Francisco Gil White/ ¿Acaso la Corte Penal Internacional es antisemita? Los argumentos que lo comprueban

Enlace Judío México e Israel- Corte Penal Internacional, ¿antisemita? La lógica de la decisión de la CPI sobre Israel merece ser evaluada con objetividad, y en su contexto histórico

La Corte Penal Internacional recientemente falló que tiene jurisdicción sobre los territorios disputados de Judea & Samaria (‘Cisjordania’) y Gaza, y que, por lo tanto, es competente para investigar y procesar acusaciones de crímenes de guerra hechas contra Israel. Para muchos, dicho fallo huele a antisemitismo, pues ha sido muy celebrado por la Autoridad Palestina y por Hamas, de quienes se afirma que son antisemitas (es decir, judeófobas, que odian profesionalmente a los judíos).[1]

Aquí preguntamos, primero: ¿Acaso sería justo decir que Hamas y la Autoridad Palestina son antisemitas? Segundo: Aun contestando en afirmativo, ¿podemos decir, porque celebran el fallo de la CPI, que la Corte también es antisemita? Y tercero: Si vemos nada más, con objetividad, los hechos y los argumentos, ¿qué nos dice el fallo?

¿Acaso Hamas es antisemita?

Hamas, ramal en Gaza de la Hermandad Musulmana, y oficialmente designada como grupo terrorista yihadista (islamista) por la mayoría de los países, escribe en su Carta Fundacional que su objetivo se logra “matando a los judíos.”

“ … el Movimiento de Resistencia Islámica [Hamas] aspira a la realización de la promesa de Alá, sin importar el tiempo que tome. El Profeta [Mahoma], Alá lo bendiga y le conceda salvación, ha dicho:

‘El Día del Juicio no vendrá hasta que los musulmanes hayan peleado con los judíos (matando a los judíos), cuando el judío se esconderá detrás de piedras y árboles. Las piedras y los árboles dirán, Oh Musulmanes, Oh Abdullah, hay un judío detrás de mí, ven y mátalo. Solo el árbol Gharkad, (un tipo de árbol) no lo haría porque es uno de los árboles de los judíos.’ (relatado por al-Bukhari y Moslem)”[2]

Ojo: Fueron los autores de la Carta Fundacional de Hamas (y no yo) quienes insertaron el paréntesis: “(matando a los judíos).” Querían aclarar que solo “matando a los judíos” se alcanza la meta a la cual “el Movimiento de Resistencia Islámica aspira.”

Aspira.

Es decir, esto es un significado de vida. Una misión. Como con los nazis. Pero va más allá de un programa nacional o político, pues “matando a los judíos” se alcanza la “promesa de Alá,” es decir, “el Día del Juicio.” En la cosmología maniquea de Hamas, por tanto, la Redención Escatológica (‘llegar al Cielo’) requiere, de forma mecánica, la destrucción del Enemigo Fundamental: los judíos.

Sí, Hamas es antisemita.

¿Pero acaso la Autoridad Palestina también es antisemita?

La Autoridad Palestina (AP), que gobierna a los árabes palestinos en los territorios disputados, está dominada por OLP/Fatah. La pregunta, entonces, realmente es ésta: ¿Acaso OLP/Fatah es antisemita?

Aquí debemos extendernos más, pues se ha promovido una imagen favorable de OLP/Fatah suprimiendo de medios y universidades la historia de esta organización y de su fundador, Hajj Amín al Husseini.

Dicha historia comienza en el Mandato Británico de Palestina, creado por los ganadores de la Primera Guerra Mundial al desgajar un territorio de lo que había sido el Imperio Otomano. Antes de esto no había ‘palestinos,’ porque los gobernantes otomanos no habían llamado a eso ‘Palestina,’ ni tampoco sus habitantes árabes y judíos.[3] Leyó usted bien: los habitantes locales contaban una población importante de judíos (en Jerusalén eran mayoría).[4]

Los poderes occidentales tomaron aquel nombre, ‘Palestina,’ de los antiguos romanos, quienes lo habían inventado para renombrar Judea (patria de judíos) e intentar así borrar—a la postre de un genocidio antijudío—cualquier conexión del pueblo vencido con su tierra.[5] Ironía histórica: a principios del siglo 20, los árabes pensaban que ‘Palestina’ era un invento de los judíos sionistas, los únicos que, en aquel entonces, se etiquetaban de ‘palestinos.’[6]

¿Por qué hacían eso los sionistas? Porque la Liga de las Naciones, en la Conferencia de San Remo (abril 1920) había entregado el Mandato de Palestina al Imperio Británico, a condición de que apoyara ahí la creación de una ‘Patria Nacional Judía.’

Bueno, los británicos acordaron eso con una mano, pero con la otra, como han documentado varios historiadores, hicieron rápido tres cosas.

Primero, en el mismo mes de abril de 1920, apoyaron los disturbios terroristas árabes de Al-Nebi Musa contra civiles judíos en Jerusalén.[7]

Segundo, elevaron a Hajj Amín al Husseini, árabe de la más alta cuna y principal instigador de aquel terrorismo, al puesto de Gran Muftí de Jerusalén.[8]

Y tercero, fortalecieron dicho puesto al máximo con un subsidio generoso de la Corona, más el poder de grabar impuestos a todos los musulmanes en el territorio del Mandato, y autoridad total sobre las mezquitas y las escuelas islámicas.[9]

Desde esta posición exaltada, Husseini creó lo que ahora llamamos el movimiento árabe palestino.

Siguieron más ataques terroristas contra civiles judíos: en 1921, en 1929, y el más extendido de 1936 a 1939—bautizado de ‘Revuelta Árabe’—que importó participación de otros países árabes.[10] (En estas fechas, Husseini mataba más árabes que judíos, ojo, pues muchos árabes no querían participar en su violencia antisemita y había que forzarlos.[11])

Luego Husseini se fue a Irak, donde organizó un ataque terrorista gigante contra los judíos de Bagdad: el Farhud.[12] Podía hacer eso porque era muy influyente en Irak—de hecho, en todo el mundo árabe musulmán—. Era muy famoso. Se pensaba que podría recrear el califato.

Los nazis también lo pensaban. Cuando llegó Husseini a Berlín en el otoño de 1941, como se aprecia en el rodaje que dejaron los nazis, fue recibido como jefe de Estado[13]—y como un viejo aliado, pues ya habían estado colaborando: las matanzas de la ‘Revuelta Árabe’ se habían hecho con armas enviadas por Adolfo Hitler—.[14] Ahora, sentados finalmente cara a cara, los dos grandes antisemitas pactaron exterminar a los judíos de Oriente Medio tan pronto hubiere Hitler conquistado aquello.[15]

No se pudo: los Nazis fueron detenidos en Egipto. Pero Husseini fue convertido en un alto nazi con su propia burocracia (Buro des Grossmufti) y reclutado para unirse al liderazgo de la Solución Final: el esfuerzo nazi de asesinar a sangre fría hasta el último judío europeo: hombres, mujeres, chiquillos, abuelos, bebes, fetos.[16]

Husseini aceptó gozoso y en seguida organizó propaganda nazi dirigida a los árabes musulmanes. Lo escuchaban por la radio:

