Mónica Amkie de Bettech/ El antisemitismo en el devenir del tiempo

Enlace Judío – Un hecho histórico que a mi parecer es representativo del judaísmo del siglo XX y del XXI es sin lugar a dudas el odio al judío. A lo largo de la historia este sentimiento se ha encontrado presente y ha ido mutando en el devenir del tiempo, es decir, se moldea adoptando nuevas acepciones que se adaptan a las circunstancias cambiantes de los tiempos en que subsiste. Por tanto, es un fenómeno circunscrito a pensamientos de épocas anteriores, pero que se encuentra más latente que nunca en el siglo XXI.

MÓNICA AMKIE DE BETTECH

El factor de la migración judía ha dado lugar al surgimiento de partidos de derecha en Europa, así como a las posturas antisionistas de los organismos internacionales que propagan en los medios de comunicación que el Estado de Israel es una amenaza para la paz mundial, lo que refuerza la identidad del antisemitismo (Bokser, 2011).

Hoy en día se ha acuñado el concepto de antisemitismo ideológico, debido a su estrecha relación con el antisionismo. El uso de este termino es delicado, ya que ha sido producto de la evolución que el odio hacia el judío ha adquirido en épocas y contextos diversos, cuya fenomenología solo se puede comprender si se estudia a profundidad cada una de sus variables desde la antigüedad. No obstante, es obligatorio un recorrido a través de la evolución histórica para poder comprender la hostilidad hacia el judío hasta el día de hoy.

En la Edad Media el líbelo de sangre era una manera de manifestar el odio hacia el judío a través de la acusación del crimen ritual, en donde se les culpaba de asesinar a niños y gente cristiana. Los judíos eran reconocidos por todo el mundo como los seres distintos de la sociedad y de aquí podemos rescatar el concepto utilizado por el famoso historiador contemporáneo Salo Barón de dislike the unlike: aversión u odio hacia lo desconocido (Barón, 1978).

En los escritos de los padres de la Iglesia, la negación de los valores religiosos y culturales del judaísmo ocupó un lugar central y de este modo el estereotipo del pueblo deicida se transmitió a través de las generaciones, por medio de los falsos rumores (Bokser, 2011).

En la modernidad este concepto evolucionó y ya no solo era una cuestión religiosa, el bautismo ya no era la solución a la cuestión judía, ya que las ideas de la ilustración y los avances científicos tuvieron un efecto en el desarrollo del antisemitismo biológico, donde derivó todavía más la crítica antijudía hacia canales nacionalistas.

En los pronunciamientos nacionales de morir por la patria y que las religiones bajaron su popularidad a la luz de las ideas de la ilustración, los ecos patrios se convirtieron fácilmente en una concepción de la superioridad racial basada en vínculos de “sangre y suelo” que convertían a la razón de un conglomerado voluntario de individuos (Nirembreg, 2013).

La culminación de miles de años de odio hacia el judío se dio cuando la idea y el mito de la historia como progreso convivieron con la más perfecta planificación científica de asesinato masivo: la Shoá (Barón, 1976).

“El Holocausto significó el exterminio de dos terceras partes del judaísmo europeo, al tiempo que confrontó a la conciencia occidental con las paradojas de la modernidad: razón y ciencia, no necesariamente, las vías de liberación que la ilustración había soñado, se conjunto el odio histórico con el discurso científico y moderno del siglo XIX” (Bokser, 2001:110).

El asesinato y la destrucción de la vida judía fue para el nazismo un fin en sí mismo y a diferencia de manifestaciones históricas previas del antisemitismo, el objetivo primario. “En el nazismo se recuperaron los sustratos de prejuicio que se sobrepusieron históricamente, el binomio modernidad-mito aparece como una dimensión destacada del antisemitismo nazi, en donde el judío puede verse de un modo paradigmático, cómo el mito se entreteje y se arropa de pensamiento científico estructurando la dimensión cognitiva e ideológica del antisemitismo” (Íbid: 111).

La creación del Estado de Israel en 1948 dio lugar al nacimiento del nuevo terrorismo internacional, aunado a la propaganda anti-judía por el conflicto árabe-israelí. La guerra de 1967 y las implicaciones mundiales de Israel como un Estado conquistador y colonialista dieron como resultado la resolución del 10 de noviembre de 1975 de la ONU, en donde se exponía que el sionismo es una amenaza para la paz y seguridad mundiales y se pidió a los países que se opusieran a esa ideología racista e imperialista. Por tanto, la pasada afirmación argumenta la no justificación de la existencia del Estado judío, al tiempo que lo caracteriza como un enemigo con el que hay que luchar (Niremberg, 2013).

“Las nuevas formas del odio al judío tampoco han sucumbido en la época contemporánea. La llegada de refugiados, la creación del Estado de Israel, la radicalización de la izquierda en relación con su discurso frente al conflicto palestino-israelí, la reconfiguración política de las derechas europeas y la emergencia del islam radical son factores clave que hemos de tener en cuenta a la hora de reformular su existencia desde mediados del siglo XX hasta el siglo XXI y que marcan, al día de hoy, su continuidad, jugando un papel fundamental en lo que se ha denominado antisemitismo ideológico” (Della Pérgola, 1993: 35).

En el siglo XXI el odio hacia el judío continua latente como siempre, pero renovado. Hoy hay personas que creen en los líbelos de sangre, en la pureza de la raza o bien en el sionismo como una forma de racismo. Sin embargo, actualmente nos enfrentamos a la existencia de grupos de odio racial y antisemita dentro de las redes sociales difundiendo mensajes de odio. Todo mensaje que se difunde en una red social tiene un alcance real mucho mayor del que podamos imaginar. Por tanto, si encuentra una adhesión por parte de otros, se distribuye sin control y nos deja anónima la confrontación personal o política, sin anularla, para viajar en el ciberespacio en el total anonimato.

 

Bibliografía:

  • Barón, Salo (1976-1977) “Los modelos cambiantes del antisemitismo”, Dispersión y Unidad.
  • Bokser Liwerant, Judit (2001) “El antisemitismo: recurrencias y cambios históricos”. Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales. México, UNAM. 110-114.
  • Bokser Liwerant, Judit y Yael Siman (2016) “Antisemitism in Mexico and Latin America: Recurrences and changes” en Steven, Baum et al. (eds.) Antisemitism in North New World, Old Hate. Leiden / Boston: Brill, pp. 121-173.
  • Della Pergola, Sergio (1993) “Jews in the European community: Sociodemographic trends and challenges” Nueva York, American Jewish Year
  • Nirenberg, David, (2013) Antijudaism, The Western Tradition, Nueva York, W. W. Norton and Company.

Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío.

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