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domingo 22 de diciembre de 2024
Historia de los Chuetas con Dani Rotstein y Genie Milgrom

La Comunidad judía entera entró a la Iglesia de Santa Eulalia y salió bautizada. Los chuetas, ayer y hoy

Enlace Judío México e Israel – Antes de la gran expulsión de España, los judíos de Mallorca sufrieron el horror de la Inquisición. Sus descendientes conversos, los chuetas,  sufrieron discriminación hasta hace muy poco y hoy en día luchan por ser aceptados como judíos en una pequeña comunidad que los ve con recelo.

Cuando Dani Rotstein llegó a Mallorca, España, en el año 2014, pensó que era el único judío en la isla. Proveniente de Nueva York, el productor publicitario había sido contratado por Palma Pictures, una casa productora local. Al enterarse de que era judío, un compañero de trabajo le habló de una sinagoga. “Puedes ir a rezar ahí”, le dijo.

Rotstein visitó la sinagoga y, como era ortodoxa, hombres y mujeres rezaban separados. En algún momento, el oficiante (que no era un rabino, pues en ese entonces la comunidad carecía de uno) anunció que se saltarían el Kadish por falta de minián. “¡Cómo!”, pensó Rotstein, quien podía contar claramente 14 hombres entre los asistentes.

Uno de ellos le explicó el motivo: “Es porque algunos de los hombres no son judíos: son chuetas.” Esa fue la primera vez que Rotstein escuchó aquella palabra. Ahora, casi ocho años más tarde, no solo sabe mucho sobre la historia de esa rama de los criptojudíos españoles sino que ha filmado, junto con Ofer Laszewicki y Felipe Wolokita, un documental que da cuenta de ella, al tiempo que retrata las vidas de los actuales judíos practicantes de la isla.

Para saber más sobre la cinta, las motivaciones de su realizador y la situación actual de esa minúscula comunidad, Enlace Judío conversó tanto con Rotstein como con la persona que ha servido como liga entre el cineasta y este medio de comunicación, Genie Milgrom, quien a su vez desciende de criptojudíos y hoy es una practicante ortodoxa que alguna vez tuvo que seguir el llamado de su “alma judía”, abandonar el catolicismo y buscar sus raíces.

Xueta Island, el documental

“Este documental que acaba de salir hace pocos meses ha nacido con la colaboración entre los otros dos directores (…) y nosotros tres hemos decidido juntos para documentar a una serie de actividades que estaba pasando en Mallorca, donde vivo yo actualmente, porque cada septiembre hay un mes, o quizá ahora están alargando a dos meses, de celebrar y divulgar la cultura judía en Mallorca”, narra Rotstein.

“Entonces, decimos para grabar todos los eventos culturales que estaban pasando por ahí. Y hemos hecho entrevistas, sobre todo con gente que tiene dos apellidos chuetas, que significa que son descendientes católicos de los judíos conversos de la isla”, agrega.

Al realizar dichas entrevistas, los cineastas se dieron cuenta de que, más que hacer un documental histórico sobre la muy antigua historia de los chuetas, les interesaba retratar la vida judía de sus descendientes en la época actual.

Los chuetas, criptojudíos de Mallorca

Sin embargo, Xueta Island también cuenta la historia de los criptojudíos de Mallorca, una comunidad perseguida brutalmente durante la Inquisición, cuyos miembros debieron someterse a la conversión al catolicismo o sufrir las consecuencias: prisión, tortura y asesinato, incluso antes que los judíos peninsulares y con menos opciones de exilio, al estar literalmente aislados en el mar.

“No solamente en una isla, sino en un barrio que se llama la Chuetería, como una calle que se llama Carreta de la platería, porque muchas de las familias judías, pero en las familias chuetas estaban trabajando en la orfebrería, con las joyerías”, cuenta Rotstein.

“En 1990, tú podías caminar por calles de la platería, solamente joyerías con los nombres, con los apellidos de los chuetas, Miró, Bonnín, Segura y todo el mundo sabía que esas eran familias chuetas”, pues llevaban alguno o varios de los 15 apellidos que caracterizan a esa comunidad, y que todavía hoy llevan miles de personas dentro y fuera de Mallorca.

Aún conversos al catolicismo, los chuetas enfrentaban, ya desde la época de la Inquisición, el rechazo del resto de la comunidad. En parte, porque muchos seguían observando el judaísmo a escondidas. Aunque también eran discriminados quienes honestamente deseaban asimilarse, lo que los fue condenando al ostracismo. “Es decir, las familias chuetas siempre se estaban casando entre ellas, esas 15 familias, desde 1500, 1600 hasta, yo diría, 1930, 1940, algo así.”

Los chuetas actuales

El universo chueta de Mallorca es tan complejo que Rotstein puede identificar cinco grupos diferenciados por sus actitudes respecto a esa identidad común, compartida por unas 20,000 pertenecientes a las mismas 15 familias.