“Árabes, levántense como un solo hombre y peleen por sus derechos sagrados. Maten a los judíos donde sea que los encuentran. Esto complace a Dios, a la historia, y a la religión. Esto salva su honor. Dios está con ustedes.”[17]

Husseini también organizó y entrenó para Heinrich Himmler divisiones enteras de la SS, compuestas de musulmanes bosnios y albaneses, que masacraron a muchísimos serbios, judíos, y gitanos inocentes en el capítulo yugoslavo de Shoá (‘el Holocausto’).[18]

Y si hiciere falta más: según testimonios recopilados en el Tribunal de Nuremberg, Husseini ayudó a crear y administrar el sistema de campos de muerte de los nazis alemanes.[19]

En el parlamento británico pedían que fuera enjuiciado por crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra, pero escapó al terminar la guerra y se refugió en El Cairo. Él y sus aliados, echando mano de entrenadores nazis ahí crearon Al Fatah, organización terrorista dedicada a completar el sueño que Husseini compartía con Hitler: el exterminio de todos los judíos restantes en lo que ahora es el Estado de Israel.[20]

Algunos años después, Al Fatah se tragó a la OLP (Organización para la Liberación de Palestina), preservando su nombre y redactándole una nueva Constitución en 1968.

El Artículo 9 reza: “la lucha armada es la única manera de liberar Palestina” (énfasis mío).[21] O sea que para OLP/Fatah, como para Hamas, el objetivo se consigue “matando a los judíos”—ésa es la misión—. (No sorprende entonces que Hamas, en su propia Carta Fundacional, exprese con ternura que OLP/Fatah es su “padre … hermano, … pariente cercano y … amigo.”[22])

El mismo año de 1968, restándole pocos años de vida, Husseini, en su casa de Beirut, entregó la batuta del movimiento palestino a su favorito: Yasser Arafat, líder de OLP/Fatah.[23]

Muchos académicos y medios han querido representar a OLP/Fatah como secular e izquierdista. Pero el padrino, Husseini, fue yihadista de extrema derecha. Y durante los años 1970, OLP/Fatah armó y entrenó a los guerrilleros del islamofascista—yihadista de extrema derecha—más importante y exitoso del mundo, Ayatolá Ruhollah Jomeini.[24]

Cuando ganaron la Revolución Iraní de 1979, estos guerrilleros convirtieron a Jomeini en Líder Supremo (título oficial) de Irán y vitorearon a Yasser Arafat—ahí en Teherán para crear los servicios de seguridad y la Guardia Revolucionaria Iraní—como Mesías. Juntos, Jomeini y Arafat anunciaron “¡Muerte a Israel!” (como se hace desde entonces en Irán, de manera oficial y anualmente, con agrupaciones masivas).[25]

¿Pero cuál sería el plan?, preguntaban los periodistas árabes, muy conscientes de las derrotas sufridas en el campo de batalla. Será el Plan de Fases, respondió su creador, Mahmoud Abbas, conocido entre sus aliados como ‘Abu Mazen,’ cofundador de Fatah y escogido, como Arafat, por Hajj Amín al Husseini.[26]

¿El Plan de Fases? Sí. Primero, promete paz. Segundo, consigue que te dejen gobernar algún pedazo de Israel. Tercero, con la ayuda de Irán, usa dicho territorio para preparar la destrucción genocida del Estado judío.[27]

Este plan requería de un poderoso padrino: EEUU. A finales de los años 1980, EEUU comenzó a presionar para que Israel negociara la entrada de OLP/Fatah a gobernar a la población árabe en Judea, Samaria, y Gaza—a cambio, claro está, de una promesa de ‘paz’ (formalizada en los Acuerdos de Oslo de 1993-94)—. Los terroristas entraron. Pero la promesa de paz—como anticipa el Plan de Fases—no se cumplió. De hecho, el terrorismo antiisraelí se quintuplicó.[28]

Al morir Arafat en 2004, Mahmoud Abbas (Abu Mazen), arquitecto del ‘Proceso de Paz,’ tomó el liderazgo del grupo con el apoyo de los terroristas más temibles de Fatah, fuertemente vinculados, éstos, con Irán.[29]

En 2013, para celebrar el ‘Día Fatah’ que conmemora el primer ataque terrorista de Fatah contra inocentes israelíes, Mahmoud Abbas exhortó a sus seguidores árabes palestinos a “recordar a los pioneros,” nombrando primero al exterminador nazi de judíos, “el Gran Muftí de Palestina, Hajj Muhammad Amín al Husseini.”[30]

Los grandes medios occidentales: calladitos.

Tampoco hicieron ruido cuando, en 2015, IRNA, agencia oficial de noticias iraníes, anunció que OLP/Fatah e Irán habían renovado y reforzado su vínculo y relación históricos con un acuerdo de “cooperación total.”[31]

Sí, OLP/Fatah es una organización antisemita.

¿Pero cómo afecta esto la interpretación del fallo reciente de la CPI?

Cierto, fue OLP/Fatah—vestida de Autoridad Palestina—quien solicitara formalmente el fallo de la CPI sobre su jurisdicción en los territorios disputados. Y cierto, OLP/Fatah y Hamas han celebrado dicho fallo. ¿Pero acaso basta con observar esto para afirmar que la Corte sea también antisemita?

No—esto no es suficiente—. El fallo reciente de la CPI pudiera, en principio, estar completamente desconectado del antisemitismo aunque el resultado agrade a los antisemitas que lideran el movimiento palestino.

Lo que dicho agrado sí permite es una inferencia sobre las mentes de los líderes palestinos; a saber, que ellos ven a los jueces de la CPI como compadres antisemitas. Me explico.

Primero, dos observaciones:

1. para el yihadista no hay otra cosa que el islam y su Victoria Final sobre los judíos, meta que todo ‘buen’ musulmán—según ellos—deberá compartir; y

2. “Fatou Bensouda,” fiscal en jefe de la CPI, “creció en Banjul (Bathurst) Gambia en una familia musulmana polígama de más de doce niños.”[32]

Luego entonces, en la percepción del yihadista, Fatou Bensouda semeja un aliado natural.

Con esta hipótesis, tiene sentido que OLP/Fatah esperara hasta poco después de que Bensouda ascendiera a fiscal en jefe (2012) para solicitar ser admitidos a la CPI (2015).

Privados de esta hipótesis, que OLP/Fatah haya querido siquiera ingresar es inexplicable. Pues la CPI por oficio debe investigar presuntos crímenes que el sistema judicial de un miembro se vea incapaz o renuente a procesar—como por ejemplo el ‘sistema judicial’ de la Autoridad Palestina (AP), que se opone a cargar contra los terroristas palestinos, algunos de ellos asalariados por la propia AP—.

Los líderes palestinos no querrían estar bajo jurisdicción de la CPI a menos de sentirse bien seguros de estar a salvo. Y así se sienten. Luego de ser ingresados a la Corte en 2015 se veían muy contentos y confiados: “dada ‘toda la atención hacia Palestina’ en la CPI,’ dijeron,” seguro vendrían “investigaciones de funcionarios israelíes por parte de la CPI.”[33] Israelíes.

