Historias sobre Moishe Leib de Sasov, el rabino que rescataba presos

Enlace Judío – Uno de los grandes aciertos de las religiones monoteístas es el énfasis que ponen en el amor al prójimo. Muchas veces las ideologías comenten el error de poner por encima los ideales que a las personas y eso lleva a toda serie de autoritarismos. Desgraciadamente las religiones también caen en este error cuando ceden a su fundamentalismo, sin embargo, a lo largo de la historia siempre han habido corrientes, escritos, personas que remarcan la importancia de no perder el objetivo. Todo lo que hacemos como grupo debería dirigirse hacia el bienestar de los individuos que lo conforman no a pesar del mismo.

El jasidismo es una tradición judía que se basa en la experiencia mística de D-os, es decir en el encuentro que existe entre el individuo y la Divinidad: en las emociones que lo despiertan, en la relación que puede surgir de buscarla a través del rezo o a través de la buenas acciones y en el servicio que el individuo decide hacer por ella. Es también una tradición de líneas familiares y dinastías rabínicas, sumamente jerárquica. Entre algunas problemáticas sociales que eso genera, una de sus grandes ventajas es que la tradición se trasmite de forma viva y el ejemplo de los grandes rabinos, queda no sólo en sus enseñanzas, en sus escritos, sino también en la vida que tuvieron y las historias que sus discípulos trasmiten al mundo. Hay cientos de historias y leyendas sobre grandes rabinos en la tradición jasídica y cada una refleja el carácter o forma de ser de un determinado rabino. En conjunto nos dan ejemplos de muchas formas de vivir nuestra espiritualidad y acercarnos a los valores y tradiciones judías.

Moishe Leib de Sasov

Las siguientes historias fueron recopiladas por Martín Buber hablan sobre rabí Moshe Yehudah Leib Erblich, conocido como rabí Moshe Leib de Sasov, quien fue uno de los principales rabinos jasídicos del siglo XVII, fue el primer rabino de Sasov y el fundador de esa dinastía rabínica. También fue alumno de rabí Shmelke de Nikolsburg.
En las historias que se cuentan de él Martín Buber lo retrata como un hombre sumamente compasivo que se preocupaba por el bienestar de quienes lo rodeaban, y quien sin embargo, ponía mayor énfasis en las poblaciones sociales menos favorecidas. Nos muestran un hombre que era capaz de poner en peligro su propia vida por sacar a un preso de la cárcel, a un hombre que daba alojo a vagabundos y borrachos.

Lo que es fascinante de estas historias en partícular es sencillez con las que el rabino se acerca a las personas que ayuda. No busca superioridad moral, ni exaltación a través de sus acciones, parte de la humildad y de el amor que siente por los otros seres humanos. El saber que lo que tiene le fue dado lo impulsa a dar y actuar correctamente de forma constante.

Historias jasídicas

Tras la muerte

Se cuenta que:

Cuando rabí Moshe Leib murió se dijo a sí mismo: “Ahora que no tengo la obligación de cumplir con los mandamientos, ¿qué puedo hacer para obedecer la voluntad de D-os?” Pensó un rato y concluyó: “¡Es la voluntad de D-os que sea castigado por mis múltiples pecados!” Al instante corrió con toda su fuerza y se lanzó hacia el infierno. El cielo estaba profundamente perturbado y se le pidió al príncipe del infierno que detuviera su fuego mientras rabí Sasov habitara morada. Por dicha razón el príncipe le rogó al sabio que por favor se dirigiera al Paraíso, pues claramente donde estaba no era el lugar indicado para alguien como él. No le parecía adecuado verse obligado a detener los labores infernales por satisfacer al rabino.

“Si ese es el caso,” Dijo Moshe Leib “No me moveré de aquí hasta que se le permita a todas las almas venir conmigo. En la tierra acepté la misión de liberar prisioneros, definitivamente, no dejaré que esta multitud sufra dentro esta prisión.” Dicen que logró su cometido.

Análisis

La historia tiene un tono un tanto cínico y juguetón. Se presenta como un conocimiento adquirido a través de la leyenda, sin embargo al usar las palabras “dicen” o “se cuenta” la misma narración acepta que el relato no puede ser tomado como una verdad absoluta, sino como una metáfora y una especie de oda a la vida del rabino. Hay varios elementos de su carácter que se reslatan en la historia: la primera es su determinación a hacer lo que era correcto en todo momento y el deseo de crecimiento que esa actitud demuestra. Eso lo vemos con la facilidad y rapidez con la que corre al infierno, la historia en este evento nuevamente juega con la ficción y vuelve interesante en una forma juguetona al rabino.