“Uno es el grupo más pequeño. Digamos que solamente hay 10 o 15 personas que han retornado a su judaísmo”, nos cuenta. “No es un grupo grande, están buscando sus raíces. Hay que cambiar su estilo de vida, hay que dejar de comer marisco y cerdo, que hay mucho de esto en Mallorca…”

El segundo grupo es uno “muy interesante, que no quieren saber nada de religión. No les interesa convertirse o retornar, pero les interesa mucho la cultura judía. Ellos siempre se apuntan a las películas que tratan del Holocausto en Mallorca o a esos eventos culturales que nuestra asociación cultural Limud Mallorca está preparando para para la sociedad mallorquina.”

El tercer grupo es más grande y se trata de gente a la que “le da igual. Sabe que tiene este apellido distinto, pero no le interesa ir a la misa, no le interesa ir a la sinagoga, no quiere saber nada de esto.”

También está “un grupo a lo mejor lo más interesante, que ni sabe que tiene esa identidad, tiene estos apellidos pero no saben porque las familias mayores no quieren hablar de esto, porque ellos quieren dejarlo. Ya han sufrido bastante, fueron bastante discriminados hace siglos.”

Finalmente, hay un grupo de católicos muy observantes. “Yo fui a una de las joyerías (de la calle Platerías). Cuando estoy empezando a dar las rutas turísticas sobre el barrio judío de Palma, entré en esto y he dicho (a la propietaria) ‘ah, estoy haciendo una investigación sobre la historia judía en Mallorca. Tú tienes uno de esos apellidos famosos, Bonín: eres chueta, y me han dicho ‘no, no, no. Soy católica, soy muy católica. Yo yo no quiero hablar de esto’ y básicamente me han hecho salir de su joyería.”

Parentezco con Luis de Carvajal

Aunque su origen no es chueta, Genie Milgrom entiende muy bien la perspectiva de los descendientes de judíos conversos por la fuerza. También el rechazo que sufren tanto de sus familias y comunidades como de otros judíos, que no acaban de aceptarlos.
“Las personas que están regresando a sus raíces en los últimos cinco o diez años están encontrando” esas resistencias. “Yo trabajo con comunidades de Monterrey. Yo les enseño, tienen mi WhatsApp, me llaman, me preguntan, o sea, estoy enseñando los martes por la noche en el WhatsApp, clases de judaísmo, historia judía, cultura, todo lo que me pidan enseñar y el resto de la comunidad judía tradicional los rechaza”, narra nuestra entrevistada, quien nació en Cuba, vive en Miami, y tiene insólitos nexos con México.

“Luis de Carvajal, cuando llegó con su familia a México, dejaron atrás dos o tres (miembros de la familia). Una de las que dejaron atrás fue la hermana de su mamá, de su abuela, que se llamaba Francisca y esa Francisca se casó con un tío abuelo mío y entonces de ahí salió la descendencia de Luis de Carvajal (…), entonces, tengo ese parentesco de ascendencia pero no descendencia de Luis de Carvajal.

El trabajo de Milgrom es apasionado y extenuante. Su teléfono suena todo el tiempo y a menudo tiene que consultar con su esposo, un rabino, antes de aconsejar a los miembros de su comunidad virtual, que no saben cómo seguir ciertas leyes o cómo hacerlas compaginar con la realidad del mundo en el que viven.

“Yo trabajo con una comunidad que está en Armenia, en El Salvador, que nadie conoce. Son 500 personas y ya llevan muchísimo tiempo. Esto no es algo que empezó ayer (…) ¿Por qué Dani hizo una película (sobre el tema)? ¿Por qué yo estoy continuamente hablando de esto? Porque es que todavía estamos aquí (…). Hacemos esto para seguir haciendo la información y explicar que en Mallorca, que en España, en Portugal, en Nicaragua o en México hay muchas personas con estas raíces que las están abrazando, no las están rechazando y todos debemos de estar conscientes para no rechazar a toda esta gente.”

Quemados vivos: “He nacido judío y moriré judío”

Dani Rotstein narra la historia del genocidio chueta con bastante precisión. Refiere los ataques que los judíos de Mallorca sufrieron muchos años antes del infame edicto de los Reyes Católicos, en 1492, y se detiene en la trágica historia de quienes murieron quemados en una hoguera en 1691.

“En 1435 iba a hacer otro ataque y los judíos decidieron a convertirse para salvar su vida. Las opciones de los judíos de Mallorca en este año era convertirse o morir (…). “Cientos de judíos entraban en una iglesia que aún queda ahí, la iglesia de Santa Eulalia, en 1435. Sirvieron agua sagrada como bautismo y salieron como cristianos, entonces eso es súper importante, porque en 1492, cuando había la expulsión de los judíos, no había nadie que salió de Mallorca porque ya eran convertidos, oficialmente eran cristianos.”

Esos judíos de Mallorca practicaban su religión a escondidas, como lo hacían los judíos de Portugal y de otras partes del mundo. “Entonces, había nuevos cristianos y antiguos cristianos, y ahí es donde empezaba la diferencia. Porque claro, si tú eres un nuevo cristiano y estás guardando el judaísmo en secreto, no quieres que tu hijo o hija va a casarse con un cristiano antiguo porque va a venir y va a ver a vosotros encendiendo las velas por noche de viernes y va a decir ‘¡oh, ellos están haciendo algo raro y la Inquisición está buscando este gente!’.”