Difícilmente perderán ahora esta confianza los líderes palestinos, pues el reemplazo de Fatou Bensouda como fiscal en jefe, en junio 2021, será Karim A.A. Khan, quien “tomó una segunda esposa en los últimos años,” y quien, por su primera esposa, es el “yerno del cuarto califa de la Comunidad Musulmana Ahmadía.”[34]

No obstante lo anterior, conjeturas sobre las percepciones del liderazgo palestino no sirven—por sí solas—para inferir un sesgo antisemita en la CPI. Pues es posible, en principio, que los líderes palestinos vean compadres antisemitas en la Corte aunque ahí no existan.

Hemos, pues, de ser justos con los jueces de la CPI. Su comportamiento debe evaluarse según sus propios méritos.

La decisión de 2015 de incluir a la Autoridad Palestina en la CPI

Lo primero a considerar es la inclusión de la Autoridad Palestina como ‘Estado Parte’ del Estatuto de Roma, el tratado que funda y gobierna a la CPI.

Desde el punto de vista legal, fue una decisión interesante. Primero, porque la Autoridad Palestina ni siquiera controla las fronteras del territorio más amplio donde gobierna de forma autónoma un puñado de municipios. Segundo, porque muchos Estados miembro de las Naciones Unidas no reconocen a la Autoridad Palestina como Estado. Y tercero, porque Israel no reconoce así a la Autoridad Palestina.

Como explica un experto en derecho internacional:

“Reconocer a un nuevo Estado significa en esencia que se reconoce legalmente la transferencia de soberanía de un territorio de una autoridad a otra. Un cuerpo internacional, incluida la ONU, no puede simplemente retirar un territorio sin el permiso del Estado ‘anfitrión.’ Hacerlo supondría una violación de una de las reglas definitorias del sistema de Estados.”[35]

Y como expresa el juez Péter Kovács de la propia CPI—quien disintió del reciente fallo de la Corte—

“es bien sabido que Israel se ha opuesto a la inclusión de Palestina como Estado Miembro de algunas organizaciones, enfatizando que ‘Palestina no es un Estado.’ ”[36]

Toda vez que el gobierno de Israel no haya formalmente reconocido un nuevo Estado en Judea, Samaria, y Gaza, dicho Estado no existe legalmente. ¿Por qué? Porque Israel es el Estado ‘anfitrión’ y la transferencia de soberanía es una facultad que solo a ella compete, pues, con legitimidad, solo Israel puede reclamar soberanía sobre Judea, Samaria, y Gaza.

Justificaré ahora mi último aserto.

El reclamo legítimo de soberanía israelí sobre los territorios disputados

Después de la Segunda Guerra Mundial, en 1946, Azzam Pasha, secretario general de la Liga Árabe y seguidor del monstruo genocida Hajj Amín al Husseini, recreó para este último su Alto Comité Árabe como representante putativo de los árabes palestinos.[37]

Funcionando como tal representante, cuando la ONU votó partir lo que quedaba del Mandato Británico de Palestina (1947) y crear ahí un Estado judío irrisorio y un segundo Estado palestino (el primero fue Jordania), Husseini expresó su rechazo, coreado por el resto de la dirigencia árabe. La razón: para ellos, cualquier Estado judío—por pequeño que fuera—resultaba intolerable.

Azzam Pasha—sin vergüenza alguna por el hecho de que Shoá (el ‘Holocausto’) había concluido apenas—anunció que, contra el nuevo Estado de Israel, los Estados árabes lanzarían

“una guerra de exterminio y una masacre gigantesca que será recordada como las masacres tártaras [mongolas] y las guerras cruzadas.”[38]

(Las guerras de agresión genocida, nótese, corresponden al tipo de crimen que la CPI fue creada para procesar.)

Habrá sentido Husseini, sin duda, que un genocidio antijudío en Oriente Medio, el sueño que compartía con Hitler, estaba ya a la mano. Pero los Estados árabes perdieron la Guerra de 1948 e Israel fue establecida. Hecho lo cual, la Liga Árabe organizó la expulsión de todos los judíos (¡menos sus bienes!) que vivían en los Estados árabes—una población gigantesca—.[39] La pequeña Israel corrió como pudo a absorber a la mitad. El resto migró a otros lados.

(El despojo y expulsión forzados de una minoría, nótese, corresponden al tipo de crimen que la CPI fue creada para procesar.)

Tras la Guerra de 1948, Egipto quedó estacionado sobre Gaza, y Jordania sobre Judea y Samaria. A partir de aquí, empezaron a llamar a Judea y Samaria, en inglés, ‘la Ribera Oeste’ (del Jordán) o, en castellano, ‘Cisjordania’ (pegado a Jordania). Estos tres territorios habían sido incluidos en la propuesta para un Estado árabe palestino que la ONU ofreció en el Plan de Partición de 1947. Pero como Husseini, representando a los árabes palestinos, y prefiriendo completar el trabajo genocida interrumpido de Hitler, había rechazado aquel Estado, el estatus legal de estos territorios quedó en limbo.

Lo que estaba clarísimo era que ni Jordania ni Egipto podían reclamar soberanía, pues no puede reclamarse legalmente un territorio ocupado tras lanzar una guerra de agresión genocida. (Si esto se vale, se colapsa de tajo todo el derecho internacional.)

Jordania y Egipto utilizaron estos territorios como plataforma militar, en 1967, cuando participaron en una nueva guerra de agresión contra Israel. Gamal Abdel Nasser, presidente de Egipto y sucesor de Azzam Pasha como líder de la Liga Árabe, anunció así, con palabras que recuerdan las de Azzam, las metas de la nueva guerra:

“No entraremos a Palestina [es decir, Israel] con su suelo cubierto de arena. Entraremos con su suelo saturado de sangre.”[40]

Pero los Estados árabes perdieron de nuevo. Al concluir, Israel controlaba—entre otros territorios tomados de los agresores—Judea, Samaria, y Gaza. Siendo que estos territorios yacían en limbo legal, y que Israel los tomó defendiéndose de agresores genocidas, solo Israel puede reclamar con legitimidad la soberanía. Especialmente si observamos:

1. que estos territorios (Judea, Samaria, y Gaza) habían sido incluidos en el acuerdo original para creación de una patria judía, es decir, en el Mandato de Palestina de la Liga de las Naciones (Conferencia de San Remo de 1920),

2. que estos territorios (Judea, Samaria, y Gaza) habían sido nuevamente incluidos en el territorio destinado a una patria judía cuando Winston Churchill (entonces Secretario Colonial) había, con total arbitrariedad, separado Transjordania (ahora Jordania) del Mandato, restringiendo el asentamiento judío al “[territorio de] Palestina que yaciera al oeste del Jordán”[41]; y

3. que la OLP—representante reconocido de los árabes palestinos—había explicitado, en su constitución original de 1964, que estos territorios (Judea, Samaria, y Gaza) no forman parte de ‘Palestina’[42];

De lo cual sigue que un ‘Estado de Palestina’ no puede existir legalmente sobre estos territorios hasta que Israel, el Estado ‘anfitrión,’ no lo haya reconocido.

La CPI omite esta realidad legal cuando define al ‘Estado de Palestina’ comprendiendo los territorios de ‘Cisjordania’ (Judea & Samaria) y Gaza. Omite considerar, también, que a Gaza ni siquiera la gobierna la Autoridad Palestina.

