Enlace Judío – El Gran Rabino de Moscú, Pinjas Goldschmidt, reveló este jueves que dejó el cargo porque su postura contra la invasión de Rusia a Ucrania puso en peligro a la comunidad judía, informó The Times of Israel.
Al presentar su renuncia, destacó que había participado en el “renacimiento histórico de la judería rusa” desde la caída de la Unión Soviética, pero que tuvo dificultades bajo el régimen cada vez más autoritario del presidente ruso Vladimir Putin.
“Mientras la terrible guerra contra Ucrania se desarrollaba en los últimos meses, no podía permanecer silencio, viendo tanto sufrimiento humano”, dijo en un comunicado. “Fui a ayudar a los refugiados en Europa del Este y me pronuncié contra la guerra”.
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Agregó que había sido reelegido como Gran Rabino de Moscú el mes pasado, pero con el paso del tiempo, “quedó claro que la comunidad judía de Moscú estaría en peligro si yo continuara en mi puesto”.
“Por muy triste que sea, dadas las circunstancias, está claro que el interés del futuro de la comunidad es que ahora deje mi puesto. Que Dios bendiga y guarde a la comunidad judía de Moscú“, dijo.
Goldschmidt fue elegido Gran Rabino de Moscú por primera vez en 1989.
Además se desempeña como presidente de la Conferencia de Rabinos Europeos desde 2011. Señaló que continuará sirviendo a las comunidades de Europa, incluida la de Moscú, bajo ese cargo.
La junta directiva de la Sociedad Religiosa Judía de Moscú votó el mes pasado a favor de una prórroga del contrato de Goldschmidt, a pesar de que llevaba un tiempo en Israel.
Un portavoz del grupo dijo el miércoles a los medios rusos que el contrato de Goldschmidt no se había prorrogado a pesar de la votación, aunque añadió que no había sido despedido.
Goldschmidt abandonó Rusia en marzo, dos semanas después de la invasión rusa a Ucrania. Su nuera, la periodista Avital Chizhik-Goldschmidt, dijo recientemente que Goldschmidt había sido presionado para apoyar la guerra públicamente, pero que se había negado a hacerlo.
Otros rabinos, entre ellos el Gran Rabino de Rusia, Berel Lazar, y su principal portavoz, Boruj Gorin, han permanecido en el país tras expresar su preocupación por la guerra.
Lazar y Gorin pertenecen a la Federación de Comunidades Judías de Rusia, un grupo afiliado a Jabad que desde hace tiempo mantiene fuertes vínculos con Putin. El grupo se impuso a todas las organizaciones judías de Rusia a principios de la década de 2000, recibiendo terrenos y financiación del gobierno ruso.
Goldschmidt, por su parte, ha tenido fricciones con las autoridades rusas.
Nacido en Suiza y no afiliado a Jabad, al rabino ortodoxo se le negó repentinamente el ingreso a Rusia en 2005, y se le permitió reingresar semanas después. Las autoridades nunca ofrecieron una explicación detallada del incidente, pero algunos funcionarios dijeron que se trataba de una “cuestión de seguridad nacional”.
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