas y de algunos independentistas dados los antecedentes antisemitas del mismo rapero ahora blanqueado. El 11 de agosto de 2012 Pablo Hásel publicó en su twitter “Hitler no fue tan malo si lo comparamos con el Holocausto al que Israel somete a Palestina y los sionistas que gobiernan USA a la práctica”.

Resulta insultante la burda instrumentalización de estos medios y grupos políticos que, disfrazados de garantes de la libertad de expresión y defensores del pueblo judío, explotan estos sucesos en pro de su agenda política.

Pero parece ser que solamente les resulta destacable el antisemitismo cuando procede de un determinado entorno: el de la auténtica extrema derecha. Esta indignación ante el antisemitismo de la nazi Isabel Medina contrasta con su silencio ante los miserables twits de Barbijaputa y del mismo Pablo Hásel.

A estos sectores político mediáticos no les preocupa lo más mínimo nuestra integridad como judíos; exclusivamente denuncian aquellas declaraciones de quienes favorecen su relato. El delito de odio es independiente de quien lo comete; tanto da si las declaraciones antisemitas son de la nazi Isabel Medina Peralta, como si son de un rapero aupado por la izquierda, como de una twitera colaboradora de eldiario.es.

Como bien dice Rodica Radian-Gordon, Embajadora de Israel en España, “las proclamas antisemitas proferidas en el homenaje en Madrid a la División Azul son repugnantes y no pueden tener cabida en una sociedad democrática. La educación y aprender la verdad sobre la historia es la vía para evitar que el pasado se repita”.

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