Parece ser, entonces, que la CPI, en 2015, fue a pisar una rama legal muy delgada (o, seamos francos, el propio vacío) para aceptar a la Autoridad Palestina—es decir, a OLP/Fatah—como Estado Parte de la CPI.

La decisión de la CPI de considerar la cuestión de su posible jurisdicción sobre Judea & Samaria (‘Cisjordania’) y Gaza.

Ésta también fue una jugada legal interesante. La ‘jurisdicción’ puede ser de dos formas:

“La ‘jurisdicción’ … es la autoridad práctica que se otorga a un cuerpo legal para administrar justicia, definida por el tipo de caso, y por la locación del suceso[43] (énfasis mío)

La Corte deberá considerar con cuidado una acusación que en calidad de ‘crimen de guerra,’ por ejemplo, resulte controvertida (“tipo de caso”). Pero la jurisdicción territorial (“locación del suceso”) no es susceptible de controversia. Según el Estatuto de Roma, el documento fundacional y rector de la CPI:

“La Corte puede ejercer sus funciones y poderes, según lo que se indica en este Estatuto, sobre el territorio de cualquier Estado Parte.” [Artículo 4(2)][44]

La Corte es un club. Solo aquellos países que firman el Estatuto de Roma—los ‘Estados Parte’—otorgan jurisdicción territorial a la Corte.

O sea que esto no da para debates legales filosóficos ni revisiones tácticas de precedente; se consulta la lista de Estados Parte y ya. Si la inclusión de la Autoridad Palestina como Estado Parte—bajo el nombre ‘Estado de Palestina’—fue legalmente propia, la Corte tiene jurisdicción territorial sobre los municipios que gobierna la AP; si dicha inclusión no fue legalmente propia, entonces no hay jurisdicción. Punto.

Cuando Fatou Bensouda, fiscal en jefe, pidió análisis y fallo formal, adelantó su opinión de que su corte tenía jurisdicción sobre los territorios que llama “ ‘ocupados por Israel’ ” (¿a quién se los ocuparon?). Pero, dijo, al mismo tiempo estaba “ ‘consciente … de que, bajo el derecho internacional, la cuestión de si Palestina es un Estado no parece haber sido definitivamente resuelta.’ ”[45] ¿Ah no? Pues entonces actuó indebidamente cuando integró a la Autoridad Palestina, en 2015, como ‘Estado Parte’ de la CPI. Es una confesión implícita.

¿Sería que la petición de clarificación sobre jurisdicción territorial no fue sino una maniobra mediática, ahí para untar un suave ‘debido proceso’ a lo que fue legal y moralmente impropio?

El fallo de la CPI

La clarificación—la respuesta de la Cámara creada para atender la petición de Bensouda—no es otra que lo contenido en el reciente fallo.

Dicho fallo afirma que la Corte sí tiene jurisdicción sobre los territorios disputados, porque la Cámara (¿quién lo hubiera adivinado?) concurrió con Bensouda y declaró que la Autoridad Palestina sí gobierna a un Estado, y que ese Estado corresponde, precisamente, a los territorios disputados. De ahí concluye la Corte que está facultada para investigar y procesar acusaciones de crímenes de guerra contra Israel.

Es nuevamente interesante la maniobra.

Pues la Corte fue creada para investigar solo que los sistemas judiciales de los Estados Parte se vean renuentes o incapaces de hacer lo propio. Pero Israel:

1. no ha firmado el Estatuto de Roma, o sea que no es un Estado Parte de la CPI; y

2. tiene un sistema judicial bien desarrollado que no se arruga cuando toca investigar acusaciones contra instituciones o personas israelíes.

Luego entonces, aun suponiendo que tolerásemos una realidad estrambótica donde la Autoridad Palestina puede ser un Estado Parte de la CPI (cosa que, claro está, no tenemos obligación alguna—sea ésta lógica, legal, o moral—de hacer), de todas maneras sigue que el reciente fallo de la Corte, por estatuto, aplica solamente para acusaciones de crímenes—contra árabes y judíos—que los sistemas judiciales en quiebra de la AP y Hamas no hayan querido procesar en los municipios que gobiernan. Y ésas son acusaciones contra los grupos terroristas palestinos, que asesinan tanto árabes como judíos, y que operan, algunos, con presupuesto de la misma AP.

Ojo: Pero inclusive para investigar eso, la Corte precisaría del permiso de Israel, el Estado soberano. Y reitero: dicho permiso (que no tiene) facultaría a la Corte para investigar a los grupos terroristas palestinos, y nada más.

Siendo así, el reclamo que hace la Corte de estar facultada para investigar acusaciones contra Israel es—en sus propios términos—pura y enteramente ilógico.

El ‘Minority Report’

El fallo de la CPI fue emitido por una Cámara de tan solo tres jueces. No fue unánime. El juez disconforme, el húngaro Péter Kovács (quien de hecho presidió la Cámara), escribió una refutación meticulosa de sus dos colegas, sumando 163 páginas.[46]

El lenguaje legal tiende a ser seco; Kovács es la excepción.

El juez castiga a sus dos colegas por sus “acrobacias con las estipulaciones del Estatuto [de Roma] [que] no pueden ocultar la realidad legal” (13) y por “el rechazo deliberado de la Mayoría a considerar las reglas relevantes de derecho internacional” (279). A estos cargos y otros semejantes—fecundamente espolvoreados en tonos variopintos por todo el documento—los acompañan ironías y sarcasmos abundantes.

Por ejemplo:

“Si bien reconozco el profesionalismo de la fiscal en jefe y el valor de su análisis, me da la impresión de que, basando sus argumentos en suposiciones, busca esquivar que se conteste la pregunta que toca: ¿acaso Cisjordania [Judea & Samaria], Jerusalén oriental, y Gaza pueden ser consideradas hic et nunc (en 2020-2021) ‘el territorio del Estado’ de acuerdo a nociones bien establecidas de derecho internacional?” (26)

Si la fiscal en jefe busca esquivar la pregunta central que, por lógica, su propia petición compele, ¿no actúa de mala fe?

¿Y por qué no quiere Bensouda dicha pregunta sobre la mesa? Quizás porque desemboca en esta otra, la más incómoda: ¿Es aquello un Estado?

“Cabe hacer notar que en la Petición, la fiscal considera que una valoración de esta Cámara sobre la pregunta, ¿Acaso Palestina es un Estado?, sería innecesaria … y parece indicar su preferencia de que esta Cámara no emprenda dicha valoración.” (32)

Rechazando por completo los deseos de la fiscal en jefe, el juez disconforme plantea—y contesta—la pregunta que ella ha querido esquivar: ¿Acaso la Autoridad Palestina gobierna un Estado?

Su detalle forense, apoyado de un torrente de erudición, rebosa de citas a los precedentes y regulaciones de la ONU y a las declaraciones explícitas de varios secretarios generales, sumado a una consideración meticulosa de todo el derecho internacional aplicable. Concluye así: cuando la AP fue incluida en la CPI, “el estatus de Palestina como Estado para nada había sido resuelto (y sigue sin resolverse) en el seno de las Naciones Unidas” (14-15).

Nos exige la pregunta: ¿Cómo defendió la Mayoría su punto de vista contrario?

