Enlace Judío – Enfrentamientos entre la policía israelí y palestinos se presentaron en la procesión fúnebre de la periodista palestina Shireen Abu Akleh, que fue enterrada este viernes en Jerusalén, informó The Times of Israel.
Más de 10 mil palestinos presentaron sus respetos a Abu Akleh, muerta el miércoles durante un tiroteo entre tropas israelíes y palestinos armados en Jenin, durante una larga y tensa procesión fúnebre que recorrió la ciudad desde Sheikh Jarrah hasta el cementerio del Monte Sión.
Enfrentamientos en el Hospital San José estallaron después de que los palestinos trataran de llevar el ataúd de Abu Akleh a pie, ondeando varias banderas palestinas, a la Ciudad Vieja. La policía había designado que la procesión comenzaría en la Puerta de Yafo, a menos de 2 kilómetros de distancia.
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Los oficiales corrieron hacia la multitud, golpeando a los dolientes en un aparente intento de obligarlos a tirar las banderas palestinas. La policía disparó granadas de aturdimiento en un intento de dispersar a la multitud, incluso hacia quienes llevaban el ataúd de Abu Akleh, que casi se cae al suelo.
La policía afirmó más tarde que los dolientes cerca del ataúd habían arrojado piedras y objetos a la policía durante disturbios violentos.
1/4 לא מצליח להבין את התנהלות משטרת ירושלים באירוע הזה. בהודעה רשמית של המשטרה נכתב שמשתתפי הלוויה זרקו אבנים וחפצים לעבר השוטרים בתחילת מסע הלוויה, ולכן השוטרים ״נאלצו להדוף אותם״. חזרתי לשידור החי מתחילת הלוויה ואני מצרף אותו כאן. רואים בבירור שהמשתתפים בלוויה מנסים לצאת מבית>> pic.twitter.com/1xh0Ykhv0k
— סולימאן מסוודה سليمان مسودة (@SuleimanMas1) May 13, 2022
“Los oficiales tuvieron que dispersar y repeler a los alborotadores y hacer arrestos para permitir que se llevara a cabo el funeral”, dijo la policía israelí en un comunicado, y agregó que 6 personas fueron detenidas.
En las imágenes de la escena, no se evidencia tal lanzamiento de piedras antes de que la policía corriera a la multitud, aunque más tarde se filmó a algunos palestinos arrojando objetos durante los enfrentamientos.
“Nos atacaron brutalmente porque llevábamos la bandera palestina y queríamos llevarla sobre nuestros hombros [a la Ciudad Vieja]”, dijo un testigo palestino, que habló bajo condición de anonimato.
El servicio de emergencias palestino de la Media Luna Roja informó que sus médicos habían tratado a 33 palestinos por heridas durante el funeral; 6 fueron hospitalizados.
El cuerpo de Abu Akleh fue llevado en una camioneta a la iglesia greco-melquita cerca de la puerta de Yafo. En un video publicado por la policía de Israel, los oficiales también se aseguraron de arrancar las banderas palestinas de la camioneta antes de escoltarla al antiguo santuario.
La policía también publicó un video de un comandante advirtiendo a la multitud que no permitiría que la procesión siguiera adelante si seguían cantando “cánticos nacionalistas e incitadores”.
Las tensiones aumentaron en la Ciudad Vieja, con miles de personas abarrotando los pequeños callejones y la plaza cerca de la iglesia. Algunos palestinos ondearon banderas palestinas y arrojaron objetos a la policía. Otros corearon consignas llamando a “dejar caer la rama de olivo y levantar el rifle”, una referencia a un famoso discurso del difunto líder palestino Yasser Arafat.
Cuando emergió el ataúd de Abu Akleh, una avalancha de dolientes se adelantó para llevarla a su lugar de descanso final en el Monte Sión. Miles se unieron a la procesión, cruzando los controles policiales mientras los oficiales observaban. Los palestinos arrojaron pétalos de flores a lo largo del camino de su ataúd.
En el cementerio melquita del Monte Sión, un helicóptero de la policía israelí sobrevolaba zumbando y el batir de sus rotores chocaba con la resonante campana de la iglesia que anunciaba la muerte de Abu Akleh.
Mientras el sol de la tarde caía a plomo en el cementerio, algunos dolientes corearon consignas, pero la mayoría permaneció en silencio o lloró la muerte de Abu Akleh.
El ministro de Cooperación Regional de Israel, Issawi Frej, del partido Meretz, acusó a la policía de “profanar la memoria y el funeral”.
“Fue la violencia y el celo de la policía para quitar todas las banderas palestinas, en contra de la directiva del Ministro de Seguridad Pública, lo que provocó un estallido innecesario”, dijo.
“La policía mostró cero respeto por los dolientes y cero comprensión de su papel como alguien que creía en mantener el orden, no en violarlo”, dijo Frej.
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