Enlace Judío – El ministro de Finanzas, Avigdor Liberman, solicitó este domingo a la Fiscalía del Estado una orden que obligue a los maestros a trabajar al comienzo del año escolar el 1 de septiembre, a pesar de las negociaciones estancadas entre el sindicato magisterial y el gobierno, informó The Times of Israel.
Las conversaciones para resolver una disputa salarial entre el ministerio y el Sindicato Magisterial de Israel han progresado poco durante meses.
La líder del sindicato, Yaffa Ben David, ha amenazado con impedir que las escuelas abran si no se llega a un acuerdo, lo que llevó a Lieberman a buscar la medida extrema.
“Nos hemos visto obligados a comunicarnos con la Fiscalía del Estado y pedir una orden para que el año escolar comience sin interrupciones”, dijo Lieberman, y agregó que espera que el Ministerio de Educación se una al de Finanzas en su demanda.
Las dos partes tenían previsto reunirse el domingo por la mañana, pero no quedó claro de inmediato si se logró algún progreso durante la ronda de negociaciones.
Lieberman y el primer ministro Yair Lapid también sostuvieron una reunión el domingo para discutir el tema. El primer ministro tuiteó que “investigaría el tema de las órdenes pero solicitaría que las partes agotaran primero el proceso de negociación”.
El ministro de Educación, Yifat Shasha-Biton, respondió a la amenaza de Lieberman, acusándolo de socavar las discusiones de meses.
“Aquellos que piden una medida cautelar, en momentos en que equipos de todos lados se reúnen para negociar acuerdos que conduzcan a la apertura ordenada del año escolar, están demostrando que no están interesados en llegar a un acuerdo y no están invertido en el futuro del sistema educativo y el futuro de los niños”, dijo.
“Esta es una crisis nacional”, agregó Shasha-Biton. “Es hora de convocar al gobierno para solucionarlo”.
Ben David calificó una posible orden judicial para los maestros como una “desgracia” en una entrevista con el sitio de noticias Ynet.
“Respetaremos cualquier decisión de la corte, pero no resolverá el problema existente en el sistema educativo”, dijo, y agregó que “los maestros se van a enojar mucho si eso es lo que se decide”.
A medida que se acerca el 1 de septiembre, los líderes políticos han asumido un papel activo en el tema, y Lapid sostuvo conversaciones la semana pasada con LiEberman, Shasha-Biton, Ben David, y el presidente de la Asociación Nacional de Padres, Merom Shiff, en un esfuerzo por encontrar una solución.
Las negociaciones están atascadas debido a una demanda sindical de que se mantenga un sistema que determine los aumentos salariales en función del rango y la antigüedad, en lugar de un sistema que trasladaría algunos de esos aumentos a los maestros más nuevos y a aquellos que sobresalen en su trabajo.
El Ministerio de Finanzas propone que los maestros nuevos reciban un aumento del 35%, mientras que los maestros veteranos reciban solo un aumento del 3%.
El plan de Lieberman también incluye aumentar la cantidad de días escolares en un intento por ayudar a los padres que trabajan.
También quiere brindar más flexibilidad a los directores de escuela al permitirles ofrecer aumentos a los maestros destacados para incentivar la excelencia dentro de la profesión.
Además, el Ministerio de Finanzas busca equiparar los días de vacaciones de los docentes con los de los padres.
En la entrevista con Ynet, Ben David argumentó en contra de este esfuerzo: “Es imposible corregir un error con un error. Esto no puede ser a expensas de los maestros”.
Lieberman ha expresado públicamente su oposición a la intervención del primer ministro en la crisis, sugiriendo que la medida fue de naturaleza política.
El Sindicato Magisterial de Israel, que representa a los maestros de guarderías, jardines de niños y escuelas primarias, ha rechazado todas las propuestas del gobierno, acusando al ministerio en un momento de “manipular los números” a su favor y profundizar la crisis.
Junto al Ministerio de Educación ha advertido que el plan salarial provocará un éxodo masivo de docentes en cinco o seis años.
El gobierno tiene un margen de maniobra limitado en lo que puede ofrecer a los maestros. Como gobierno interino, el Fiscal General ha limitado lo que el Ministerio de Finanzas puede ofrecer a los maestros en 1,200 millones de dólares en el período previo a las elecciones.
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