Bassam Tawil/ La escuela palestina de terrorismo

Niños palestinos con diademas de Hamas participan en una manifestacion contra la decision del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de reconocer a Jerusalen como la capital de Israel, en la Franja de Gaza (credito de la foto: IBRAHEEM ABU MUSTAFA / REUTERS)

Enlace Judío.- Un profesor de una escuela palestina y tres escolares estuvieron directamente implicados en la reciente oleada de atentados terroristas contra israelíes en Jerusalén y Cisjordania. Esto no sorprendió a quienes conocen el odio y la incitación constantes contra Israel en las escuelas y los libros de texto palestinos, así como en los medios de comunicación, las mezquitas y los campus universitarios, publicó Gatestone Institute.

El 21 de noviembre, Fadi Abu Shkhaydam, profesor de secundaria de 42 años del campo de refugiados de Shuafat, en Jerusalén, mató a tiros a Eli Kay, un inmigrante sudafricano de 26 años. El atentado tuvo lugar en la Ciudad Vieja de Jerusalén. Otras cuatro personas resultaron heridas antes de que el terrorista fuera abatido por la policía.

Abu Shkhaydam era profesor de estudios islámicos en la escuela masculina Al-Rashidiyeh, en el este de Jerusalén. El hecho de que la escuela esté gestionada por el Ayuntamiento de Jerusalén (de Israel) no molestó al terrorista, que posteriormente fue descrito como miembro de Hamás.

Abu Shkhaydam no tenía ningún problema en recibir un salario de un municipio israelí mientras seguía vomitando odio contra Israel en su calidad de “predicador” y “erudito” en varias mezquitas de Jerusalén.

El año pasado, Abu Shkhaydam dijo durante un sermón de la oración del viernes que “los maestros judíos y cristianos de la herejía” forman parte de un esfuerzo para luchar contra la ley islámica de la sharía y difundir la injusticia. También dijo que los judíos y los cristianos y otros opositores a la ley de la sharía están dirigidos por el diablo y financiados por el “sucio dinero” de “esos beduinos” de los Emiratos Árabes Unidos.

En un testamento que supuestamente dejó, Abu Shkhaydam reveló que llevaba mucho tiempo planeando el ataque terrorista: “Escribo estas palabras con gran alegría; pongo fin a años de duro trabajo con un encuentro con Dios”. El terrorista dijo que había elegido este camino para complacer a Dios y alcanzar el cielo. También afirmó que el ataque terrorista tenía como objetivo defender la mezquita de Al Aqsa.

Cuando terroristas como Abu Shkhaydam hablan de la necesidad de defender la mezquita de Jerusalén, se refieren a las visitas pacíficas y rutinarias de los judíos al Monte del Templo, el lugar más sagrado del judaísmo.

En contra de lo que afirman la Autoridad Palestina, Hamás y otros grupos palestinos, los judíos que visitan el lugar no pisan la mezquita de al-Aqsa. Los visitantes judíos se ven obligados a recorrer el recinto del Monte del Templo bajo protección policial debido a las amenazas de los palestinos, que siguen negando la historia judía o los vínculos con Jerusalén.

Los líderes palestinos y los yihadistas como Abu Shkhaydam llevan mucho tiempo describiendo las visitas judías como “incursiones” violentas en la mezquita de al-Aqsa, lo que, huelga decir, es una mentira total y una calumnia de sangre.

Abu Shkhaydam y los líderes palestinos no perdieron ninguna oportunidad ni plataforma para difundir el libelo. El terrorista utilizó todas las tribunas disponibles en las mezquitas para incitar a la violencia contra los no musulmanes, especialmente los judíos y los cristianos.

Como profesor y predicador de mezquitas, Abu Shkhaydam sin duda transmitió su veneno a muchos palestinos, especialmente a los niños a los que enseñaba en la escuela y a los que asistían a sus sermones de los viernes.

No es de extrañar, pues, que los adolescentes palestinos cojan cuchillos o pistolas y se lancen a asesinar judíos en Jerusalén y Cisjordania.

A los jóvenes terroristas les han lavado el cerebro los líderes palestinos y los “eruditos” que vomitan odio contra Israel y los judíos a diario.

Sus líderes les dicen que los judíos están “profanando” los lugares sagrados del Islam y que es su deber defender la mezquita de al-Aqsa.

Además, se les asegura que cualquiera que muera mientras lleva a cabo un ataque terrorista contra los judíos es un “mártir” cuyo lugar en el cielo está garantizado.

