Enlace Judío México e Israel – La comunidad judía de Chile se encuentra expectante frente al nuevo gobierno que encabezará Gabriel Boric quien se ha expresado sobre el Estado de Israel como uno “genocida”, y se ha comprometido con los palestinos chilenos en un proyecto de ley, redactado en el Congreso, que pide el boicot de bienes, servicios y productos de los asentamientos israelíes.
La comunidad judía de Chile es una entidad sionista, que está con el Estado de Israel
“Le falta información” al Presidente electo, sostiene Gerardo Gorodischer, presidente de la comunidad judía de Chile, en entrevista exclusiva para Enlace Judío. “Hemos venido trabajando para establecer algunos lazos de comunicación y de alguna manera poder hacerle llegar nuestra visión de la otra cara del conflicto.”
Gorodischer asume que es un momento delicado para los judíos chilenos, ante un mandatario electo que no ha reparado en las palabras para mandar señales muy claras de su posición adversa a Israel.
Gorodischer dice que “nosotros como comunidad judía de Chile somos una entidad sionista absolutamente, que estamos con el Estado de Israel, sin ninguna duda. Tenemos mucha cercanía a nuestras raíces, parientes, familia.”
Precisa Gorodischer que, como comunidad, mantienen una muy buena relación con el Estado de Israel, pero no necesariamente con los gobiernos de turno.
En la actualidad, Gorodischer afirma que ve una “tremenda oportunidad” por el mismo hecho de que Israel tiene un gobierno plural, con un congreso “totalmente diverso”, eso mismo permite un canal de comunicación con los parlamentarios chilenos y también mostrar una cara distinta al presidente electo. “Yo creo que esos son elementos muy interesantes que podrían redefinir o adecuar un pensamiento, lo cual nosotros estamos esperanzados que así sea.”
Gabriel Boric, ¿antisemita o anti Israel?
Si se toma como referencia el significado moderno de antisemitismo, que tiene que ver con la IHRA (Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto), el discurso de Boric cae dentro de esa implicación negativa, señala el presidente de los judíos chilenos.
Asegura que las mujeres de la comunidad judía de Chile escribieron una carta a Boric para explicarle las diferencias entre “judío”, “israelí” y otros términos que pueden prestarse a confusiones.
Según Gorodischer, las mujeres buscaban que el Presidente moderara su discurso para evitar encender prejuicios dentro de la sociedad chilena contra sus compatriotas judíos.
Chile podría volverse el único país con ley BDS
Sostiene el representante de los judíos chilenos que sin duda el conflicto palestino-israelí no debería ser un tema, porque Chile y el mundo en general están llenos de conflictos y de situaciones bastante más importantes que estar preocupados de un asunto que ocurre a 17000 kilómetros distancia.
“Pero ahí salta el tema de los compromisos que él adquirió con miembros de la comunidad palestina… el tema de los derechos humanos del pueblo palestino y el de tener una ley o una resolución tipo BDS acá en Chile, que sería la única en los países democráticos; entonces, él tiene esos compromisos y vamos a ver cómo va a desarrollarlos; y ahí estamos muy atentos para ver cómo hace ese acercamiento a ese tipo de cosas que son bastante negativas para Israel.”
Todo eso lo resiente la comunidad, subraya Gorodischer, porque tiene claramente una imagen, una conexión con Israel, muy cercana. “Entonces hay todo un tema ahí que nos tiene preocupados.”
La visita de Boric a Palestina, lo predispuso a asumir una postura anti-israelí. Invitado por la comunidad palestina, el ahora presidente electo de Chile pudo “atestiguar” la manera en que los palestinos viven el conflicto desde su lado.
El líder comunitario advierte que “es esto un asunto bien confuso, una manera de cómo se manejan este tipo de situaciones allá para generar una opinión en un comentario, la opinión pública y sobre todo los líderes, para que vean que efectivamente los israelíes tratan, dicho por ellos, no por mí, de una manera poco cuidadosa, respetuosa, cuidadosa al pueblo palestino.”
Eso genera adhesión a la causa palestina, dice nuestro entrevistado. “Eso provoca que vuelvan a Chile a tratar de sacar resoluciones sin medir o sin conocer la otra mirada de lo que se vive allá.”
Agrega que “cuando nosotros invitamos a líderes de opinión, los llevamos a ambos lados, hacemos las reuniones con dirigentes y con líderes de opinión, también de la Autoridad Nacional Palestina y también de la Knesset, para que vean y conozcan ambos lados de la moneda y saquen sus propias conclusiones.”
Ciudadanos chilenos
Gerardo Gorodischer admite que quizás fue un error de la comunidad judía chilena no invitar a Boric, “pero fue un error complejo”. Afirma que los intentos se hicieron, pero dado que Boric “estaba cercano a la izquierda y al mundo pro-palestino, había como una barrera que no permitía permear.”
Ahora, para el líder comunitario, los suyos han “generado los canales de comunicación; y como decimos en Chile, otra cosa con guitarra, somos ciudadanos chilenos por lo que esperamos que nos escuchen y respeten como tales”.
No obstante, Gorodischer cree “tener oportunidades para poder sacar adelante esto y trabajar, sobre todo en la postura que tiene el presidente electo. “Si bien es cierto, puede haber partido en un extremo muy radical, pero se ha ido centrando porque sabe que es la única forma de poder gobernar y hacer las transformaciones que él pretende.”
Por la conformación del parlamento, sin mayoría para el ganador, Gerardo Gorodischer afirma que el presidente tendrá que hacer acuerdos con la oposición: “Vamos a tener un ejercicio muy interesante, muy necesario y muy reflexivo para el pueblo de Chile en general; y espero que también el tema de Israel sea trabajado bajo ese mismo prisma, lograr que él tenga un conocimiento mayor y se haga una opinión, para poder ver si mantiene, modifica o modera su postura (…). Hay que esperar y ver qué ocurre”.
