Enlace Judío.- Un nuevo estudio realizado por investigadores del Instituto de Tecnología y Cognición Cerebral de la Universidad de Reichman ha demostrado que las áreas de navegación visual en el cerebro pueden activarse con sonido. Al atravesar laberintos usando información de sonido en lugar de información visual después del entrenamiento, se activaron áreas de navegación visual.
Los hallazgos podrían tener implicaciones para mejorar la detección y prevención de la enfermedad de Alzheimer, ya que los déficits espaciales son un síntoma temprano común, informó The Jerusalem Post.
Este hallazgo tiene numerosas implicaciones emocionantes. Entre ellos está que los hallazgos socavan la teoría de los períodos críticos, ganadora del Premio Nobel, y proporcionan nuevas formas de entrenamiento cognitivo que podrían detectar e incluso prevenir la enfermedad de Alzheimer.
El equipo realizó una serie de estudios que desafían las creencias convencionales sobre el funcionamiento del cerebro humano, afirmando que el cerebro está dividido por tareas en lugar de la división comúnmente aceptada por los sentidos (área de la vista, área de la audición, etc.). Estos estudios utilizaron dispositivos de sustitución sensorial (SSD), que son herramientas que transfieren información sensorial de un sentido a otro sentido.
Por ejemplo, los SSD pueden ayudar a las personas con discapacidad visual a “ver” al convertir la información visual en sonidos. Después de recibir capacitación, las personas pueden identificar formas, ubicaciones de objetos, palabras, letras e incluso rostros cuando se representan a través del sonido. Se ha demostrado que el entrenamiento en dispositivos de sustitución sensorial es efectivo en personas incluso de 40 a 60 años y más, lo que cuestiona la idea de que existen períodos críticos para el desarrollo de los sentidos.
La teoría clásica de los períodos críticos sugiere que los sentidos solo se pueden desarrollar en las primeras etapas de la vida, a través de la exposición a la vista, los sonidos, el tacto y otra información sensorial, y si no se desarrollan durante este período, no se pueden usar más adelante en la vida. El hecho de que los dispositivos de sustitución sensorial se puedan usar para un entrenamiento eficaz hasta bien entrada la edad adulta sugiere que es necesario cambiar la teoría. Llevando esto al extremo, este cuerpo de investigación ha demostrado que el cerebro puede reprogramarse a través del entrenamiento para que las áreas visuales del cerebro puedan activarse incluso en personas sin experiencia visual.
El Instituto de tecnología y cognición cerebral de Reichman fue fundado y está dirigido por el profesor de psicología Amir Amedi, quien se unió a la institución de educación superior en 2019 y es el director fundador del Centro de imágenes cerebrales Ruth and Meir Rosental. También es profesor adjunto en la Universidad de la Sorbona – Instituto De La Vision en París. Anteriormente fue profesor en el Departamento de Neurobiología Médica y Ciencias Cognitivas de la Universidad Hebrea de Jerusalén, donde también completó sus estudios de doctorado en Neurociencia Computacional.
Los dispositivos de sustitución sensorial no invasivos ofrecen a los investigadores oportunidades únicas para observar cómo responden las diferentes regiones del cerebro cuando la información relevante proviene de otro sentido. Usando imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI), los investigadores de este nuevo estudio examinaron el impacto del uso de dispositivos de sustitución sensorial en áreas visuales del cerebro organizadas retinotópicamente, en este caso, específicamente el área V6, responsable de la navegación visual y la percepción del movimiento.
¿Cómo ayuda esto a los ciegos a navegar?
Los resultados de este estudio indican que a través de un breve entrenamiento con EyeCane, un SSD que transmite información espacial sobre el entorno visual a través de sonidos, incluso aquellos con ceguera congénita pueden desarrollar una activación selectiva en el área V6. El estudio respalda aún más la idea de que, a pesar de años o toda una vida de ceguera, el cerebro tiene el potencial de procesar tareas y propiedades visuales si se utilizan las tecnologías y la capacitación adecuadas. Los investigadores encontraron que el área contiene neuronas motoras responsables de la navegación egocéntrica (independiente de las señales ambientales).
Los hallazgos podrían tener implicaciones para mejorar la detección y prevención de la enfermedad de Alzheimer, dijo el equipo. Los déficits espaciales son un síntoma temprano común del Alzheimer, y la navegación y la cognición espacial dependen de V6 entre otras regiones del cerebro.
El equipo concluyó que V6 puede desarrollar su selectividad para la navegación en ausencia de experiencia visual, como se vio en los participantes con ceguera congénita que usaron el SSD de EyeCane. Esto sugiere que podría haber formas de entrenar y mejorar las habilidades de navegación en personas con riesgo de demencia, incluida la enfermedad de Alzheimer, como adultos mayores o personas con deterioro cognitivo leve.
Al comprender mejor los mecanismos neuronales que subyacen al desarrollo y funcionamiento de la navegación espacial, “puede ser posible identificar biomarcadores tempranos y objetivos para intervenciones destinadas a prevenir o retrasar la progresión de la enfermedad de Alzheimer“.
Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío.
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