Enlace Judío México e Israel –Crisis financiera, crisis educativa, crisis de identidad… ¿Qué está haciendo Vaad Hajinuj para enfrentar estos problemas? Al respecto, conversamos con su presidente, Aarón Wornovitzky, en exclusiva.
2022. “El evento más incómodo”: (Re)aXiona
En una época dominada por la comodidad, en la que la tecnología hace más fácil nuestra vida y la información fluye digerida por las redes para que no tengamos que procesarla cuando llega a nuestras pantallas, los jóvenes de la comunidad judía de México preparan “el evento más incómodo”: (Re)aXiona.
“Hace dos años y medio abrimos una convocatoria pidiéndole a cualquier voluntario que quisiera trabajar en Vaad Hajinuj que lo hiciera. Logramos más de 100 voluntarios, alrededor de 120 voluntarios que dijeron ‘queremos trabajar para la educación de nuestra red educativa judía'”, dice Aarón Wornovitzky, cabeza de Vaad Hajinuj, en entrevista exclusiva con Enlace Judío, para narrar el génesis de este proyecto que hoy nos presenta, y que se llevará a cabo el 19 y 20 de enero, de manera presencial, en las instalaciones del Centro Comunitario Maguen David.
Algunos de los asuntos que serán abordados en (Re)aXiona son incómodos para los padres. “Uno de los temas importantes que hemos trabajado durante mucho tiempo son las fiestas de preparatoria que tenemos. Entonces (la idea es) hablar del tema del alcohol, hablar del tema de las drogas, entre ellos, con gente especialista, no porque la escuela viene y lo presenta, sino porque son los propios jóvenes los que tocan esos temas en una charla de café.”
“Otro tema es el de minorías. Nosotros como una minoría en México, ¿qué estamos viviendo? ¿Qué es lo que nos pasa de manera incómoda? ¿Qué debemos de saber? ¿Hacia dónde debo de enfocarme? Y eso es lo que los jóvenes van a estar platicando de una manera muy abierta. No va a haber una relación de adulto en la cual los van a ir encaminando, simplemente una coordinación de los propios jóvenes que pasaron por ahí hace cuatro o cinco años. Por eso va a ser incómodo.”
La Red y la pandemia
Para Vaad Hajinuj, la organización que reúne a todos los colegios de la red judía de México, 2021 fue un año turbulento pero positivo, pues finalmente ocurrió el ansiado regreso a clases. “La verdad sí estamos muy contentos. Yo, en lo personal, sumamente feliz porque durante 15 meses, la verdad es que parece ser que muchos entes y personas se olvidaron de la educación, se olvidaron de las escuelas”, nos cuenta.
El primer aviso de apertura se dio en mayo, pero apenas 6.7% de los colegios judíos retomaron actividades en junio.
Finalmente, al conocer la manera en que el virus se propaga, así como las medidas de prevención para evitar que lo haga, las escuelas ofrecen un ambiente controlado que permite que las actividades que en ella se realizan sean seguras. “Después de haber revisado toda la literatura, se dijo ‘es que las escuelas no son el principal medio de contagio’. Y realmente eso iba a ser fuera’. Y afortunadamente tuvimos el apoyo. Abrimos todos los colegios, los 13 colegios judíos que tenemos en la red y después de seis meses, el primer semestre escolar, ese es el resultado: (…) los contagios dentro de las escuelas fue realmente muy, muy, muy bajo. Los contagios están siendo fuera de la escuela, en la comunidad, en las fiestas…”
Entonces, ahora el reto más grande que tenemos es que se capitalice toda esa experiencia de ese año y medio y es parte de lo que se está haciendo ya hace seis meses, y se aproveche, y que no tengamos miedo de lo que viene.”
Menospreciada, labor de Morim y Morot
Para Wornovitzky, “el mayor reto que tenemos en los jóvenes que hoy día trabajan en Vaad Hajinuj es que sigan aportando a favor de la educación. Pero ¿sabes una cosa? Esto no se va a lograr si no lo hacemos todos juntos. Hemos mandado muchas cartas a las comunidades y necesitamos estar seguros que en cualquier mesa de Shabat, en cualquier mesa de comida que hacemos en la familia, hablamos bien de nuestros maestros, de nuestras maestras, que realmente los ponemos en el lugar que se merecen.”
Respecto al hecho de que el trabajo de los morim y morot suele menospreciarse calladamente, que impartir educación judía no resulta tan atractivo como carrera para los jóvenes de la comunidad, Wornovitzky dice que el trabajo de todos sus miembros es importante para revertir la situación.
“Si nosotros empezamos a invertir en que los colegios judíos paguen mejor a nuestras morot y morim, más gente lo va a querer hacer. Entonces nosotros como sociedad, como comunidad, somos los que tenemos que empezar a hacerlo. No podemos seguir haciendo como un ente, como la Hebraica, que trabaja muchísimo para eso. Vaad Hajinuj, también las escuelas tratan de capacitar también a sus morot y morim, tiene que ser un tema comunitario.”
El ejemplo vino de un sitio alejado de México y de Israel. “Cuando tuvimos oportunidad de viajar a Finlandia, hace varios años, veíamos realmente ese respeto, ese Kavod que le damos realmente al maestro, la maestra.
