Juntos venceremos
viernes 22 de noviembre de 2024
Hacer reuniones sin medidas son las ecuaciones perfectas para eventos de súperpropagación; aún si las personas están vacunadas. Ya lo vimos. Minimiza tu riesgo.

Carol Perelman/ Justo cuando se relajan las medidas, es cuando menos podemos bajar la guardia

Enlace Judío México e Israel – Desgraciadamente a veces las mejores lecciones son cuando los casos no son hipotéticos y podemos analizar situaciones de la vida real, con eventos tangibles que nos enseñan mucho más que miles de horas de platicas teóricas.

Veamos hoy el caso puntual de un evento superpropagador del cual se tienen más de 25 casos positivos primarios y que de entre estos, algunas personas estaban ya vacunadas (con esquemas completo) ¿Qué sucedió?¿Cómo puede ser?

Hoy todos vemos que los casos en México han bajado, por lo que existe una especie de calma aparente luego de la enorme ola que vivimos entre diciembre y febrero, sin embargo, el virus sí sigue en circulación, tenemos casos confirmados todos los días, no ha desaparecido. Por lo que aflojar medidas hace que nuestro riesgo de contagiarnos con el SARS-CoV-2 aumente.

Aquí va el caso:

Algunas personas, luego de meses de encierros y de vivir ya una gradual apretura deciden juntarse. La reunión iba a ser de aproximadamente cien personas jóvenes y entre ellas acordaron realizar pruebas rápidas, la de antígeno, para poder acceder a la fiesta y así garantizar un ambiente seguro.

Claro que es excelente decisión hacer estas pruebas. Sabemos que es fundamental. Sin embargo ninguna prueba es perfecta y tienen errores tanto de falsos positivos como de falsos negativos.  Sin duda en este contexto nos preocupan los falsos negativos. Porque si alguien hubiera salido positivo, aun siendo falso, no asistiría al evento.

El primer problema es que la prueba de antígeno a los asistentes se realizó un día antes del evento, y no justo en la puerta de entrada a la fiesta. Primer error, ya que en esas 24 horas entre la realización de la prueba (en que todos salieron negativos) y la reunión si hubo una persona que se sintió mal, repitió la prueba, y salió positiva, por lo que obviamente no asistió a la fiesta.

Recordemos que cuando entramos en contacto con el virus tardamos entre 3-5 días aproximadamente para acumular suficiente carga viral para ser detectada por las pruebas. El mejor ejemplo es esta persona que un día antes del evento salió negativa y el día de la reunión por prudencia, repitió la prueba y ya no fue.

Hasta aquí vamos bien, sin embargo la reunión se llevo a cabo en un espacio cerrado, sin ventilación, donde eran muchas personas sin cubrebocas por más de tres horas. Pero además, la música fuerte y el alcohol no ayudan a la causa.

Como digo, el resultado fue una gran cantidad de contagiados entre ellos, y para la sorpresa de varios, algunos de los positivos estaban vacunados, ¿qué paso?

Primero, las pruebas de antígeno no detectan todos los casos y sí tienen fallas de sensibilidad y especificidad especialmente en personas presintomáticas o asintomáticas. Por lo que a pesar de que todos habían salido negativo un día antes no era suficiente.

De todas formas había que seguir los demás protocolos para minimizar el riesgo de contagio. Ninguna medida es 100%. ¿Se acuerdan del modelo de queso suizo? Todas las medidas tienen fallas…por lo que acumular medidas va minimizando el riesgo de contagio. Nunca se elimina pero si se disminuye.

Evidentemente hubo una persona que dio negativo falsamente, y se sentía perfecto el día de la fiesta, y pudo haber sido quien propagó el virus. Esta persona, nuestro posible paciente cero, empezó con síntomas y dio positivo un día después de la fiesta. Y cuatro días después comenzaron los síntomas en todos los demás.

Entonces, primera lección, en este evento hubo una confianza desmedida en el resultado negativo de las pruebas de antígeno (hechas 24 horas antes) y entonces la convivencia se hizo por mucho tiempo, en espacio cerrado, sin cubrebocas y sin distancia. Se confió en una sola medida que evidentemente no es infalible. Fue buena decisión hacer pruebas, era necesario, pero no era suficiente.

Desgraciadamente, la medida del CDC y del gobierno de Biden de que los vacunados pueden estar sin cubrebocas con otros vacunados no podemos aplicarla a nuestro entorno. En Estados Unidos las vacunas que utilizan son mucho más eficaces que las que tenemos en México.

Veamos el caso de Seychelles, el archipiélago africano que es el país más avanzado en la vacunación de sus adultos, pero en que se vacunó a la población con Sinopharm y AstraZeneca y están teniendo casos positivos, no graves ni muertes, pero si positivos; mientras que Israel que vacunó a su población adulta con Pfizer no solo vio descender muertes y hospitalizaciones sino también los casos.

Pero además, el CDC hizo esta recomendación teniendo a casi 60% de su población adulta vacunada, y aquí en México apenas vamos en 10-20% con vacunas de todo tipo: Sinovac, Sputnik, AstraZeneca, CanSino, Pfizer… que sin lugar a dudas nos ayudarán como seguros de vidas para dejar de ver muertes por COVID-19 en el país, pero no necesariamente para dejar de ver casos positivos… por eso no es suficiente seguir con una medida. Hay que hacer varias a la vez para minimizar los riesgos.

Sin duda existe una falsa noción de cómo funcionan las vacunas y este ejemplo de evento superpropagación  en que algunos de los positivos son personas vacunadas es perfecto para poderlo explicar.

