Ardiente sesión de la ONU sobre el Monte del Templo enfrenta a enviados palestino e israelí

Enlace Judío.- El enviado de Israel ante las Naciones Unidas fustigó a los palestinos por lo que describió como “veneno y mentiras” en una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad sobre la reciente visita del Ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, al Monte del Templo en Jerusalén.

Los miembros del consejo, incluido EE. UU., enfatizaron repetidamente la importancia de mantener el statu quo en el complejo del punto de inflamación, mientras que los palestinos advirtieron sobre la violencia y negaron cualquier reclamo israelí sobre el sitio, el más sagrado del judaísmo.

El embajador israelí, Gilad Erdan, dijo que la reunión, celebrada en respuesta a la visita de Ben Gvir el martes, era “absurda” e hipócrita. La visita de 13 minutos de Ben Gvir al sitio fue recibida con condenas internacionales y expresiones de preocupación.

“Estamos aquí discutiendo la visita pacífica de 13 minutos de un ministro judío al sitio judío más sagrado bajo la soberanía de la democracia liberal de Israel”, dijo Erdan, quien criticó al Consejo de Seguridad de 15 miembros por no celebrar reuniones similares en respuesta a acciones rusas en Ucrania, el terrorismo palestino o ataques iraníes a la navegación internacional.

“Esta reunión crea una sensación de emergencia por falta de un evento”, agregó.

La reunión en la sede de la ONU en Nueva York fue solicitada formalmente por China y los Emiratos Árabes Unidos, que es el actual representante de la Liga Árabe en el Consejo de Seguridad, en nombre de las misiones palestina y jordana, que no son miembros del consejo.

El Consejo de Seguridad, actualmente presidido por Japón, no ha emitido una declaración o resolución formal en respuesta a la visita de Ben Gvir.

Erdan describió la reverencia judía por el Monte del Templo, llamándolo “el centro de nuestro universo”. Afirmó que erróneamente Israel había aceptado el statu quo en 1967 para aliviar el conflicto y que los palestinos lo aprovechaban para negar los vínculos judíos con el sitio.

El statu quo, o política no escrita, que rige el complejo permite a los musulmanes rezar y entrar con pocas restricciones, mientras que los judíos solo pueden visitar durante períodos de tiempo limitados a través de una puerta única y caminar por una ruta predeterminada, acompañados de cerca por la policía, y no pueden rezar abiertamente.

El Monte del Templo es venerado por los judíos como la ubicación histórica de los dos templos judíos, lo que lo convierte en el lugar más sagrado del judaísmo. También es el tercer sitio más sagrado para los musulmanes, que se refieren a él como el complejo de la Mezquita Al-Aqsa o el Noble Santuario.

“Durante años, los palestinos han promovido una campaña venenosa para eliminar cualquier conexión entre el pueblo judío y el Monte del Templo”, dijo Erdan, destacando una resolución reciente de la Asamblea General que se refería al sitio solo por su nombre árabe, Haram al-Sharif.

“Trágicamente, la autoridad terrorista palestina prefiere la violencia a la tolerancia. Son tan intolerantes que no solo quieren prohibir la oración judía en el Monte del Templo sino también a los visitantes judíos. Puro antisemitismo”, dijo, y agregó que también visitó el sitio como ministro de policía en 2017.

“La reciente visita del ministro Ben Gvir al Monte del Templo no fue una incursión a Al Aqsa u otra invención”, continuó Erdan. “Estaba en línea con el statu quo”.

“Los judíos están autorizados a visitar el lugar más sagrado del judaísmo. Es el derecho de todo judío. Israel no ha dañado el statu quo y no tiene planes de hacerlo”.

Dijo que el enfoque de la ONU “legitima el veneno y las mentiras de los palestinos”.

El enviado palestino ante la ONU, Riyad Mansour, advirtió sobre la violencia y atacó personalmente a Erdan por una visita previa que realizó al lugar.

“Nuestra gente se está quedando sin paciencia y la moderación y el sentido de la responsabilidad que mostramos nunca deben interpretarse como debilidad. El registro muestra que la persistencia de Israel en este camino no conduce a la rendición, sino al levantamiento”, dijo Mansour, advirtiendo que el sitio podría convertirse en el “epicentro del conflicto religioso”.

???????HOY @ONU en el #ConsejoDeSeguridad: Al-Haram Al-Sharif no caerá. Permanecerá para las generaciones venideras. Ha sobrevivido a Begin, Shamir y Sharon y sobrevivirá a Netanyahu, Ben Gvir y Erdan; (Cont.) #AlHaramAlSharif #Jerusalem @UNISPAL pic.twitter.com/1GGyxZGJ0N

— Estado de Palestina (@Palestine_UN) 5 de enero de 2023

Rechazó los reclamos israelíes sobre el sitio y pidió al Consejo de Seguridad que tome medidas contra Israel.

“Haram al-Sharif está en territorio palestino ocupado”, dijo Mansour. “Israel no tiene ningún reclamo ni derecho a la soberanía sobre el territorio palestino ocupado, incluido Jerusalén Este, y por lo tanto no tiene derecho sobre Haram al-Sharif”.

“¿Qué línea roja debe cruzar Israel para que el Consejo de Seguridad finalmente diga ‘basta’”, dijo, alegando que el nuevo gobierno israelí estaba “desquiciado” y participando en un “gobierno colonial” y crímenes de guerra.