“Lo que tengo que hacer es aplaudirle a los maestros y maestras, hablar bien de ellos, enaltecerlos, realmente empezar a generar una cultura a favor de la educación, trabajar para ellos.”
El problema económico y la educación
Pero el déficit de maestros de judaísmo y hebreo no es la única crisis que enfrenta la educación judía en México. Con la pandemia llegó también la crisis económica, que afectó a muchas familias de la comunidad, lo que representa un motivo de estrés adicional para los colegios de la red. “Hoy día tenemos más becas que antes. ¿Qué tenemos que hacer? Tal vez hay que generar ya un fondo comunitario de becas donde podamos apoyar a esas familias, y tenemos que asegurar que cuando nuestros jóvenes van llegando a la preparatoria, van volviéndose inclusive autosuficientes, en lugar de beca, tener un préstamo donde luego vayan a pagar conforme nosotros les dimos la educación adecuada para ser financieramente autónomos.”
Así, los jóvenes podrían comprometerse con su propia educación. Los padres de familia y la comunidad organizada también son parte importante para la mejora educativa. “Entonces, ¿qué esperamos de estos jóvenes? Que sean justamente la mecha que ayude a que esto se haga realidad. Es muy importante tener a los jóvenes, como también tener a la gente con experiencia. Tenemos gente en Vaad Hajinuj que tiene 40, 50, 60, 70 años, trabajando.
Tener menos maestros y docentes
Eso es muy importante porque hoy día nuestros colegios judíos, cada uno de ellos es independiente, trabaja extremadamente bien, pero ahora tenemos que compartirlo con la comunidad y como una sola comunidad, no comunidades divididas, una sola comunidad, apoyar y hablar a favor de nuestra educación formal y dar nuestro granito de arena para que eso pase.
Para Wornovitzky, los problemas de la educación en los colegios judíos no son numéricos sino estratégicos. “Hoy día tenemos una cantidad de maestros y docentes mucho mayor de la que deberíamos. En una mejor práctica debiéramos de tener un adulto en la escuela por cada 13 alumnos. Si tenemos uno a diez, está bien. Nosotros tenemos uno por cada cuatro. Eso quiere decir que tenemos demasiado personal. Nosotros necesitamos tener a los mejores y teniendo a los mejores les podemos pagar mejor.”
¿Colegios judíos, o colegios de judíos?
Dentro de la comunidad, algunas personas piensan que los modelos educativos que siguen los colegios de la red los están convirtiendo en “colegios de judíos”, en vez de colegios judíos. Al respecto, Wornovitzky apunta:
“Tenemos mucha gente que nos habla de la escuela y no ha ido a la escuela. Y no me refiero que vaya a pasearse: que entre a un salón como yo. Me siento en un salón 40 minutos. Tomo notas, tomo fotos, me paso a otro salón, hago lo mismo y estoy de 8:00 de la mañana a 2:00 de la tarde en una escuela y de esa manera te das cuenta de qué pasa dentro del salón de clases.”
Y lo que pasa es que “hoy tenemos de los porcentajes más altos de jóvenes que están trabajando y activando en un movimiento juvenil, en una tnuá, de los más altos que hemos tenido en la historia. ¿Cómo lo explicamos? Porque estamos sacando buenos líderes. Entonces, no es que tengamos una crisis diferente a la que teníamos hace 10, 20 o 30 años. Yo no creo en eso. Lo que sí creo es que necesitamos seguir trabajando para una mejora continua.”
Lo que no estamos haciendo es ese esfuerzo como comunidad. Si nosotros revisamos los planes estratégicos educativos de cada escuela, vamos a ver realmente lo que están haciendo. Y entonces no es que estamos convirtiéndonos en escuela de judíos en lugar de escuelas judías.Todas las escuelas son sionistas, todas la escuelas son pro-Israel y todas las escuelas estamos buscando que tengan el nivel necesario. Entonces, ¿tenemos algunos problemas? Sí. ¿Estamos donde queremos.? No.
“El mundo ha mejorado y nosotros probablemente no a ese ritmo.”
La aparición de nuevas escuelas, ¿signo de inconformidad con la oferta existente?
Al respecto, Wornovitzky dice que “dentro de la red judía, mi opinión muy personal es que no tenemos muchos modelos educativos, muchas de nuestras escuelas son similares. No es que uno pueda decir ‘es que la escuela A tiene un modelo educativo y la escuela B tiene otro’. Son bastante similares lo que estamos viendo como padres de familia.”
Quizá radique en esa falta de pluralidad de modelos la razón por la que muchos padres optan por mandar a sus hijos a escuelas que no forman parte de la red. “Aquellas que se generan fuera de Vaad Hajinuj y fuera de la red educativa están teniendo muchos problemas. Ojalá les vaya muy bien porque son, al final de cuentas, nuestros niños y jóvenes, pero lo que tenemos que asegurar es que, si vamos a generar nuevos modelos educativos, realmente lo hagamos dentro de un entorno que nos ayudemos todos.
Finalmente, admite que “yo no diría que estamos en una crisis, pero sí diría que se viene un problema si nosotros no lo atacamos de inmediato. Y lo que sí me parece es que lo estamos haciendo muy lento. Necesitamos apresurarnos, tomar acciones muy rápidas y eso es lo que tenemos que asegurar que pase.”
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