“La Petición y la Respuesta,” escribe Kovács, “siguen un circulus vitiosus de razonamiento” que precisa de “una serie de supuestos complejos articulados” (17-18). Estos supuestos, no obstante su total carencia de sustento en el derecho internacional, participan “como supuestos irrefutables” en el argumento de la Mayoría (23). Es decir que si Palestina no puede ser declarada ‘Estado’ con argumentos legales, simplemente se supondrá.

En este proceder, señala Kovács, la Mayoría ha rebasado a los más altos funcionarios de la Autoridad Palestina—Mohammed Shtayyeh y Mahmoud Abbas—en cuyas declaraciones públicas ‘el Estado de Palestina’ es algo todavía por realizarse (254).

Entonces, lo que pone la Mayoría de argumento, si podemos llamarlo así, se reduce a esto: Siendo que la Corte, en 2015, tuvo a bien aceptar a la Autoridad Palestina como Estado Parte de la CPI, se ve ahora obligada a continuar sosteniendo la ficción de que se trata, en efecto, de un Estado. ‘Ergo,’ la Autoridad Palestina es ‘el Estado de Palestina.’

Exclama Kovács:

“en vez de utilizar argumentos legales, la Mayoría usa su propia percepción para probar su punto. Dicho de otra manera, el razonamiento de la Mayoría es defectuoso dada su lógica circular en la cual las inferencias debidas no suceden. El Punto A demuestra el Punto A.”

Para rematar, los dos colegas de Kovács interpretan la palabra ‘Estado’—en el artículo del Estatuto que trata jurisdicción—con harta flexibilidad. ¿Y por qué? Porque bajo la interpretación tradicional de ‘Estado’ se verían forzados a considerar la cuestión de si la Autoridad Palestina es o no un Estado según el derecho internacional—cosa que no quieren hacer—. Además, dicha interpretación tradicional de ‘Estado,’ en palabras de la propia Mayoría, “ ‘tendría el efecto de hacer inoperantes para Palestina la mayor parte de las estipulaciones del Estatuto’ ” (68; énfasis de Kovács).

El juez disconforme les responde: ¿Y eso qué?

“¿Acaso la jurisprudencia bien establecida … del Estatuto [sobre la cuestión de la jurisdicción] debe considerarse errónea tan solo porque no encaja bien con un solo caso particular (uno ciertamente muy complicado)? No obstante mi respeto profundo para la posición de la Mayoría, debo enfatizar que su razonamiento contraviene tanto la ley de la Convención de Viena como la jurisprudencia de la Corte [de la propia CPI].” (70)

Atrás quedaron las ironías; el “respeto profundo” es sarcasmo violento. Pues Kovács no puede sentir respeto—y menos profundo—por una maniobra que tira a la basura, en el artículo clave sobre jurisdicción, la Convención de Viena y además la jurisprudencia ¡de la propia Corte Penal Internacional! Y todo nada más para dignificar a ‘Palestina’ como ‘Estado.’

Imagino al juez apretando los dientes cuando escribe:

“Esto de rehusarse a trabajar con las reglas y las nociones establecidas del derecho internacional es inusual dado que la CPI es ella misma un tribunal internacional y la cuestión sub judice arroja preguntas múltiples de derecho internacional.” (118)

“Inusual.” Ahí se contuvo.

Pero Kovács pierde por completo la paciencia, me parece, con el argumento, esgrimido por la Mayoría, de que haber llamado a la Autoridad Palestina “Estado observador no miembro” en la ONU nos obliga a concluir “que la Asamblea General estaba convencida de que Palestina es ‘un Estado’ ” (24).

¿Cómo defendió esto la Mayoría? No lo hizo, observa Kovács. Y es obvio por qué: “en la opinión de la Fiscal, ninguna valoración [de este argumento] se permite o se considera necesaria” (24).

Pero él, testarudo, se aboca de todas formas a dicha valoración, y demuestra con erudición que, en el pasado, llamar a una entidad ‘Estado observador no miembro’ no ha convertido a dicha entidad en un Estado (199-219).

Lo que Kovács no menciona—es quizá demasiado prudente (pero yo no)—es que fue Kurt Waldheim, otrora oficial nazi sospechado de crímenes de guerra en la anterior Yugoslavia (donde también operaba Hajj Amín al Husseini), quien, en calidad de Secretario General de la ONU, diera a Yasser Arafat, protegido de Husseini, una calurosa bienvenida y bautizara a su grupo, OLP/Fatah, como ‘Estado observador no miembro.’

Bueno, ¿y para qué ha hecho todo esto la CPI? Es mucho esfuerzo, ¿no? ¿Para qué son todas estas “acrobacias” pseudo legales de la Mayoría? En el sentido técnico, son para determinar cuáles territorios corresponden al ‘Estado de Palestina’ (para así saber en dónde, precisamente, tiene jurisdicción la Corte).

Y ahí está lo más increíble: que la Corte crea, siquiera, que tiene facultades para decidir esto. Porque aun suponiendo que Israel pudiese, en algún momento futuro, reconocer la creación de dicho Estado, hoy siguen pendientes las negociaciones para determinar sus fronteras. Pero que lo diga Kovács:

“La dificultad real y persistente en materia de considerar la extensión geográfica de la jurisdicción de la Corte y la investigación de la fiscal está ligada al hecho de que, en el momento presente, no se han resuelto las fronteras precisas, ni en el contexto bilateral israelí-palestino, ni en contexto multilateral alguno.” (245)

A diferencia de mí, Kovács ha preferido no disputar la validez de la inclusión, en 2015, de la Autoridad Palestina en la CPI. Entonces concluye (como hice yo condicionalmente arriba) que la jurisdicción de la Corte solo puede extenderse estrechamente sobre aquellos municipios que la AP gobierna. Pero Kovács apunta que aun esto requiere que Israel, el Estado soberano, hasta hoy no incluido en la lista de Estados Parte de la CPI, “haya también dado su consentimiento al artículo 12(3) del Estatuto” (370-71).

Naturalmente que Israel no ha dado su consentimiento.

Luego entonces, aun siendo muy generosos con las “acrobacias” de la CPI, y concediendo inclusive, si lo hiciéramos (aunque no hay obligación alguna—lógica, legal, o moral—de hacerlo), que la Autoridad Palestina hubiese sido debidamente incluida en 2015 como ‘Estado Parte,’ de todas maneras es obvio que la Corte no tiene jurisdicción para investigar a Israel.

Para concluir

Si el razonamiento de la Corte fuera impregnable en términos lógicos y legales, resultaría impropio acusar antisemitismo. Pero dado

1. que los comportamientos recientes de la Corte se produjeron a petición de, y fueron celebrados por, terroristas antisemitas con un vínculo de origen a la Solución Final nazi;

2. que la decisión de la Corte busca

a. legitimar a dichos terroristas antisemitas con la dignidad de poseer un Estado; y, a través de esto,

b. convertir al Estado judío en blanco de investigaciones por presuntos crímenes de guerra; y además

3. que para hacer lo dicho, la Corte ha desafiado

a. todo el derecho internacional;

b. el espíritu y la letra del documento fundacional y rector de la propia Corte, el Estatuto de Roma; más

c. la jurisprudencia de la propia Corte; y

d. la lógica y moralidad más elementales,

resultaría muy apresurado correr a descartar la hipótesis confiada de los líderes palestinos: que la CPI cojea de antisemitismo. Pues el antisemitismo, como ha demostrado ampliamente la historia, es efectivo en descarrilar todo precedente, lógica, racionalidad, y moralidad.