La desproporción de los números : 450,000 palestinos y 18,000 judíos chilenos
Respecto a los incidentes antisemitas que se han vivido en Chile, donde la comunidad palestina es mucho más numerosa que la judía, el líder de los judíos chilenos expresa:
“Los judíos estamos entre 15 mil y 18 mil activos dentro de la comunidad; mientras que la comunidad palestina de Chile son 400 mil.”
Entonces —continúa Gorodischer—, “más allá de eso, efectivamente hay un tema de cuantía, de poder y de capacidad dentro de los distintos niveles (…). Pero también hay que entender que no es toda la comunidad palestina. Igual aquí yo la dividiría en tres (sectores), digamos. Hay uno que está más radicalizado; después hay uno en medio, que tiene sus sentimientos claramente y que defiende la causa, pero cree que se puede cohabitar. Y hay otra, alguien que no le interesa nada ( de la causa palestina) y se olvida.
Y no hay que olvidarse que son palestinos cristianos, no son musulmanes.
Entonces también hay una connotación en la cual a ellos de repente se les pierde un poco la figura de que hoy día los cristianos en Palestina o en Gaza prácticamente no existen; hay como una contradicción importante dentro del tema.”
Orígenes compartidos
Tanto los judíos como los palestinos llegaron a Chile en 1918, recuerda Gorodischer. “La comunidad palestina chilena llegó escapando del Imperio Otomano en 1918; claro, entonces era perseguida. Hay algunos que nacieron en el año ’52, por ejemplo, y ellos reivindican y culpan a Israel, siendo que nacieron en Jordania —de acuerdo con los mapas de entonces.
Además, los palestinos y los judíos, quienes llegaron juntos en 1918 y quienes entablaron entrañable amistad,empezaron a envejecer, entonces empiezan a aparecer los hijos y estos no necesariamente son tan amigos. Y empieza toda una educación respecto al conflicto que antes a lo mejor no la tenían, no estaba tan presente. Y a partir del año mil novecientos setenta y ocho, en Chile se abre la primera oficina de la OLP, el primer lugar del mundo que se abrió una oficina.
“Hubo gente que lideró el proyecto -prosigue el representante judío chileno- creyó en las reivindicaciones que tenían y trajo a Chile el movimiento, con un con un entramado con la izquierda chilena y que no es solamente de Chile; a nivel mundial también hay una cercanía con el conflicto palestino- israelí muy cercano a la izquierda, llegando a ser hoy en día más transversal y tocando algunos miembros de la derecha”.
Agrega que “soy un convencido de que para Israel lo mejor que puede pasar es que haya un país espectacular al lado de Israel y que haya cooperación entre ambos”.
En Israel, dijo, los palestinos trabajan en instituciones, las cuales no son solamente privadas “y a la hora de trabajar en conjunto y salvar vidas, salvan vidas .”
Hay algunas situaciones que empiezan a escapar de la mano
A pregunta expresa sobre la relación entre judíos y palestinos en Chile, Gorodischer responde que dependiendo de con cuál de los sectores se comunican hay una distinta relación. “Yo tengo amigos que son palestinos. Conversamos, por supuesto, que con algunos se tocan los conflictos, con otros no; con la dirigencia palestina de Chile tenemos una comunicación formal para poder atender alguna urgencia, especialmente cuando las situaciones se empiezan a escapar de la mano.”
En general —abunda— las relaciones entre la comunidad palestina y la judía “han sido buenas; hasta, yo diría, que en el año 2000”, tras lo cual comenzó “un proceso de radicalización” atizado por la Segunda Intifada.
Boric o Jadue, las diferencias
Primero que nada –apunta el entrevistado-, “Daniel Jadue ha demostrado a través del tiempo que tiene rasgos importantes de ser antisemita. Boric no; cuando digo eso, una cosa es estar contra Israel y otra cosa es estar contra los judíos”.
Gorodisher afirma que claramente Jadue es una persona que ha defendido la causa palestina.“Y él tiene una terminología para diferenciarse para que no le dijeran que era antisemita, él se refiere a la comunidad sionista de Chile. Y eso, sin duda, genera antisemitismo de por sí y permanente. Es lamentable”.
“Es un tipo –prosigue Gorodisher- muy preparado, un tipo muy inteligente y por lo mismo muy peligroso. Lo cual lo hace el gran responsable de que la comunidad palestina esté tan radicalizada últimamente”.
Pero no es el caso de Boric; creo que él tiene otra historia, otra raíz y tiene un conocimiento adquirido del conflicto que lo hace un poco distinto.
El canal de diálogo con Boric
El presidente de la comunidad judía chilena resalta que se están organizando algunos encuentros con gente cercana al presidente electo. “No ha sido tarea fácil entrar”.
Sin embargo confía en que miembros de la comunidad judía que son parte de los partidos de su coalición puedan interceder y facilitar los encuentros. “La semana pasada, antes de la elección, yo tuve un encuentro con gente cercana al candidato; estuve con su mano derecha, que es Giorgio Jackson, y conversamos abiertamente su postura y la nuestra; aclaramos puntos y vamos a tener que trabajar juntos”.
El entrevistado cuenta que ahí se dejó en claro que Israel es un tema, pero los judíos chilenos son una parte de la sociedad, una comunidad que trabaja y entrega mucho al país. “Y no es un por sacarlo en cara, pero nosotros sí tenemos mucho trabajo social gracias a los valores judíos; estamos trabajando con distintos grupos en varias regiones y ciudades para colaborar con el crecimiento de la sociedad chilena”.
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