Guardia Revolucionaria de Irán amenaza con atacar “bases sionistas” en Irak

Enlace Judío.- El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán amenazó el viernes con atacar las “bases sionistas” en Irak, días después de lanzar misiles contra la capital del Kurdistán iraquí, informó The Times of Israel.

El IRGC reclama el “derecho natural de destruir cualquier base desde la cual se lanzó algún ataque” contra la República Islámica, días después de atacar un supuesto sitio israelí en Erbil

“Si los funcionarios iraquíes no toman medidas para eliminar otras bases de los sionistas en ese país mientras nuestra seguridad continúa siendo amenazada desde esta región, responderemos sin dudarlo”, dijo el portavoz del IRGC, Ramazan Sharif, según la agencia de noticias semioficial Fars News.

“Es nuestro derecho natural destruir cualquier base desde la cual se lleve a cabo algún ataque contra la seguridad de Irán y esto es una línea roja para nosotros”, agregó.

A principios de esta semana, alrededor de 12 misiles iraníes alcanzaron objetivos en la ciudad de Erbil, en el norte de Irak. Algunos aterrizaron cerca del consulado estadounidense.

Irán afirmó que golpeó bases israelíes en el ataque, calificándolo de represalia por un ataque israelí en Siria que mató a dos miembros de su Guardia Revolucionaria la semana anterior.

No se reportaron heridos en el ataque a Erbil. Pero marcó una escalada significativa entre EE. UU. e Irán y molestó a los líderes iraquíes, que lo calificaron como una “violación del derecho y las normas internacionales” y convocaron al embajador iraní en Bagdad a modo de protesta. La hostilidad entre Estados Unidos e Irán se ha manifestado a menudo en Irak, cuyo gobierno está aliado con ambos países.

Irán y EE. UU. están negociando un acuerdo nuclear en Viena y, según se informa, EE. UU. está considerando eliminar a la Guardia Revolucionaria de la lista como grupo terrorista, para disgusto de Israel.

Otro informe de esta semana dijo que el ataque de Irán a Erbil estuvo relacionado con un ataque aéreo en febrero que causó daños importantes a la flota de drones de Irán.

En sus comentarios del viernes, Sharif afirmó que “los sionistas habían admitido que sus drones” despegaron de Erbil y volaron sobre una base militar en Kermanshah, donde ocurrió el supuesto ataque contra los drones iraníes. Sin embargo, no se refirió al supuesto ataque.

El viernes por separado, el principal comandante estadounidense para Oriente Medio dijo que el intercambio de ataques con misiles de Irán e Israel en Irak y Siria pone en riesgo a las fuerzas estadounidenses.

El general de infantería de marina Frank McKenzie dijo a los reporteros del Pentágono que en los últimos seis meses Irán ha atacado las fuerzas e instalaciones estadounidenses varias veces, pero que “una muy buena acción por parte de los comandantes en el terreno” ha frustrado cualquier baja estadounidense.

“Si se hubieran producido bajas estadounidenses, creo que podríamos estar en un lugar muy diferente en este momento”, dijo McKenzie.

McKenzie y otros funcionarios estadounidenses dijeron esta semana que los ataques con misiles del domingo que impactaron cerca del consulado no estaban dirigidos a Estados Unidos. Tanto los funcionarios estadounidenses como los israelíes se negaron a comentar públicamente o describir el objetivo.

“Creo que es obvio que Israel tomará medidas para defenderse cuando se enfrente a las acciones iraníes. Y, por supuesto, Irán está dedicado a la destrucción de Israel”, dijo McKenzie. “Me preocupan estos intercambios entre Irán e Israel, porque muchas veces nuestras fuerzas están en riesgo, ya sea en Irak o en Siria. Así que eso, de hecho, me preocupa.

McKenzie, quien se jubila después de unos tres años como jefe del Comando Central de EE. UU., habló en lo que se esperaba fuera su última rueda de prensa. Dijo que mientras se prepara para entregar el trabajo al general entrante del ejército Erik Kurilla, su mensaje para su sucesor es que Irán sigue siendo su mayor desafío.

“Mi problema central en mis tres años de mando fue Irán”, dijo McKenzie, quien también supervisó la caótica retirada de Afganistán y las incursiones de comandos para matar a los líderes del Estado Islámico. “Hubo otros problemas, otros grandes problemas, pero la sede en su conjunto… se centró en el problema iraní y todo lo relacionado con eso”.

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