Así comenzó a aislarse la descendencia chueta. “Entonces, había criptojudaísmo hasta 1691, porque ahí es cuando había uno de los muchos autos de fe grandes en tres años.” Poco antes, 40 judíos intentaron escapar de la isla pero una tormenta se los impidió.

“Cuando estaban regresando al barrio judío fueron pillados por la Inquisición.” Fueron torturados por tres años, matados mediante el garrote y quemados en una gran hoguera, ante una multitud de 30 mil espectadores, que según las crónicas de la época, observaron jubilosos la masacre.

En el sitio donde aquello ocurrió, dice Rotstein, hay una placa memorial desde apenas hace tres años. Pero como si el martirio de aquellos condenados no bastara para ejemplificar el horror del antisemitismo católico de esa época, hubo tres judíos más que, al negarse a abdicar de su fe, fueron quemados vivos.

“Sus nombres son Catalina Tarongí, Rafael Valls, el rabino de esa época y Rafael Benito Tarongí, el hermano menor de Catalina”, narra Rotstein. “Y eso es un poco esto para para contar la historia, porque es importante que la gente sabe de dónde son y hablan de identidad. Habla de historia. Yo realmente creo que si podemos comunicar la historia bastantes veces, ojalá no se va a repetir. Esa es un poco nuestra idea.”

De vuelta al presente, con los ojos en el pasado

Cuando Dani Rotstein llegó a Mallorca pensó que era el único judío de la isla. Cuando visitó la sinagoga se dio cuenta de que había dos clases de judíos más: los chuetas y los otros. Una división cuyo trabajo intenta eliminar.

“En esta comunidad hay sefardíes que viene de Norte África, de Melilla a Ceuta, por ejemplo. Hay muchas personas ashkenazi que han empezado este sinagoga desde Inglaterra originalmente, y es muy curioso porque es de gente que han fundado esta sinagoga en 1971”.

En los años noventa, acudió a sus puertas “un grupo de chuetas que se han entrado, que querían saber sobre sus propias raíces, fue llamando a la puerta y han dicho ‘hola, somos hermanos, nos hemos tratado como judíos por siglos, nos gustaría entrar, nos gustaría saber sobre qué es el judaísmo’.”

Pero sus hermanos les cerraron la puerta en la cara porque no sabían nada sobre la existencia de los chuetas. Finalmente, y con ciertas restricciones, comenzaron a aceptarlos. “Entonces, después de años, finalmente los chuetas que querían entrar en la sinagoga los han dejado y fueron recibidos como miembros después de hacer su propio proceso de conversión o retorno.”

La actitud de los ortodoxos de Mallorca es comprensible, desde la perspectiva de este cineasta judío, pues dejar entrar a la comunidad a cualquier persona que se dice judía pero no habla hebreo ni sabe nada sobre el judaísmo, es un tanto conflictivo.

El proceso de readopción ha sido propiciado por el rabino “Nissán Ben Abraham, que es chueta, que es uno de los dos rabinos en el mundo que son originalmente de Mallorca”, dice Rotstein.

El rabino chueta

“Su nombre original es Nicolau Aguiló es uno de los apellidos chuetas, y era (judío) de parte de padre. Entonces, su madre no era chueta. Por lo tanto, él se convirtió. En 1979 ha hecho aliyá, se ha mudado a Israel y ahora tiene 12 hijos y vive en Israel. Y es una cosa muy importante que me gustaría comunicaros, que en junio del año pasado, para la primera vez en más de diez años, tuvimos la oportunidad de recibir apoyo económico para contratar un rabino y hemos decidido confirmar obviamente con la visa. Entonces, él vive en Israel actualmente, pero viaja 10 días del mes para estar con nuestra comunidad y es nuestro líder espiritual.”

El rabino asiste a dos celebraciones de shabat cada mes y a las fiestas mayores. “Y es algo impresionante cuando lo piensas así: es el primer rabino originalmente de Mallorca en 600 años y es como una manera de decir que la Inquisición no ha ganado. Intentaba a matar la semilla del judaísmo de Mallorca y no se muere porque ya han vuelto después de 600 años.”

 

Actualmente en Mallorca, “somos como 500, a lo mejor 1,000 judíos viviendo en la isla. Pero yo creo que lo que podemos tener en común es esta historia compartida, es que la historia de los chuetas es la historia judía global y la historia judía es de los chuetas. Entonces, a lo mejor podemos colaborar y hacer una comunidad donde todo tipo de judío que quiere venir está respetado y está bienvenido. Esa es la intención.”

La cinta Xueta Island se está exhibiendo en diversos festivales de cine judío en Estados Unidos y también puede verse en línea, desde cualquier parte del mundo. Si quieres más información, visita su sitio web: https://xuetaislandthemovie.com/

Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío

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