León Opalín/ Alarmante aumento del antisemitismo en el mundo

Enlace Judío – El 26 de mayo del 2016, la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA por sus siglas en inglés) integrada por 31 países, adoptó una definición práctica y jurídicamente no vinculante del antisemitismo, como una percepción de los judíos que puede expresarse como el odio a los mismos. Las manifestaciones físicas y retóricas del antisemitismo se dirigen a las personas judías o no judías y/o a los bienes, a las instituciones de comunidades judías y a sus lugares de culto.

Las manifestaciones antisemitas han estado presentes desde el surgimiento del pueblo judío desde hace más de 5,000 años, empezaron a cobrar una fuerza creciente a partir del año 70 EC con la destrucción del Templo Judío de Jerusalén por las tropas romanas al mando de Tito. Su principal vestigio es el Muro de los Lamentos conocido como el Kotel.

Después de la hecatombe del Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial cuando fueron asesinados 6 millones de judíos, el antisemitismo no desapareció y a través de los años siguió aumentando, llegando a desbordarse en la última década. El fenómeno del antisemitismo se ha extendido al Estado de Israel.

Ante el creciente antisemitismo, los judíos en todo el mundo, pero particularmente en Europa, están cada vez más atemorizados por la posibilidad de ser agredidos. La Unión Europea (UE) constituida por 21 países, es la que tiene mayor población judía. Entre sus miembros, Francia (con una población judía de 480,000 personas) ha sido identificada como el país que enfrenta los mayores problemas de antisemitismo, empero, también lo experimentan las comunidades judías de Bélgica, Holanda, Alemania, Reino Unido, Polonia y Suecia.

El antisemitismo en Europa está cada vez más presente en tres frentes: en la extrema derecha, en la extrema izquierda y en el fundamentalismo religioso islámico. En este ámbito, hay que tener presente que el antisemitismo no es solo un problema para los judíos del continente, sino para la propia Europa. El futuro judío en Europa dependerá en buena medida de si el continente podrá “mejorar su seguridad y su identidad común para continuar siendo un lugar para todas las personas, independientemente de su religión”.

Los ataques verbales y físicos a los judíos en Europa han requerido de una mayor protección policial especialmente en escuelas, sinagogas, en cementerios que han experimentado frecuentemente actos de vandalismo. Asimismo, los incidentes de odio hacia los judíos no solo se manifiestan directamente a los miembros de la comunidad, también se observan en los medios políticos, en el laboral, en actos sociales, culturales y deportivos, ente otros.

Las conductas antisemitas se han vuelto tan comunes que la mayoría de las víctimas ya no se molestan en denunciarlas, aunque las instituciones judías si lo hacen cuando tienen conocimiento de las mismas.

El clima de hostigamiento que viven los judíos en Europa ha propiciado que una parte de ellos emigren a otros países, particularmente Israel, EE. UU. y Canadá. Empero, a la vez existe una alarmante tasa de asimilación y matrimonios mixtos, según un estudio especial presentado en noviembre del año pasado por el Comité de Inmigración, Absorción y Diáspora de la Knéset de Israel.

De acuerdo al Comité, el porcentaje de asimilación entre los judíos polacos es de 70%, en Hungría, Holanda, Dinamarca y Suecia es de 50% y en Francia del 31%. En los últimos 70 años, desde 1950, Europa ha perdido al 60% de sus judíos; mientras que el 90% de los judíos del mundo vivían en Europa en el siglo XIX, hoy solo el 10% vive allí.

El informe del Comité señala que los judíos están emigrando de muchos países europeos debido al antisemitismo, el colapso de las comunidades y la asimilación. El presidente del Comité, David Bitan ha enfatizado que “en Europa, los judíos se ven obligados a esconder símbolos judíos, tiene miedo de caminar con una Kipá en la cabeza por la calle, y la policía local se ve precisada a cuidar las sinagogas. El Estado de Israel necesita apoyar a las comunidades judías en el extranjero, porque no todos los judíos pueden o quieren emigrar”.

Las comunidades judías esperan el contacto con el Estado de Israel a través de planes de estudio para la educación formal y no formal, apoyo financiero y reuniones entre líderes comunitarios y representantes gubernamentales en el país. En este contexto, Bitan pidió al Ministerio de la Diáspora que financie emisarios israelíes para las comunidades, además de la financiación de la Agencia Judía y la Organización Sionista Mundial.

Por otra parte, el Dr. Dor Maimon, del Instituto de Políticas del Pueblo Judío, expresó que no tenía un escenario positivo para los judíos europeos, debido al declive económico y al aumento de la islamización. En este ámbito, presenta tres escenarios posibles: aumento de la islamización en el continente, que ya ha provocado la marcha de muchos judíos, una lucha feroz contra la islamización, y luego los judíos y otras minorías sufrirán y se sentirán perseguidas, o un fuerte enfrentamiento entre europeos e islam —y en este escenario los judíos también querrían irse—.   

Como se indicó, la hostilidad hacia los judíos en buena medida es a través de plataformas de redes sociales existiendo un compromiso de las mismas de actuar contra los contenidos antisemitas. Sin embargo, el Centro para la Lucha contra el Odio Digital, una organización sin fines de lucro del Reino Unido y EE. UU., señaló que durante un periodo de seis semanas a principios de este año utilizó sistemas oficiales de quejas para informar cientos de incidentes de odio antijudío y que encontró en Facebook, Twitter, Instagram, Plataformas de YouTube y TikTok, que en el 84% de los casos no se hizo nada al respecto.

Las empresas de redes sociales permiten que los fanáticos mantengan sus cuentas abiertas y que su odio permanezca en línea, incluso las cinco plataformas de redes sociales no actuaron contra el 80% de las publicaciones que contenían la negación del Holocausto, el 74% alegó difamación de sangre, el 70% con caricaturas racistas de judíos y el 70% de las publicaciones neonazis.

En conclusión el antisemitismo es una pandemia que cada vez más cobra fuerza.

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