La falsa confianza que tuvieron estas personas al convivir sin cubrebocas en espacio cerrado con una persona presintomática hizo que al menos 4 vacunados hayan dado positivo. Y es que las vacunas no son blindajes de 100%, no son armaduras.

Si estamos en contacto con el virus por tanto tiempo y en esas condiciones, sin ninguna medida, las vacunas nos protegerán de no morir por COVID-19 ni tener casos graves, pero no protegen contra el contagio.

Cuando decimos que en estudios clínicos Pfizer mostró eficacia de 95% significa que el vacunado con esquema completo tiene 95% menos probabilidad de contagiarse y tener COVID-19 leve que una persona no vacunada. Pero este riesgo no es cero. Y ojo, este 95% de eficacia no quiere decir que de cada 100 personas, 5 tendrán COVID-19. No. Las vacunas hablan de un riesgo personal. Me protegen a mi. Minimizan mi riesgo, no lo eliminan. Y así lo estamos viendo.

Estos contagiados vacunados se sienten mejor que los que se contagiaron y no estaban vacunados. Entonces las vacunas están haciendo que tengan un COVID-19 más leve y que no progrese a ser de gravedad.

Usando una metáfora, las vacunas son como un chaleco salvavidas en medio de una tormenta; eso no quiere decir que las personas no se mojan, quiere decir que no se ahogan.

Lo mismo las vacunas, protegen contra casos graves y muertes, que es lo que queremos, pero no son escudos contra el virus. Por lo que no les dejemos a las vacunas toda el trabajo protector, tenemos que ayudarles con otras medidas como el cubrebocas, la distancia, y principalmente estar en lugares con buena ventilación. De preferencia al aire libre.

Pero también este evento nos da evidencia de cómo una persona aun sin síntomas puede súpercontagiar a mas de 25 cuando las condiciones lo permiten.

Si este evento hubiera sido al aire libre las partículas virales se hubieran esparcido por el aire y se hubieran diluido, quizás solo se hubieran contagiado aquellas que estuvieron cercanas a la persona infectada. Y si además hubieran usado el cubrebocas bien ajustado, seguramente no nos hubiéramos ni enterado del evento.

Como lo hemos platicado, ya sabemos que la trasmisión del virus es principalmente por el aire, por aerosoles, por vía área, y que los cubrebocas cuando se usan bien puestos sí confieren protección. Pero además… si este evento hubiera tenido menos asistentes y además hubiera durado menos tiempo… pero los hubieras no existen.

Entonces, ¿qué se hace? Qué hay que hacer para detener este pequeño brote.

Al conocer que estuvieron con alguien positivo, los asistentes al evento debieran aislarse y contactar a las personas que vieron en los siguientes días.

Claro que deben de hacerse una prueba, en este caso de PCR, no de antígeno, porque ya no estamos haciendo monitoreo, aquí estamos ya buscando casos positivos para un posible diagnóstico, 3-5 días después de la fiesta.

Aquellos que resultan positivos deben aislarse por 15 días y sus familias, o con quienes viven, deben de permanecer de preferencia también en cuarentena. Con esta medida estaríamos evitando que este evento de súperpropagación se convierta en un brote mayor. No quisiéramos ver casos secundarios.

Es importante recalcar que los participantes de este evento eran principalmente jóvenes y que un estudio reciente encontró que en promedio el 75% de los menores son asintomáticos, es decir que de un grupo de 100 jóvenes positivos solo un 25% presenta síntomas.

Por eso hay que buscar todos los casos, especialmente a esos asintomáticos que están positivos sin saberlo y que podrían contagiar a personas vulnerables. Cuando alguien esta en contacto con una persona positiva debe aislarse y preferentemente hacer la prueba de PCR a los 3-5 días. Especialmente luego de un evento de súperpropagación como el que estamos describiendo.

Posiblemente el mayor aprendizaje de este evento, es que una medida por sí misma no funciona porque seguimos aún con virus en circulación. Y mientras el virus siga entre la población, si bajamos la guardia, podemos contagiarnos. Hago este video especialmente ahora que estamos posiblemente por comenzar clases presenciales y que muchos, incluyéndome, cansados por la pandemia, hemos relajado algunas medidas. Si nos relajamos, los casos suben.

Sabiendo que el virus se propaga por el aire entonces debemos de cuidar el aire que respiramos con más de una medida. Hacer pruebas, monitorear los contactos, estar al aire libre, usar un cubrebocas cómodo y que te quede ajustado, ventilar los espacios cerrados, cuidar el tiempo de exposición y la distancia entre las personas, no estar en lugares con mucha gente y claro que vacunarnos cuando nos toque.

Ya vimos que las vacunas no son al 100%, pero si son un seguro de vida que minimiza nuestro riesgo y además hace que si nos da, tengamos un COVID-19 leve. Por eso, aunque cansados, ¡a seguir cuidándonos todos, incluso los vacunados!, ya falta menos.

Te pido, no hay que confiarse de la aparente calma, especialmente ahora que algunas medidas se comienzan a liberar.  Mientras siga la pandemia, (y aún sigue,)hay circulación viral y podemos vivir pequeños brotes como el que les acabo de describir.

Acuérdate del queso suizo, una medida no sirve solita, para minimizar el riesgo requieres un conjunto de medidas.

Seguimos tratando de prevenir casos ya que por mas leve que pueda ser el COVID podría sí dejar secuelas. Así que por favor, cuídate tu y cuida a los tuyos. Y ya sabes cómo.

Hacer reuniones sin medidas son las ecuaciones perfectas para eventos de súperpropagación; aún si las personas están vacunadas. Ya lo vimos. Minimiza tu riesgo. Cualquier vacuna es mejor que ninguna. Así que cuando te toque, “dale al COVID-19 lo que se merece, dale un vacunazo.”


Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío. 

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