¿Es un mundo orwelliano?

George Orwell enseñó que el totalitarismo habla invirtiendo los significados políticos: la guerra es la paz, la libertad es la esclavitud, la ignorancia es fortaleza. ¿Cómo hablan nuestras instituciones?

Se argumentó públicamente la necesidad de una corte especializada y facultada para investigar y procesar crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. ¿En qué contexto? Luego de la Solución Final: el exterminio nazi de entre 5 y 6 millones de judíos.

Se creó así la Corte Penal Internacional.

Dicha corte, para facultarse de cargar contra Israel, refugio de judíos, ha legitimado al grupo creado por un exterminador líder de la Solución Final nazi: OLP/Fatah; un grupo que ha prometido ‘paz’ para estar en mejor posición de concluir, aliado con Irán, una guerra genocida antijudía.

Sí, la guerra es la paz.

Y en la CPI los genocidas reclaman, con éxito, sus ‘derechos humanos.’

Francisco Gil-White es el investigador más citado del ITAM (Instituto Tecnológico Autónomo de México) y autor de Hajj Amín al Husseini: ‘Palestina’ y los Nazis.

Notas al pie

[1] “Hamas celebró el domingo el fallo de la Corte Penal Internacional que allana el camino para una investigación de crímenes de guerrea contra Israel … Mohammed Shtayyeh, primer ministro de la Autoridad Palestina, elogió el viernes la decisión, llamándola una ‘victoria para la justicia y la humanidad, para los valores de la verdad, imparcialidad y libertad, y para la sangre de las víctimas y de sus familias.’ ”

FUENTE: Hamas lauds ICC jurisdiction ruling: ‘Use all means to stop Zionist crimes’; Times of Israel; 6 February 2021; by TOI STAFF.
https://www.timesofisrael.com/hamas-lauds-icc-jurisdiction-ruling-use-all-means-to-stop-zionist-crimes/

[2] Hamas Covenant 1988: The Covenant of the Islamic Resistance Movement; The Avalon Project; Yale Law School.
https://avalon.law.yale.edu/20th_century/hamas.asp

[3] Inclusive un historiador antisionista como Nathan Weinstock, autor de Zionism: False Messiah, escribe que ‘Palestina no existía en el siglo 19” y que “no había identidad palestina en el siglo 19.”

FUENTE: Weinstock, N. 2004. Histoire de chiens. Paris: Éditions Mille et Une Nuits (Groupe Fayard). (pp.37-38)

[4] Un documento del consulado británico, fechado 1859, reza: “Los mahometanos de Jerusalén son menos fanáticos que en muchas otras partes, a consecuencia de que sus números no exceden una cuarta parte de la población entera” (énfasis mío).

FUENTE: Peters, J. (2002[1984]). From Time Immemorial: The Origins of the Arab-Jewish Conflict Over Palestine. Chicago: JKAP. (p.198).

[5] Fue el Emperador Adriano quien—luego de concluir una guerra genocida contra los antiguos judíos—“cambió el nombre del lugar de Judea a Siria Palestina, construyó una ciudad romana llamada Aelia Capitolina sobre las ruinas de Jerusalén, y prohibió a los judíos entrar a la ciudad o asentarse en sus alrededores.” El punto era borrar cualquier conexión entre la antigua Judea y el pueblo judío (‘Palestina’ significa ‘tierra de filisteos,’ y los filisteos, aun en aquel entonces, hacía tiempo ya que se habían extinguido).

FUENTE: Ben-Eliyahu, E. 2019. Identity and Territory: Jewish Perceptions of Space in Antiquity, University of California Press. (p.92)

[6] “el historiador árabe Phillip Hitti testificó en 1946 ante el Comité Angloamericano de Investigación que ‘No existe ninguna ‘Palestina’ en la historia, absolutamente para nada.’ Antes, en 1937, un líder árabe local que compareció ante la Comisión Peel declaró igualmente que ‘No existe tal cosa. ‘Palestina’ es un término que inventaron los sionistas.’ ”

FUENTE: Levin, K. 2005. The Oslo syndrome: Delusions of a people under siege. Hanover, NH: Smith and Kraus. (p.288)

[7] Levin 2005. The Oslo syndrome (op. cit.) (p.203); Shapira, A. 1992. Land and power: The Zionist resort to force 1881-1948. New York & Oxford: Oxford University Press. (pp.110-111); Weinstock, N. 1979. Zionism: False Messiah. London: Ink Links Ltd. (pp.166-167).

[8] Gil-White, F. 2013. Hajj Amín al Husseini: ‘Palestina’ y los Nazis. México CDMX: Fundación para el Análisis del Conflicto Étnico y Social. (cap.1)
https://www.amazon.com/gp/product/B00F17DXTM?notRedirectToSDP=1&ref_=dbs_mng_calw_0&storeType=ebooks

[9] Gil-White 2013 Hajj Amín al Husseini (op. cit.), cap.1

[10] Gil-White 2013 Hajj Amín al Husseini (op. cit.), cap.1

[11] Muchos árabes no querían salir a matar judíos porque agradecían el boom económico sionista que los había liberado de las garras de los efendi, los señores feudales árabes—¡como Husseini!—que los oprimían (ver Gil-White 2013 Hajj Amín al Husseini (op. cit.), cap.1). Entonces Husseini debía dirigir mucho terrorismo contra los árabes para forzarlos a participar en contra de los judíos. Las estadísticas lo dicen todo:

“Poco después, los árabes, bajo el Gran Muftí [Hajj Amín] y con apoyo de los nazis, iniciaron una rebelión abierta en el Mandato. Sus blancos fueron judíos, oficiales y tropas británicas, y árabes considerados como demasiado acomodaticios con los judíos. Durante los siguientes dos años, las fuerzas del muftí mataron a más de cuatrocientos judíos y a varios miles de árabes.”
FUENTE: Levin, K. 2005. The Oslo syndrome (op. cit.) (p.219)

[12] Black, E. 2010. The Farhud: Roots of the Nazi-Arab Alliance in the Holocaust. Washington D.C.: Dialog Press.
https://farhudbook.com/

[13] https://youtu.be/P2NnB8z627M?t=1715

[14] Gil-White 2013 Hajj Amín al Husseini (op. cit.), cap.1

[15] Author: Germany. Auswärtiges Amt [Foreign Ministry]. Title: Documents on German foreign policy, 1918-1945, from the archives of the German Foreign Ministry. Akten zur deutschen auswärtigen Politik. English Publisher: Washington, U.S. Govt. Print. Off., 1949- Description: Book v. fold. maps. 24 cm.; Series D, Vol. XIII no. 515.
NOTA: Puede leerse el documento entero aquí:
https://www.hirhome.com/israel/muftihitler.htm

