¿Cómo ha de ser pertenecer a varias culturas, tener al menos tres países que puedes llamar tuyos o cuatro lenguas que cargan tu pasado? Ése es el caso de muchísimos israelíes que sus padres y abuelos provienen de los lugares más diversos del mundo y definitivamente es el caso de Tamar Bloch, Lala Tamar para su público. Ella es una cantante israelí, que retoma ritmos y canciones antiguas y las mezcla con sonidos modernos. Se le reconoce primordialmente por las canciones que ha grabado en ladino (judeo-español) y la riqueza con la que ha retomado esta lengua; sin embargo también tiene canciones en darija (árabe marroquí), hebreo y portugués. Lo que intenta lograr con su música es un espacio que le recuerde a casa y la mezcla de lenguas que canta es producto de su pasado familiar.
Al hacerlo también le da cabida a las experiencias de otras personas y a los puentes que se abren en el compartir un lenguaje y una diversidad; sus canciones en muchos sentidos retratan el pasado judío y le dan vida nueva en la modernidad. Pues como bien remarca la artista su labor no es de preservación; ella busca en las canciones y los ritmos que descubre una forma de expresarse, de verse a sí misma y crear, un encuentro. Sin darse cuenta toca en lo que es la base de una tradición: tomar elementos del pasado y darle continuidad en el presente, volver individual y propio lo que es antiguo y comunitario. Enriquece las lenguas que habla dándoles un sentido nuevo y abriendo el espacio para que más personas se encuentren en ellas.
En su música las letras tradicionales del ladino se mezclan con sonidos de pop modernos, el zagat antiguo de Egipto crea ritmos con letras escritas en hebreo y el portugués que canta, a veces se encuentra con un coro en gnawa, que lleva siglos siendo la base de una plegaria religiosa. En sus conciertos incluye a la audiencia, les enseña un poco del origen que las canciones tienen para que conozcan el contexto de la tradición que las formaron y a veces les da partes del coro a cantar. Lo hace para que los escuchas puedan compartir con ella y se cree una unión entre músico y audiencia, aunque sea momentánea; pues uno de sus principales objetivos al cantar es acercarse a una comunidad, ayudar a crearla con sus letras. No canta sólo para ella también quiere que más personas encuentren una casa y cobijo en la canción. Eso es parte de lo que la empuja a buscar una pluralidad.
Trayectoria
Tamar originalmente es de Galilea, Israel; su madre es marroquí y su padre brasileño. Empezó a tocar en 2014 con Roee Fadida en un grupo de música contemporánea marroquí, así descubrió su fascinación por las letras y ritmos de la cultura de su madre. Actualmente toca con su banda llamada Zaaluk, quienes buscan recuperar la herencia musical del Marruecos español y judío antiguo. En la mayoría de los casos retoman canciones que eran tradicionalmente cantadas por mujeres en ladino y las mezclan con sonidos andaluces, africanos o propio de los balcanes. Para hacerlo utilizan percusiones, tambores, guitarras eléctricas y bajo. Han tocado en varias partes del mundo, desde Marruecos hasta Portugal, India u Holanda y han colaborado con distintos ensambles y grupos, como lo es Andalucious con quienes se han presentando en distintos festivales. Recientemente realizó una residencia en Essaouira (Marruecos) para aprender música gnawa y ha hecho giras con Ofer Ronen (músico israelí) por España y otros países Europeos.
Comunidad y música
El último hit de Tamar y Zaaluk salió en octubre del 2019 se llama “Bellida” y cuenta la historia de una mujer judía marroquí que decide casarse con hombre cristiano. Se cuenta desde los ojos de las otras mujeres de la comunidad sefardí. Sobre esta canción Tamar resalta el aspecto comunitario de dichas mujeres, en una entrevista para Haaretz menciona como la responsabilidad de la mujeres hacia Bellida es lo que más le llamó la atención; si bien hacen bromas sobre ella también se preocupan por su bienestar y la acompañan “La asimilación en el judaísmo es una prohibición muy seria, sin embargo, Bellida no es marginada; es atendida y acompañada a través de la comida y la tradición.”
En el video podemos ver como retoma también la tradición marroquí a través de su vestimenta, esto también lo hace cuando se presenta en conciertos. El tema de enamorarse y casarse, o de ayudar a la novia a prepararse para su boda es muy común en las canciones sefardíes son formas en las que se retrata la hermandad entre mujeres y una tradición femenina. El video alude ligeramente a ello al retratar la interacción de una mujer adulta con una niña, que bien puede ser su hija o ella misma en tiempos anteriores.
Otra canción que toca el tema de las novias es “Fuerame” cuenta la historia de una mujer que encuentra a su amado a orillas del río y le canta a su madre, doliéndose de que ésta no participó en los ritos de acompañamiento de la novia. En el disco crea ritos con música electrónica mientras que en los conciertos a veces crea el ritmo con un instrumento egipcio llamado zagat o crótalos, son pequeños platillos metálicos que usan las bailarinas y se colocan en los dedos.
En el concierto que se muestra abajo podemos observar el uso del zagat y cómo Tamar le da continuidad temática a sus canciones generando un paseo musical a través del desierto, el río y elementos naturales; en él también incluye a la audiencia y mezcla distintas culturas y lenguas.
En cuanto a sus canciones en hebreo y Darija “Shufi Fiya” es una de las más conocidas. En ella le pide a su amado que la vea a los ojos.
Comunidad Enlace Judío
¿Nuestro periodismo es importante para ti?
¿Confías en Enlace Judío para una cobertura precisa y oportuna en este momento?
En ese caso, únete a la comunidad Enlace.
A partir de $100.00 MXN al mes, podrás:
- Apoyar a nuestros periodistas independientes que trabajan las veinticuatro horas del día
- Ser reconocido como parte de nuestra comunidad una bendición semanal
- Acceso a contenido exclusivo
- Acceso a eventos exclusivos, en caso de haberlos
- Servicio de noticias instantáneas sobre Israel y el mundo judío a tu celular, así como a nuestras transmisiones en vivo.