El segundo aspecto que aprendemos de él es su enorme empatía que se extiende incluso más allá de los confines de los vivos. La idea de que todo ser humano sin importar cuáles hayan sido sus errores tiene valía por si mismo e importa a un nivel trascendente, es uno de los aprendizajes más grandes que el ser humano tuvo en la época moderna y que constantemente es resaltado en las historias jasídicas.

Finalmente me parece sumamente bella la comparación entre el infierno y las prisiones actuales; a través de ella hay un rechazo al hacer sufrir a un hombre como forma de castigo social.

Imitatio Dei

En una ocasión, el rabino de Sasov dio las últimas monedas que tenía a un hombre de mala reputación. Sus discípulos le reclamaron. Él contestó: “¿Debería ser más quisquilloso que D-os Quién me lo dio a mí?”

Ánalisis

Esta historia es una apología a la humildad, la base de la humildad en el judaísmo es saber que todo lo que tienes te fue dado. Muy poco de lo que somos realmente lo construimos nosotros, por eso uno no tiene motivos para enaltecerse a sí mismo por encima de los demás. En los ojos de rabí Leib el tiene tanto derecho a esas monedas como el hombre que se las pidió y es su gusto poder dárselas. Otro aspecto bello de la historia es que revierte las jerarquías, rabí Leib siendo el rabino principal no se vuelve soberbio por ello ni acepta el lugar que los otros están deseos por dar.

Negando a D-os

Rabí Moshe Leib dijo:

“No hay cualidad ni poder humano que haya sido creado sin propósito. Incluso las cualidades más bajas y corruptas pueden ser elevadas y usadas para servir a D-os. Por ejemplo cuando la soberbia se purifica y se eleva se convierte en el deseo y la alegría de servir a D-os. Sin embargo, ¿con qué objetivo fue creada la posibilidad de negar a D-os? Ésta también puede ser elevada a través de los actos de bondad. Pues si alguien se acerca y pide tu ayuda, no debes rechazarlo con palabras de compasión diciéndole: ‘¡Ten fe y entrega tus problemas a D-os!’ [En cambio] Debes actuar como si no hubiera D-os, como si existiera sólo una persona en todo el mundo que puede ayudar a ese hombre – sólo tú”

Análisis

La gran belleza de esta historia es que usa la espiritualidad para crecer en la responsabilidad social que tenemos como seres humanos y no para evadirla como muchas veces ocurre. Bajo premisas judías la creencia en D-os debe llevarnos a actuar en el mundo y a volvernos mejores personas, no a eludir lo que se presenta frente a nosotros; la historia remarca la importancia de escuchar a las personas que nos rodean y hacernos presentes cuando se requiere.

Rabí Leib [en una ocasión] encontró a un niño de alrededor de ocho años caminando lentamente por la orilla del río con sus ojos y oídos puestos únicamente en el rebaño que pastoreaba. Rabí Leib lo siguió sin ser visto y pronto el niño empezó a cantar una melodía, repetía las frases una y otra vez:

“¡Shejina, Shejina, cual lejana estás, cual lejana estás!
¡Galut, Galut, que extenso eres!
Si el Galut se terminará,
podríamos estar juntos, juntos para siempre.”

[Nota: La Shejina es la Presencia Divina y el Galut el exilio judío.]

Rabí Leib se acercó al niño y preguntó dónde había escuchado la canción. “Todos los pastores de aquí la cantan,” contestó el niño. “¿Realmente cantan esas palabras?” insistió el sabio. “Bueno” dijo el niño, “ellos dicen ‘amada’ en vez de ‘Shejina’ y ‘bosque’ en vez de Galut, pero eso es tonto. Pues quién sería nuestra amada sino la Shejina y todo el mundo sabe que el bosque que nos separa de ella es el Galut, así que ¿por qué no decirlo desde el inicio?”

Análisis

Muchas historias jasídicas ocurren en el bosque en parte por la geografía de Europa del Este donde surge el jasidismo y en parte precisamente por la metáfora que aquí se expone. Por principio judío cada aprendizaje que obtenemos debe ayudarnos a ver de una nueva forma nuestra realidad, y debe impulsarnos a crecer internamente. El bosque y el Galut (Exilio) en las historias nos sólo son metáforas de la realidad social que vivimos diariamente, también son metáforas de cómo nos relacionamos con la realidad. Son metáforas de lo desconocido, de la experiencia mística, de la soledad y del encuentro con D-os; todas ellas llevadas al plano de la vivencia personal.

Los relatos fueron tomados y traducidos de Tales of the Hasidim

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