[16] Las actividades de Hajj Amin al Husseini a favor del esfuerzo nazi fueron documentadas inmediatamente después de la guerra en un artículo de The Nation de 1947 (mayo 17, pp.597-599). Este artículo puede leerse en las siguientes tres ligas (son imágenes de las páginas consecutivas del artículo original):

https://www.hirhome.com/israel/nazis_palestinians_files/image020.jpg

https://www.hirhome.com/israel/nazis_palestinians_files/image022.jpg

https://www.hirhome.com/israel/nazis_palestinians_files/image036.jpg

[17] Pearlman, M. 1947. Mufti of Jerusalem: The story of Haj Amin el Husseini. London: V Gollancz. (p.51)

[18] Gil-White 2013 Hajj Amín al Husseini (op. cit.), cap.1

[19] The Nazis and the Palestinian Movement: Documentary and Discussion; Historical and Investigative Research; 26 July 2013; by Francisco Gil-White
https://www.hirhome.com/israel/nazis_palestinians.htm#discussion

[20] Maurice Pearlman (pp.78-82) incluye las transcripciones de lo sucedido en el House of Commons británico cuando varios parlamentarios exigieron que Hajj Amin al Husseini fuera procesado por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. También relata (p.7) la forma como las autoridades francesas, que lo tenían bajo arresto domicilario (!?) lo dejaron escapar:

“El 8 de junio, 1946, el Sr. Duff Cooper organizó un Fiesta de Jardín para el Día de la Victoria en la embajada británica en Paris. M. Bidault, el ministro de relaciones exteriores francés de aquel momento, fue uno de los invitados. Llegó tarde, con la noticia interesante de que Hajj Amin al Husseini, anterior muftí de Jerusalén, había escapado su mansión en el suburbio parisino de moda de Rambouillet, donde había estado bajo vigilancia desde el final de la guerra.

Había estado en Francia desde mayo, 1945, luego de ser capturado por la fuerzas francesas cerca de la frontera francesa tratando sin éxito de hallar refugio en Suiza al colapsarse Alemania. Lo habían traído a Rambouillet y lo tenían bajo vigilancia.

Bidault reveló que, meses antes de su escape, el gobierno francés había recibido la promesa del muftí que no trataría de escapar. A partir de noviembre, 1945, se había relajado la vigilancia, y Hajj Amín había obtenido permiso para visitar Paris. Ahí había aprovechado la oportunidad para visitar a su conveniencia las legaciones de los Estados Árabes y había obtenido un pasaporte de una de ellas.

Ahora había escapado.”

FUENTE: Pearlman, M. 1947. Mufti of Jerusalem: The story of Haj Amin el Husseini. London: V Gollancz. (78-82)

Sobre el entrenamiento que recibieron Arafat y sus colegas en Cairo, David N. Bossie escribió lo siguiente en el Washington Times:

“El mufti [Hajj Amín] apenas escape juicio [por crímenes de guerra] escapando a Egipto en 1946. Ahí convirtió a Yasser Arafat, entonces viviendo en Cairo, en sus protegido. El muftí importó en secreto a Egipto a un anterior oficial de comando nazi para que enseñara al Sr. Arafat y a otros reclutas adolescentes los puntos finos de como hacer guerrilla. El Sr. Arafat aprendió bien su lección; el muftí estaba tan orgulloso de él que inclusive fingía que eran parientes de sangre.”

FUENTE:  Yasser Arafat: Nazi trained; Washington Times; August 9, 2002; by David N. Bossie.

Sobre el mismo tema, ver también: PLO/Fatah’s Nazi training was CIA-sponsored; Historical and Investigative Research; 22 July 2007; by Francisco Gil-White
https://www.hirhome.com/israel/cia-fatah.htm

[21] The Palestinian National Charter: Resolutions of the Palestine National Council July 1-17, 1968; The Avalon Project; Yale Law School.
https://avalon.law.yale.edu/20th_century/plocov.asp

[22] Artículo 27: “La Organización para la Liberación de Palestina es la más cercana al corazón del Movimiento de Resistencia Islámico [Hamas]. Contiene al padre y al hermano, al pariente cercano y al amigo. El mahometano no se distancia de su padre, hermano, pariente cercano, o amigo. Nuestra patria es la misma, nuestra situación es una, nuestro destino es uno, y el enemigo es un enemigo conjunto de todos nosotros. .. [E]l Movimiento de Resistencia Islámica se sitúa con relación a la OLP como el hijo hacia el padre, el hermano hacia el hermano, el pariente hacia el pariente.”

FUENTE: Hamas Covenant 1988: The Covenant of the Islamic Resistance Movement; The Avalon Project; Yale Law School.
https://avalon.law.yale.edu/20th_century/hamas.asp

[23] “El 29 de diciembre de 1968, en una junta concertada en el domicilio del ex gran muftí cerca de Beirut, al Husaini ungió a [Yasser] Arafat como su sucesor. El movimiento sería dirigido pero estos dos líderes secuenciales y su filosofía y métodos similares por unos asombrosos ochenta y tres años, desde que al-Husaini se convirtiera en gran muftí en 1921 hasta la muerte de Arafat en 2004.”

FUENTE: Rubin, B., & Schwanitz, W. G. 2014. Nazis, Islamists, and the Making of the Modern Middle East. New Haven & London: Yale University Press. (p.238)

[24] PLO/Fatah and Iran: The Special Relationship; Historical and Investigative Research; 25 May 2010; by Francisco Gil-White
https://www.hirhome.com/iraniraq/plo-iran2.htm

[25] PLO/Fatah and Iran: The Special Relationship (op. cit.)
https://www.hirhome.com/iraniraq/plo-iran2.htm

[26] Arab Peace Strategy and the Fragmentation of Israeli Society; MEMRI; 21 July 1999
https://www.memri.org/reports/arab-peace-strategy-and-fragmentation-israeli-society

[27] “según [el ‘Plan de Fases’] la Organización para la Liberación de Palestina [OLP] habría de adquirir el territorio que pudiese mediante negociaciones, y luego usaría ese terreno como base para conseguir su meta última, la aniquilación de Israel.”

FUENTE: Levin, K. 2005. The Oslo syndrome (op. cit.), p.ix

[28] “en los quince meses que van de que se estableciera Arafat en Gaza a la firma del siguiente acuerdo, Oslo II (septiembre 28, 1995) otras noventa personas fueron asesinadas por ataques palestinos. Para tener un comparativo, considérese que el terror palestino se había cobrado como 400 vidas en los veintiséis años desde la Guerra de 1967, cuando entra Isael a los territorios [disputados], y el comienzo de Oslo,” escribe Kenneth Levin (2005, The Oslo Syndrome, op. cit., p.346). Es más fácil todavía comparar así: quiere decir que luego de traerse la OLP de Arafat dentro de Israel, la tasa de asesinatos terroristas contra los israelíes se volvió igual a 72 personas al año; por contraste, antes de que la OLP entrara, la tasa había sido alrededor de 15 personas por año. Luego entonces, el Proceso de Oslo inmediatamente quintuplicó el terrorismo palestino contra los israelíes.

