והוצאתי והצלתי וגאלתי ולקחתי והבאתי
Las bendiciones y el vino
La recitación de una bendición sobre una copa de vino es una tradición judía muy antigua, que se remonta a los tiempos del Bet haMiqdash, cuando se ofrecía una libación (una ofrenda de vino), y los Leviim (levitas) recitaban y cantaban los Salmos de agradecimiento a Dios. Durante el Seder de Pésaj tomamos cuatro copas de vino, y el Salmo principal que inspira este agradecimiento es el Halel (Salmos 113-118), donde damos las gracias al Todopoderoso por habernos rescatado del cautiverio Egipcio. .
¿Una copa de más?
Ahora bien, hay una tradición muy antigua, mencionada por el Talmud y Maimónides (pero omitida por el Shulján Aruj) : recitar el Salmo 136 de Tehilim. Este Salmo es llamado por los Sabios “Hallel haGadol”, el gran [canto de] alabanza [a HaShem]. Contiene 26 versos que describen los actos de bondad que HaShem hizo por la humanidad: comienza por la creación del mundo, con todo dispuesto para satisfacer las necesidades del hombre, luego pasa a referirse al éxodo de Egipto y finaliza con la conquista de la Tierra de Israel y esa establecimiento del pueblo judío en la tierra que Dios nos concedió.
Lo que hace especial a este Salmo es que después de mencionar cada una de estos actos providenciales el Salmo dice: “KI LEOLAM JASDO”, es decir, que la Bondad de Dios para con nosotros es eterna, y no se limita solo a estos eventos en el pasado. ¡Este hermoso Salmo según Maimónides, se recita en el Seder después del Halel ¡sobre una quinta copa de vino! Maimónides aclara, sin embargo, que esta quinta copa NO es obligatoria, sino opcional. Y los comentarios agregan que, a diferencia de las primeras cuatro, esta copa de vino era consumida solo por la persona que realiza el Séder y no por los demás comensales.
La costumbre de beber una quinta copa de vino es mantenida hasta hoy por los judíos yemenitas, quienes en todos los casos Halájicos siguen estrictamente la opinión de Maimónides. Sin amargo, en todos las demás comunidades judías, la costumbre es servir la copa y dejarla allí, sobre la mesa sin beberla.
¿Por qué Eliyahu Hanabi?
Esta quinta copa de vino es comúnmente llamada la copa de “Eliyahu haNabi”. ¿Por qué? Las cuatro copas de vino nos recuerdan las cuatro expresiones de redención mencionadas en la Torá durante nuestro Éxodo de Egipto: En Shemot (Éxodo, capítulo 6) HaShem le dice a Moshé: (6) … dile a os hijos de Israel: “Yo soy HaShem, y os libraré de la opresión de los egipcios, los voy a rescatar de sus ataduras; Los redimiré con gran despliegue de [Mi] poder y con grandes actos de justicia. (7) Y os tomaré como mi pueblo; y yo seré vuestro Dios.
Así, con la primera copa —el Qiddush—recordamos que HaShem puso fin a nuestra opresión al acabar con nuestra esclavitud. La segunda copa nos recuerda que HaShem nos sacó de Egipto. La tercera copa nos recuerda que al hacerlo, HaShem desplegó todo Su poder: las 10 plagas, la apertura del mar, etc. Y la cuarta copa nos recuerda que HaShem nos eligió y nos entre todos los pueblos para ser Su pueblo.
Sin embrago, hay una quinta idea, expresada en el siguiente versículo: (8) y os llevaré a la tierra … de Israel. ¡Y no por casualidad, esta idea también se expresa en la última sección del Salmo 136!
La copa sionista
La discusión entre los rabinos durante casi 2.000 años de exilio exilio fue la siguiente: dios nos liberó de Egipto, y nunca dejamos de ser su pueblo elegido. Y por eso debemos agradecerle explícitamente. Pero, ¡ya no tenemos la tierra de Israel! ¿Cuál es el punto de recitar la quinta bendición y alabar a Dios por algo que ya perdimos, es decir, nuestra soberanía en nuestra tierra, Israel? ¿Debemos decir la bendición de agradecimiento a Dios por la tierra de Israel, aunque estamos en el exilio, o debemos esperar a que llegue el Mesías (que será anunciado por Eliyahu haNabi) y recién cuando regresemos a Israel recitaremos beberemos la quinta copa brindando por nuestra hermosa tierra? Este debate nunca se resolvió.
Y como compromiso, la quinta copa se sirve pero no se bebe. Vale la pena mencionar que en nuestros tiempos, muchos rabinos Sefaradim como el rabino Hayim David haLevi z”l y otros, y muchos rabinos Ashkenazim como el rabino Shelomo Goren, z”l sostienen que a partir de 1948 debemos volver a la costumbre de beber el quinta copa de vino, porque B”H tenemos de nuevo nuestro soberano Estado de Israel! Por esta razón, muchos Yehudim que viven en Israel se sirven y beben la quinta copa de vino en honor a nuestra tierra y a nuestra Estado de Israel.
QUIERA DIOS ENVIAR MUY PRONTO A ELIYAHU HANABI ANUNCIANDO LA LLEGADA DEL MESHIAJ TSIDQUENU, Y TENGAMOS ENTONCES EL MERITO DE CELEBRAR TODOS JUNTOS EN ISRAEL NUESTRA REDENCIÓN DEFINITIVA CON CINCO COPAS DE VINO.
¡AMÉN!
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