A principios de este mes, una escolar palestina de 14 años apuñaló e hirió a una mujer judía que se dirigía a dejar a sus hijos a la escuela. El incidente tuvo lugar en el barrio de Sheikh Jarrah, al este de Jerusalén. La niña huyó a su escuela, situada a sólo unos cientos de metros. Poco después fue detenida por la policía israelí.

Los libros de texto basados en el plan de estudios del Ministerio de Educación de la Autoridad Palestina y encontrados en la bolsa de la niña demostraban la cantidad de incitación salvaje contra las Fuerzas de Defensa de Israel y los colonos judíos, así como la glorificación de los “mártires”. Los libros de texto se basan en el plan de estudios del Ministerio de Educación de la Autoridad Palestina.

Por ejemplo, en la página 61 del libro de estudio de lengua árabe hay un ejercicio de comprensión de lectura que contiene una historia que describe el incendio con cócteles molotov de un autobús israelí perteneciente al asentamiento de Psagot, cerca de Ramallah.

El supuesto intento de quemar vivos a los pasajeros judíos se describe con orgullo en el libro como una “fiesta de barbacoa”.

El libro de Ciencias Sociales encontrado en la bolsa de la niña afirma que “la resistencia armada es un derecho natural y legítimo destinado a oponerse a la ocupación”. En el libro aparecen fotos de las masacres que los árabes cometieron contra los judíos en la ciudad de Hebrón en 1929.

Según el Instituto para el Seguimiento de la Paz y la Tolerancia Cultural en la Educación Escolar (IMPACT-se), los libros de texto palestinos “siguen siendo abiertamente antisemitas y continúan fomentando la violencia, la yihad (guerra santa) y el martirio, mientras que la paz sigue sin enseñarse como algo preferible o incluso posible”.

El estudio realizado por IMPACT-se constató que los dirigentes palestinos no han cumplido su promesa a los donantes occidentales de cambiar los libros de texto. El estudio demostró, de hecho, que los nuevos libros de texto publicados eran incluso más radicales que los anteriores.

“Hay una inserción sistemática de la violencia, el martirio y la yihad en todos los grados y asignaturas”, concluyó el estudio.

“El nacionalismo extremo y las ideologías islamistas están extendidos por todo el plan de estudios, incluidos los libros de texto de ciencias y matemáticas. Se rechaza la posibilidad de la paz con Israel. Cualquier presencia histórica judía en los territorios actuales de Israel y la Autoridad Palestina se omite por completo en los libros de texto. La historia y el patrimonio judíos se representan como falsificados; los lugares sagrados judíos se representan como zonas musulmanas usurpadas por los sionistas”.

Un libro de texto de historia palestina de undécimo grado da a entender que los judíos controlan el mundo. En otros libros de texto, los judíos son caracterizados como mentirosos pecadores y estafadores que se entienden como los “enemigos del Islam en todos los tiempos y lugares”. Un capítulo de educación islámica enseña claramente que los judíos son corruptos y están condenados a la destrucción ya que su “corrupción de la tierra fue y será la causa de su aniquilación”.

El estudio también descubrió que los judíos e Israel son vilipendiados en mayor medida que en los planes de estudio anteriores y que el antisemitismo está más presente en todo el programa. A Israel se le describe sobre todo como la “ocupación sionista”. Los libros de texto demonizan a Israel, y los judíos son difamados y presentados como un rival del Islam. “En resumen, no se fomenta la coexistencia en todo el plan de estudios”, según el estudio.

Esta es precisamente la retórica que anima a los escolares a cometer ataques terroristas contra los judíos. Aquellos que hacen la vista gorda ante esta sangrienta incitación y antisemitismo están en realidad dando luz verde a los terroristas para que continúen con su yihad asesina contra los judíos.

Este es el veneno que se está inyectando en los corazones y las mentes de los palestinos en el mismo momento en que la administración Biden sigue hablando de financiar a la Autoridad Palestina y de la necesidad de reactivar el proceso de paz entre Israel y los palestinos.

La administración Biden parlotea sobre la paz y una “solución de dos estados” mientras los líderes palestinos hacen todo lo posible para preparar a la próxima generación para clavar más cuchillos a los judíos.

Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío

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Silvia Schnessel: Silvia Schnessel es corresponsal de Enlace Judío en España. Docente y traductora, maneja el español, el hebreo, el francés, el inglés y el catalán. Es amante del periodismo, del sionismo y de Israel.