Enlace Judío México e Israel – “Y los hijos de Israel se reprodujeron, se multiplicaron profusamente, crecieron, y se hicieron muy, muy poderosos, y la tierra se llenó de ellos”.
Éxodo 1: 7
Confieso que siempre he leído este versículo de la Tora de una manera diferente a la que lo leo este año. Hasta ahora había entendido este texto así: Los judíos en Egipto habían crecido hasta el punto de convertirse en una amenaza demográfica para los egipcios.
“Y la tierra se llenó de ellos”, significa que los egipcios notaban la presencia judía en todas partes.
El texto en sí no elogia a los judíos por sus impresionantes logros económicos, pero tampoco parece criticarlos. Solo menciona los hechos y explica por qué el Faraón decide poner fin al crecimiento de los judíos.
Permítanme presentarles ahora una lectura alternativa de este mismo texto, y una conclusión ligeramente diferente.
VIVIR FUERA DE LA COMUNIDAD
El texto comienza describiendo la explosión demográfica y los logros (= crecieron) de los judíos, y luego explica lo que hicieron los judíos una vez que tuvieron éxito.
Cuando llegaron a Egipto, los judíos vivieron voluntariamente aislados en la tierra de Goshen.
Eran una sociedad de extranjeros privilegiados. Pero ahora—probablemente 60, 70 años o dos o tres generaciones después, y habiendo nacido en tierra egipcia — ya no se sentían como extranjeros, sino como parte integral del pueblo egipcio.
¡Y el gueto les quedaba demasiado chico! Lo que aquí nos dice la Tora es que los judíos abandonaron su territorio, su comunidad, su barrio judío y empezaron a esparcirse por todo el país (“Y la tierra, Egipto, se llenó de ellos”), buscando más riqueza, más poder y más influencia.
Las barreras étnicas o sociales que brindan vivir en una comunidad, protegiéndola de la asimilación, eran ahora un obstáculo para su progreso y desarrollo económico.
Fue la primera vez, pero no la última, que la asimilación comenzó a tomar forma como resultado de la prosperidad y el éxito de los judíos que sentían que pertenecían a la sociedad gentil.
OLVIDANDO A DIOS
Si bien mi lectura (negativa) de este texto es un poco especulativa, hay razones para pensar que puede que no esté demasiado equivocada.
Aunque en contextos muy diferentes, la Tora advierte al pueblo judío varias veces sobre los “riesgos” de la abundancia material.
En el libro de Debarim (Capítulo 8: 11-14) cuando la Torá describe la riqueza que los judíos disfrutarán en la Tierra Prometida, dice: “Ten cuidado de no olvidar a HaShem tu Dios y abandonar Sus mandamientos… cuando hayas comido hasta hartarte y hayas construido hermosas casas para vivir, y tus vacas y rebaños se hayan multiplicado y tu plata y tu oro hayan aumentado, y cuando hayas prosperado en todo lo que posees … ten cuidado: no sea que tu corazón se vuelva arrogante y te olvides HaShem tu Dios, que te rescató de la tierra de Egipto…. ”. ¿Cómo comienza la asimilación? Primero, olvidándose de Dios.
OLVIDANDO A ISRAEL
Hay un elemento adicional que puede mostrar la posibilidad de esta lectura: el elocuente silencio de la Tora con respecto al regreso del pueblo de Israel a su tierra. Todos recordamos que los hijos de Jacob vinieron a vivir temporariamente (“lagur”) en Egipto.
Se suponía que debían quedarse allí hasta que la situación mejorara, y luego regresar a la tierra de Abraham Isaac y Jacob. En Egipto, Dios los bendijo con fertilidad.
Recordemos que superar la infertilidad fue probablemente el mayor drama del libro de Génesis.
Para Sará, Ribqá y Rajel no fue fácil traer hijos al mundo. Pero en Egipto, HaShem bendijo a la familia de Israel con grandes números, y esto habría permitido a los judíos regresar a Israel de manera definitiva y restablecerse en la tierra de sus antepasados como un pueblo consolidado.
Pero este versículo parece decir que los judíos, que disfrutaban de un nivel de vida muy alto en Egipto, no querían dejar este paraíso económico. Se sentían muy cómodos allí y querían consolidarse aún más en la nueva tierra.
Entendido de esta manera, este versículo parece expresar que el pueblo judío estaba en un callejón sin salida con respecto a su identidad, su espiritualidad y su voluntad de regresar a Israel.
Irónicamente, pero de una manera que no debería sorprendernos en 2021, parece que lo único que “salvó a los judíos de la total asimilación” fue el antisemitismo que comenzó a surgir en Egipto.
Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío.
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