También dijo que Israel estaba atacando a los cristianos en la ciudad y afirmó que el statu quo estaba “socavando nuestros esfuerzos para promover la coexistencia religiosa pacífica en la ciudad”.

El enviado estadounidense, Robert A. Wood, dijo al Consejo de Seguridad que Washington estaba preocupado por el aumento de las tensiones entre Israel y los palestinos y denunció las “acciones unilaterales” en el Monte del Templo, en una aparente crítica al gobierno israelí.

“Nos preocupa cualquier acto unilateral que exacerbe las tensiones o socave la viabilidad de una solución de dos Estados”, dijo Wood. “Estados Unidos apoya firmemente la preservación del statu quo histórico con respecto a los lugares sagrados en Jerusalén, especialmente en el Monte del Templo Haram al-Sharif”.

Dijo que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el secretario de Estado, Antony Blinken, apoyan firmemente el statu quo y que los Estados Unidos aprecian el papel de Jordania en la supervisión del lugar sagrado.

“Con este espíritu, nos oponemos a todas y cada una de las acciones unilaterales que se apartan del statu quo histórico, que son inaceptables”, dijo Wood.

“Tomamos nota de que la plataforma del primer ministro Netanyahu exige la preservación” del statu quo, dijo. “Esperamos que el gobierno de Israel cumpla con ese compromiso”.

El Consejo de Seguridad tiene la capacidad de aprobar resoluciones jurídicamente vinculantes. Una declaración, a diferencia de una resolución, requiere la aprobación unánime de todos los miembros y no es vinculante.

Estados Unidos tiene efectivamente poder de veto contra declaraciones y resoluciones y, a menudo, se ha puesto del lado de Israel en la ONU, argumentando que no es la plataforma para buscar una resolución al conflicto israelí-palestino.

Israel y Estados Unidos han alegado durante mucho tiempo que la ONU se centra injustamente en Israel. La Asamblea General pidió a la Corte Internacional de Justicia que investigue a Israel en nombre de los palestinos, y hay dos investigaciones abiertas de la ONU sobre Israel, sin que ningún otro país esté sujeto a tal escrutinio. Los miembros de ambas investigaciones han hecho declaraciones antisemitas.

El año pasado, la Asamblea General aprobó 15 resoluciones contra Israel, más que contra todos los demás países juntos.

Al comienzo de la sesión de emergencia del jueves, el representante de Emiratos Árabes Unidos ante la ONU, Mohamed Abushahab, dijo que su país “condena enérgicamente el asalto a la explanada de la mezquita de Al Aqsa por parte de un ministro israelí”.

Abushahab dijo que la visita muestra una “falta de compromiso con el estatus histórico y legal existente de los lugares sagrados en Jerusalén y desestabiliza aún más la frágil situación en los territorios palestinos ocupados”.

Jordania, que se ve a sí misma como la protectora del sitio, dijo que “condena con los términos más enérgicos el asalto de la mezquita de Al Aqsa por parte del ministro de seguridad nacional”. El enviado jordano también atacó a Erdan por la caracterización israelí de la ocupación jordana de Jerusalén entre 1948 y 1967.

Otros países, incluidos el Reino Unido, Rusia y China, también se pronunciaron a favor del statu quo.

Khaled Khiari, asistente del secretario general, dijo al comienzo de la reunión que aunque la visita de Ben Gvir “no estuvo acompañada ni seguida de violencia, se considera particularmente incendiaria dada la defensa anterior del Sr. Ben Gvir por cambios en el statu quo”.

“Reitero el llamado del Secretario General para que todas las partes se abstengan de tomar medidas que puedan aumentar las tensiones dentro y alrededor de los Lugares Sagrados, y para que todos mantengan el statu quo”, dijo, y agregó que la ONU está en estrecho contacto con las partes relevantes y está trabajando para desescalar las tensiones.

La visita de Ben Gvir no violó el frágil statu quo en el sitio, pero fue vista como una provocación debido a sus posiciones de extrema derecha y su pasado apoyo a la oración judía en el sitio.

Israel insiste en que está comprometido a mantener el statu quo y que los ministros, incluido Erdan, han visitado el sitio en el pasado.

La visita de Ben Gvir el martes, celebrada el 10 de Tevet, un día de ayuno judío en duelo por los eventos que llevaron a la destrucción del Primer Templo, fue su primer viaje al lugar sagrado desde que asumió su cargo ministerial la semana pasada.

Muchos palestinos rechazan la noción de que el Monte del Templo es sagrado para los judíos, habiendo acusado a Israel y a los sionistas durante alrededor de un siglo de conspirar para destruir la mezquita y reemplazarla con un templo judío, una noción que es rechazada por la sociedad israelí dominante.

El Monte del Templo ha sido escenario de frecuentes enfrentamientos entre manifestantes palestinos y las fuerzas de seguridad israelíes, y las tensiones en el recinto en disputa han alimentado rondas de violencia pasadas.

Una visita del entonces líder de la oposición Ariel Sharon en septiembre de 2000 fue seguida de importantes disturbios y enfrentamientos palestinos que se transformaron en la Segunda Intifada. Enfrentamientos entre fuerzas de seguridad israelíes y manifestantes palestinos que buscaban evitar que los judíos ingresaran al sitio alimentaron una guerra de 11 días con Hamas en 2021.