[29] PLO/Fatah and Iran: The Special Relationship (op. cit.)
https://www.hirhome.com/iraniraq/plo-iran2.htm

[30] Video of Abbas Praising Hitler Supporting Mufti, Terrorists Released (VIDEO); Algemeiner;

10 January 2013; by Zach Pontz
https://www.algemeiner.com/2013/01/10/video-of-abbas-praising-hitler-supporting-mufti-terrorists-released-video/

[31] PLO figure: Iran, Palestine in deal for all-out cooperation; Islamic Republic News Agency; 11 August 2015
https://en.irna.ir/news/81716001/PLO-figure-Iran-Palestine-in-deal-for-all-out-cooperation

[32] Who is Fatou Bensouda?; World Atlas
https://www.worldatlas.com/articles/who-is-fatou-bensouda.html

[33] Palestine formally joins International Criminal Court; Aljazeera; 1 April 2015
https://www.aljazeera.com/news/2015/4/1/palestine-formally-joins-international-criminal-court

[34] El dato biográfico sobre Karim A.A. Khan lo comparte su comunidad en la siguiente página:
https://ahmadiyyafactcheckblog.com/2018/07/22/united-nations-appoints-prominent-ahmadi-muslim-barrister-mr-karim-asad-ahmad-khan-to-head-investigation-into-isis-war-crimes/

Ahora bien, se dice mucho que los musulmanes ahmadíes tienen una ideología pacífica. Empero, los comentarios ahmadíes sobre el Corán justifican la yihad violenta en ‘defensa propia’ con base en la siguiente sura coránica:

“Y si deseas castigar a los opresores, entonces castígalos hasta el punto donde ellos te hayan perjudicado.” (a)

Es decir, hay licencia para yihad violenta siempre que el musulmán se sienta “perjudicado.” Según los comentarios ahmadíes, la creación del “presunto Estado de Israel” (como lo llaman) significa que “los musulmanes son castigados.” (b)

¿Cómo habrán de responder?

Nuevamente sobre la yihad violenta, los comentarios ahmadíes afirman que “se le ha dicho al Profeta Sagrado que la esfera y alcance de su prédica … abrazaría en su órbita a los cristianos y a los judíos,” lo cual “excitaría una nueva oposición y los musulmanes habrían de sufrir persecución de todos lados.” Pero los enemigos del islam “se toparían con un destino terrible.” Una “guerra de verdad” (no metafórica) tendrá lugar, “librada contra la descreencia y sus líderes [quienes] serán destruidos.”(c)

Es difícil imaginar que los líderes palestinos no verán en esto una ventaja importante para sí.

Notas para esta nota al pie:

(a) Del texto ahmadía, The English Commentary of the Holy Qur’an, p.1399
https://archive.org/details/TafseerEngCommQuranLong/page/n1397/mode/2up

(b) Del texto ahmadía, The Ahmadiyya Commentary of the Qur’an, p.569
https://archive.org/details/AhmadiyyaCommentaryQuran/page/n567/mode/2up?view=theater

(c) Del texto ahmadía, The English Commentary of the Holy Qur’an, p.1399
https://archive.org/details/TafseerEngCommQuranLong/page/n1317/mode/2up

[35] How does a country become a country? An expert explains; The Conversation; August 3, 2017; by Rebecca Richards
https://theconversation.com/how-does-a-country-become-a-country-an-expert-explains-81962

[36] Judge Péter Kovács’ Partly Dissenting Opinion; N°ICC-01/18-143Anx1; February 2021 (311)
https://www.icc-cpi.int/RelatedRecords/CR2021_01167.PDF

[37] The Arab League, then and forever: What is the Arab League hoping to achieve in Annapolis?; Historical and Investigative Research; 23 November 2007; from Understanding Annapolis, an HIR Series; by Francisco Gil-White
https://www.hirhome.com/israel/annapolis_2.htm#AHC

[38] Barnnett, D. & Karsh E. 2011. Azzam’s Genocidal Threat. Middle East Quarterly. Fall. (pp.85-88).
https://www.meforum.org/3082/azzam-genocide-threat

[39] Gil-White 2007. The Arab League, then and forever (op/ cit.)
https://www.hirhome.com/israel/annapolis_2.htm#war1948

[40] “… Siria uso los Altos del Golán, que se yerguen 3000 pies por encima de la Galilea, para disparar sobre las granjas y pueblos israelíes. Los ataques sirios se volvieron más frecuentes en 1965 y 1966, mientras que la retórica de Nasser se volvía cada vez más belicosa: “No entraremos a Palestina [es decir, Israel] con su suelo cubierto de arena. Entraremos con su suelo saturado de sangre.” FUENTE: Sachar, H. 1982. A history of Israel: From the rise of Zionism to our time. New York: Knopf. (p.616)

[41] British White Papers: Churchill White Paper (June 3 1922); Jewish Virtual Library
https://www.jewishvirtuallibrary.org/churchill-white-paper-1922

[42] La constitución original de la OLP de 1964 afirma en su Artículo 24 que:

“Esta organización no reclama soberanía territorial alguna sobre Cisjordania [Judea & Samaria] en el Reino Hashemita de Jordania, en la Franja de Gaza, o en el Area de Himmah.”

Cuando estos territorios pasaron a manos de los israelíes, luego de la Guerra de 1967, o la Guerra de los Seis Días, la OLP reescribió su constitución para, ahora sí, reclamar estos territorios. Lo cual demuestra que ‘Palestina’ como tal no existe. La OLP la redefine a gusto para que corresponda exactamente al territorio que controlan los israelíes.

Para saber más:

Was there, in British Mandate Palestine, a ‘nationally conscious’ ‘Palestinian Arab people’?; from: UNDERSTANDING THE PALESTINIAN MOVEMENT, an HIR series; Historical and Investigative Research; 30 April 2006; by Francisco Gil-White
https://www.hirhome.com/israel/pal_mov2.htm#plo

[43] Jurisdiction; Wikipedia.
https://en.wikipedia.org/wiki/Jurisdiction

[44] El Estatuto de Roma de la CPI
https://iccforum.com/rome-statute

[45] SITUATION IN THE STATE OF PALESTINE; No:ICC-01/18-143; 5 February 2021; Before the Judges Péter Kovács, Marc Perrin de Brichambaut, Reine Adélaïde Sophie Alapini-Gansou (22)
https://www.icc-cpi.int/CourtRecords/CR2021_01165.PDF

[46] Judge Péter Kovács’ Partly Dissenting Opinion; N°ICC-01/18-143Anx1; February 2021
https://www.icc-cpi.int/RelatedRecords/CR2021_01167.PDF

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Francisco Gil-White: Francisco Gil White es investigador y defensor del judaísmo Recibió una maestría en ciencias sociales de la Universidad de Chicago, donde su trabajo ganó el premio Earl S. & Esther Johnson, y un doctorado en antropología biológica y cultural de UCLA, cuya tesis ganó el premio al Mejor Nuevo Investigador de la prestigiada Human Behavior and Evolution Society. Durante seis años, enseñó psicología evolutiva y cultural en la Universidad de Pennsylvania. Su trabajo explora las causas del racismo y del conflicto étnico, y en los últimos años se ha concentrado en el antisemitismo, el Holocausto, el conflicto árabe israelí, y la historia del pueblo judío, culminando en un examen de dos y medio milenios de historia occidental a través de la experiencia judía. Su libro, "El colapso de Occidente: el Siguiente Holocausto y sus consecuencias", está a la venta en Amazon.com