Enlace Judío.- La organización judía B’nai Brith de Canadá solicita a los ministros del gobierno canadiense que denieguen el permiso de trabajo a la profesora alemana Valentina Azarova en medio de críticas a Israel
B’nai Brith Canada solicitó a los ministros del gobierno canadiense que negaran un permiso de trabajo a la profesora alemana Valentina Azarova si es aceptada para el puesto de directora del Programa Internacional de Derechos Humanos (IHRP) en la Universidad de Toronto.
Azarova estaba descaradamente predispuesta contra Israel, argumentó B’nai Brith.
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La controversia de Azarova ha estado en curso en la Universidad de Toronto durante más de un año.
Azarova solicitó el puesto durante 2020 y fue recomendada por unanimidad por un comité de contratación. Sin embargo, el 9 de septiembre de 2020 se rescindió la oferta.
Valentina Azarova
La prensa canadiense se enteró de una llamada telefónica que ocurrió el 4 de septiembre entre el ex alumno de la Universidad de Toronto y juez fiscal David Spiro y el vicepresidente adjunto de la Universidad, donde Spiro, quien también había sido miembro de la junta directiva del preeminente lobby pro-Israel de Canadá, expresó su preocupación por las opiniones de Azarova sobre el conflicto palestino-israelí.
Inicialmente, Azarova fue recomendada para el puesto debido a su experiencia en inmigración y responsabilidad de la cadena de suministro. Había escrito sobre cuestiones de inmigrantes y la Unión Europea, así como sobre los conflictos en Libia y Nagorno-Karabaj, pero más extensamente escribió sobre el conflicto palestino-israelí.
Adoptó una visión severamente crítica de las acciones de Israel frente a los palestinos.
La proximidad de la conversación telefónica de Spiro al retroceso de la solicitud de Azarova al puesto provocó un alboroto.
Muchos medios de comunicación canadienses informaron que la rechazaron debido a sus opiniones y a la presión ejercida por Spiro. Esto fue a los ojos de muchos un ataque severo a la libertad académica.
La retórica antisemita entró en el debate público, ya que se acusó al “dinero judío” de actuar entre bastidores para controlar el clima académico.
El sentimiento contra la universidad fue tan fuerte que todo el comité de contratación que recomendó a Azarova renunció, y la Asociación Canadiense de Profesores Universitarios (CAUT), que representa a 72.000 profesionales académicos en todo Canadá, votó 79-0 a favor de la censura contra la universidad.
La censura llevó a muchos oradores y donantes a cortar lazos con la universidad.
En un intento por defender sus acciones, la universidad recurrió al ex juez de la Corte Suprema de Canadá, Thomas Cromwell, para examinar el proceso de contratación y las razones por las que Azarova no fue elegida para el puesto.
El informe de Cromwell, publicado el 15 de marzo de 2021, concluyó que “no sacaría la inferencia de que una influencia externa inapropiada jugó algún papel en la decisión de descontinuar la candidatura del Candidato Preferido“.
Según B’nai Brith, la candidatura de Azarova fue anulada simplemente porque no tenía licencia para ejercer la abogacía en el estado de Ontario, necesaria para el puesto.
Sin embargo, la búsqueda de nuevo director del Programa Internacional de Derechos Humanos se reanudó en junio y Azarova recibió una oferta personalmente.
Nadie más recibió una oferta personal, ni ningún otro solicitante se acercó debido a la censura de la Asociación Canadiense de Profesores Universitarios.
Además, la cláusula de que el puesto debe ser ocupado por un médico con licencia desapareció de los requisitos del nuevo puesto de trabajo.
Fue entonces cuando B’nai Brith decidió evitar la lucha en la arena académica y dirigirse a los ministros del gobierno con la esperanza de que incluso si a Azarova se le ofrece oficialmente el puesto, no se le dará un permiso de trabajo y, por lo tanto, no asumirá el cargo.
B’nai Brith justificó sus acciones argumentando que Azarova era esencialmente antisemita.
“La Sra. Azarova fue recomendada hace un año por un comité de búsqueda para el puesto, pero no fue contratada, porque había canadienses calificados que solicitaron el puesto, lo que la hacía inelegible para un permiso y porque no cumplía con los requisitos anunciados”, decía la carta. “Se desarrolló una fantasía antisemita en torno a esta negativa a contratar, lo que llevó a una investigación detallada que desestimó la fantasía”.
“La investigación de Valentina Azarova se ha centrado principalmente en argumentar que el Estado de Israel ha cometido sistemáticamente graves violaciones de los derechos humanos internacionales”, escribió B’nai Brith en una presentación a la investigación de Cromwell.
“Su trabajo ‘académico’ se centra sustancialmente en la demonización, la deslegitimación y el doble rasero cuando se trata del Estado de Israel. Sus asociaciones profesionales incluyen una multitud de organizaciones extremas antiisraelíes… Al Haq tiene vínculos directos con el Frente Popular for the Liberation of Palestine (PFLP), una entidad terrorista incluida en la lista de Canadá, y está dirigida por Shawan Jabarin, un ex agente de alto rango del PFLP. La Sra. Azarova ha participado constantemente en algunas de las plataformas y actividades de propaganda antisionistas más duras como Electronic Intifada, Al Majdal Quarterly (Badil) y la Campaña de Solidaridad Palestina de Irlanda“, escribió B’nai Brith.
B’nai Brith concluyó con una solicitud para denegar a Azarova un permiso de trabajo:
“En nuestra opinión, contratar a la Sra. Azarova para el puesto de directora del Programa Internacional de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Toronto causaría un daño a Canadá al causar un daño sustancial a la Universidad de Toronto, por las razones expuestas en nuestra presentación en la Cromwell Review citada anteriormente. En cualquier caso, el proceso de búsqueda esta vez está tan contaminado como el primero, aunque de manera diferente. Si el proceso de búsqueda actual lleva a una solicitud de un permiso de trabajo para la Sra. Azarova, esa solicitud debe ser denegada”.
Queda por ver qué decidirá hacer el IHRP.
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