Temen que celebridades aviven antisemitismo en EE. UU.

Enlace Judío – Una oleada de vitriolo antijudío, difundida por un rapero de fama mundial, una estrella de la NBA y otras personas destacadas, están avivando los temores de que las figuras públicas estén normalizando el odio y aumentando el riesgo de violencia en un país que ya experimenta un fuerte crecimiento del antisemitismo, informó la AP.

Los líderes de la comunidad judía en EE. UU. y los expertos en extremismo se han alarmado al ver a celebridades con seguidores masivos lanzar comentarios antisemitas de una manera que ha sido tabú durante décadas.

Algunos dijeron que se remonta a una época más oscura en el país cuando personas poderosas difundían rutinariamente teorías de conspiración sobre judíos con impunidad.

El expresidente Donald Trump recibió a un supremacista blanco que niega el Holocausto en Mar-a-Lago. El rapero Ye-antes conocido como Kanye West– expresó su amor por Adolf Hitler en una entrevista.

La estrella del baloncesto Kyrie Irving apareció para promocionar una película antisemita en redes sociales. Los trolls neonazis claman por regresar a Twitter cuando el nuevo director general, Elon Musk, otorga “amnistía” a las cuentas suspendidas.

“Estos no son atípicos marginales que envían correos electrónicos desde el garaje de sus padres o idiotas de los que nadie ha oído hablar. Cuando los íconos influyentes de la cultura, la política e incluso los deportes normalicen el discurso de odio, todos deben estar muy preocupados”, señaló el Alcalde de Miami Beach, Dan Gelber, líder de la comunidad judía del sur de Florida.

El profesor de historia de la Universidad de Northwestern, Peter Hayes, que se especializa en la Alemania nazi y el Holocausto, aseguró que normalizar el antisemitismo es una “posibilidad real” cuando hay una “discusión pública de cosas que solían estar bajo desprecio”.

“Estoy muy preocupado por eso”, externó Hayes. “Es una de las muchas formas en que EE. UU. tiene que controlarse y dejar de jugar con conceptos e ideas que son potencialmente homicidas”.

Trump recibió a Ye y al negador del Holocausto Nick Fuentes para cenar en su casa de Florida el 22 de noviembre.

Fuentes era estudiante de la Universidad de Boston cuando asistió en 2017 a una manifestación de nacionalistas blancos en Charlottesville, Virginia, que estalló en violencia.

Se convirtió en una personalidad de internet que usó su plataforma para difundir puntos de vista supremacistas blancos y antisemitas. Fuentes lidera un movimiento extremista de extrema derecha llamado “EE. UU. primero”, con partidarios conocidos como Groypers.

El jueves, Fuentes se unió a Ye para aparecer en el programa Infowars presentado por el teórico de la conspiración Alex Jones. Ye elogió a Hitler durante la entrevista, intensificando la retórica que ya le costó un lucrativo negocio con Adidas.

Jonathan Greenblatt, director nacional y director ejecutivo de la Liga Antidifamación , dijo que es sorprendente y alarmante que dos de los principales proveedores de antisemitismo del país estuvieran partiendo el pan con el antiguo jefe del Partido Republicano.

“Yo caracterizaría esto como la normalización del antisemitismo. Ahora se ha convertido en parte del proceso político de una manera que no habíamos visto antes”, apuntó Greenblatt. “Y eso no es exclusivo de los republicanos. No es sólo un problema republicano. Es un problema social”.

La mayoría de los estadounidenses sabía que estaba “más allá de los límites” cuando los supremacistas blancos con antorchas marcharon por el campus de la Universidad de Virginia en la víspera de la manifestación de 2017, aseveró Amy Spitalnick, directora ejecutiva de Integrity First for America, un grupo que respaldó una demanda contra organizadores de la manifestación de Charlottesville.

“Lo que es aún más peligroso que los nazis con antorchas cantando, ‘Los judíos no nos reemplazarán’, es cuando tenemos líderes políticos y otros que defienden esas mismas teorías de conspiración de manera cada vez más normalizada”, señaló.

Spitalnick dijo que el odio virulento que Ye ha estado arrojando puede hacer que las expresiones diluidas de antisemitismo parezcan más normales en contraste.

“Es crucial que responsabilicemos a Kanye e Irving y estas otras figuras públicas por su antisemitismo. Pero no significa nada si no reconocemos y responsabilizamos las formas en que este antisemitismo y extremismo se ha filtrado en la corriente principal de uno de nuestros principales partidos políticos y se ha convertido en un lugar común en nuestro discurso político”, dijo.

Los críticos de Trump e incluso algunos de sus aliados condenaron al expresidente por recibir a Fuentes en Mar-a-Lago. Trump afirmó que no sabía nada sobre su invitado antes de la cena y defendió su decisión de recibir a Ye en su club.

Twitter suspendió la cuenta de Ye esta semana después de que tuiteó una imagen de una esvástica fusionada con la Estrella de David. Musk tuiteó que Ye había violado una regla contra la incitación a la violencia.

Musk anunció la semana pasada que su plan de “amnistía” se aplicaba a las cuentas que no “violaron la ley ni se involucraron en spam atroz”. Los expertos en seguridad en línea predicen que la medida conducirá a un aumento del acoso y el discurso de odio.

Los grupos que monitorean Twitter en busca de contenido racista y antisemita dicen que el discurso tóxico ya ha aumentado en el mes desde que Musk se hizo cargo de la plataforma y despidió a miles de empleados. Los moderadores de contenido se encontraban entre los que perdieron sus trabajos.

Hace generaciones, estadounidenses famosos, incluidos Henry Ford y Charles Lindbergh, expresaron sin disculpas sentimientos antisemitas de una manera que habría conmocionado a los estadounidenses en décadas más recientes. Ahora, internet y las redes sociales facilitan que las celebridades mundialmente famosas normalicen el odio antijudío.

Para alguien del estatus de Ye, alabar a los nazis y a Hitler es “pasar de la fealdad a una especie de incitación”, dijo Greenblatt.

Señaló que las instituciones judías ya tienen que reforzar la seguridad para protegerse contra ataques como aquel donde un hombre armado mató a 11 personas en la sinagoga Tree of Life en Pittsburgh en 2018.

“Nuestra comunidad todavía tiene que prepararse para las consecuencias de que esas ideas se generalicen”, dijo Greenblatt.

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