Tu Bishbvat y la tradición Ashkenazí que más me gusta

Enlace Judío- Esta noche, domingo 5 de febrero, y mañana, lunes 6 de febrero, se conmemora el 15 del mes hebreo de Shebat, conocido también como Tu Bishbat (ט”ו בשבט).

Impuesto a las frutas

No es un feriado religioso ni mencionado en la Torá. Este día fue elegido por los rabinos hace 2.000 años, por razones puramente técnicas que tienen que ver con el cómputo de los años de los árboles.

Es una “fecha Halájica” técnica para considerar Mitzvot como el «ma’aser», o diezmo, y la ‘orla, la prohibición de comer los frutos de los árboles durante los primeros tres años.

El día 15 de Shebat los árboles, simplemente, tienen un año más.

La Torá no menciona ningún otro significado espiritual o religioso en este día. Y obviamente, TU BISHBAT era relevante exclusivamente para los árboles que crecían en la tierra de Israel, y para saber, por ejemplo, cuándo había que llevar ciertos frutos a Yerushalayim o al Bet haMiqdash, Gran Templo de Yerushalayim.

Por lo tanto, una vez que los judíos perdimos nuestro Bet HaMiqdash y fuimos desterrados de Israel, esta fecha cayó en el olvido.

La renovación de la tierra

En el siglo XVI, miles de judíos que escapaban de la inquisición española llegaron a Turquía, y desde allí se trasladaron a Erets Israel. Estableciendo una colonia judía en la ciudad de Safed (Tzefat). Esta ciudad pronto se convirtió en el centro Halájico más importante del mundo.

El rabino Yosef Caro (1488-1575) escribió en Safed el Shulján Aruj, el código halájico que hasta hoy es aceptado por todos los judíos del mundo.

La literatura mística, o Kabbalá, también floreció en Safed, a través del Ari haQadosh (1534-1572) y sus discípulos.

Para estos sabios judíos, que vivían en Israel, el 15 de Shebat tenía ahora una importancia especial.

Los rabinos Kabbalistas formularon un “Séder” o ceremonia de Tu Bishbat, como el que hacemos la noche de Rosh haShaná, para alabar a HaShem por la tierra de Israel que nos concedió, y que ahora, milagrosamente, volvían a habitar. Esta nueva ceremonia de Tu Bishbat consistía en comer una variedad de frutas. Aparte, siguiendo el modelo del Séder de Pésaj, también bebían cuatro copas de vino, de colores más claros a colores más oscuros: blanco; rosado; Cabernet, Syrah para representar las cuatro estaciones del año.

De Israel al resto del mundo

Desde ese entonces, la tradición de tener algún tipo de “se’uda” o comida con frutas se extendió por todo el mundo judío. Las más preciadas son aquellas frutas que la Torá menciona cuando alaba a la tierra de Israel «una tierra de trigo y cebada, uvas e higos, granadas, aceitunas y miel (de dátiles)» Debarim 8: 8. Los judíos Sefaradim, en Turquía, Marruecos, Siria, Irán, etc. comenzaron a celebrar esta fecha comiendo higos, dátiles, uvas, aceitunas y granadas: frutos que se podían conseguir en esas zonas geográficas. Para el mundo judío, Tu Bishbat representaba ahora un nuevo concepto. A través de estas frutas, los judíos volvíamos a conectarnos con nuestra amada tierra. Hoy diríamos que Tu Bishbat es una conmemoración absolutamente “sionista”.

En las comunidades Askenazíes también celebraban Tu Bishbat. Pero a diferencia de las zonas de la costa mediterráneas, en el frío norte de Europa, no crecían ni higos ni dátiles. Y era imposible importar estos frutos de la Tierra Santa. Pero los Yehudim de Europa no se rindieron.

¿Cómo iban a recordar a Erets Israel si no podían saborear uno de estos frutos? Y entonces, ¡a alguien se le ocurrió el algarrobo!

Aunque la Torá no menciona el algarrobo como una fruta de Israel, el Talmud nos cuenta la famosa historia de Ribbí Shimon Bar Yojai que sobrevivió durante 12 años en Merón, una zona cercana a Safed, comiendo algarrobos.

De alguna manera, los judíos de Europa se las ingeniaron para importar vainas de algarrobos secos desde la tierra de Israel: “en los tiempos previos al transporte rápido y la refrigeración, la textura dura y seca del algarrobo lo convirtió en una de las pocas frutas cultivadas en la tierra de Israel capaz de resistir el viaje de larga distancia [hacia Europa] sin deteriorarse”. (Ver aquí)

Rocas con sabor a miel

Cuando escuché por primera vez esta historia, ¡me conmoví hasta las lágrimas! Aunque Ribbí Shimón Bar Yojai pudo sobrevivir gracias a este árbol, en realidad la Guemará clasifica el algarrobo como un “alimento para el consumo animal” (מאכל בהמה). Las semillas de algarrobo son «duras como rocas, difíciles de morder, y si no te has roto todos los dientes tratando de morder, descubrirás que estas semillas producen una sustancia harinosa que huele a queso estropeado».

Sin embargo, para los judíos europeos, esas semillas durísimas eran exquisitas, porque venían de la tierra de Abraham Itzjak y Ya’akob, de la tierra del Bet haMiqdash, de la tierra prometida.

¡Era el amor y la pasión por Israel lo que transformaba a la incomible semilla del algarrobo en la fruta más deliciosa del mundo!

La costumbre de comer frutas el 15 de Shebat continúa hasta el día de hoy. Muchos de los que todavía vivimos fuera de Israel tenemos el increíble privilegio de poder ir a un supermercado local y comprar allí vino, miel y queso de Israel o galletas hechas con harina israelí y frutas que vienen directamente de nuestra querida tierra.

¡La hermosa costumbre Ashkenazi de comer algarrobo en TU BISHBAT continúa hasta el día de hoy!

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Luis Huitron: