Enlace Judío – Funcionarios israelíes advirtieron del “desmantelamiento” del Ministerio de Educación, en base a los acuerdos de coalición para la formación del próximo gobierno, informó The Times of Israel.
Mientras tanto, el gobierno saliente celebró una “reunión de emergencia” en la Knéset bajo el título “Detener la venta de liquidación del sistema educativo”, con la participación del primer ministro Yair Lapid, la ministra de Educación Yifat Shasha-Biton, líderes locales, profesionales y grupos de la sociedad civil.
Aunque el próximo ministro de Educación será probablemente un diputado del Likud, en los últimos días se ha reportado de varias ramas del ministerio que se dividirán entre otros partidos en virtud de acuerdos de coalición con el Likud.
La educación extracurricular estará bajo la autoridad del diputado de extrema derecha Avi Maoz, cuyo partido Noam se basa en una plataforma homofóbica y antipluralista, mientras que el Departamento de Cultura Judía del Ministerio de Educación será entregado a la diputada Orit Strock de Hatzionut Hadatit y cambiará su nombre a Ministerio de Proyectos Nacionales.
El Likud también acordó entregar el control de los centros comunitarios en todo el país (conocidos en hebreo como matnasim) al partido ultraortodoxo Shas. En el marco del acuerdo de coalición la Asociación de Centros Comunitarios de Israel dentro del Ministerio de Educación será trasladada al Ministerio del Interior dirigido por el partido.
El líder de Shas, Arieh Deri, busca el control de los centros comunitarios para tener una mayor influencia en los pueblos y ciudades donde están ubicados, particularmente en la periferia del país, informó el diario de negocios Globes.
Los centros son un elemento básico en muchas comunidades ya que ofrecen programas educativos, actividades juveniles y entrenamiento deportivo. La Asociación de Centros Comunitarios de Israel opera más de 700 centros en más de 150 municipios.
Asimismo, según rumores no confirmados, los partidos ultraortodoxos tendrán una autoridad sin precedentes sobre aspectos de la educación jaredí, aunque los detalles de tales acuerdos son escasos.
Mijal Tabibian Mizrahi, directora de estrategia y planificación del Ministerio de Educación, advirtió que la dependencia quedaría sin contenido y perdería su capacidad de tener una influencia significativa.
“Se están llevando herramientas con un presupuesto muy significativo de más de 2,500 millones de NIS (730 millones de dólares)”, dijo a la Radio del Ejército. “No está claro cómo el ministro de educación puede trabajar sin [ellos]”.
Advirtió que la división de responsabilidades del sistema educativo y el debilitamiento de la autoridad central es peligroso “porque el sistema educativo es el que está formando la sociedad del futuro”.
“El Ministerio de Educación está siendo desmantelado. Desmantelar el Ministerio de Educación significa desmantelar la educación”, dijo a Kan la exdirectora general del ministerio Mijal Cohen.
“Están tratando al ministerio y a los niños en el sistema educativo como naranjas y dátiles [para ser repartidos]. No lo son. No puedes manejar la educación desde siete oficinas diferentes”, dijo.
“¿Cómo podemos crear continuidad en la educación de esta manera?” dijo al Canal 12 un alto funcionario de educación no identificado. “Es como extraer el corazón de un cuerpo y luego mantenerlo vivo en una máquina externa. Estos pasos perjudican el trabajo del ministerio y su capacidad para liderar procesos a largo plazo que afectan a los niños”.
Otro exalto funcionario del ministerio describió el ambiente en sus pasillos como “miedo existencial por lo que está pasando, están histéricos”.
“Existe el temor de que se corte el contenido y se aten las manos de los profesionales de la educación”, dijeron los funcionarios.
En la conferencia de la Knéset organizada por el gobierno saliente, el primer ministro Yair Lapid acusó a la coalición entrante de “preocuparse tan poco que han convertido la educación de nuestros hijos en otra escena vergonzosa de reparto descabellado del botín”.
“El próximo ministro de Educación no dirigirá el sistema educativo. Lo han roto en pedazos por las razones equivocadas. Netanyahu es tan débil, tan dependiente de [las otras partes], que el que quiso cualquier cosa lo obtuvo de inmediato. Nada es sagrado para ellos”, apuntó.
Lapid advirtió que “las figuras más extremas y peligrosas de la sociedad israelí serán las más dominantes en la educación de nuestros hijos”. Prometió que la oposición que encabezará luchará contra tales esfuerzos. “No tenemos intención de rendirnos”, dijo.
La ministra de Educación saliente, Shasha-Biton, dijo que la dependencia está siendo “canibalizada” con fines políticos.
“Pensábamos que solo se estaba quitando una pieza del sistema educativo, pero cada día que pasa nos damos cuenta de que se están quitando más y más piezas”, dijo, y agregó que le desea éxito a su reemplazo, pero instó a “levantar la voz y rechazar esta locura”.
El ministro de Justicia, Gideon Sa’ar, dijo: “Pregunto a mis amigos en el Likud: ¿Se han vuelto locos? ¿Por qué darle a un viceministro autoridades que están en el centro de la actividad del Ministerio de Educación? ¿Qué sentido tiene esto?”
En cambio, el diputado del Likud, Shlomo Karhi comparó la oposición entrante con Antíoco IV Epífanes, el rey helenístico griego cuya represión de la religión judía en el antiguo Israel durante el siglo II a. C. condujo a la revuelta de los macabeos.
“Hace dos mil doscientos años, Antíoco y su consejo de ministros se sentaron y pensaron cómo hacer que Israel olvidara la Torá”, dijo a los reunidos. “Dos mil doscientos años después, la historia se repite. La identidad judía está siendo ofuscada. Ese es el método de la izquierda, que no tiene nada que ofrecer”.
Prometió que habrá “más Torá, más identidad judía [en las escuelas]. Eso es lo que la gente eligió en las urnas”.
Ante la creciente ira por el nombramiento de Avi Maoz para supervisar la educación extracurricular, Netanyahu dijo este lunes en un comunicado que es “una mentira” que Maoz obtendrá una autoridad significativa sobre la educación.
“Avi Maoz solo se ocupará de los programas externos utilizados por el Ministerio de Educación que constituyen aproximadamente una milésima parte de un porcentaje del presupuesto total de educación, e informará al primer ministro. El Ministerio de Educación aún determinará el plan de estudios”, subrayó Netanyahu.
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