Al menos 842 fieles judíos visitaron el Monte del Templo en Jerusalén este domingo con motivo de la fiesta de Pésaj, informó The Jerusalem Post.
Esto representa un aumento del 43% en la cantidad de fieles que visitaron el Monte del Templo durante Pésaj en comparación con el año pasado, señaló la administración, quien agradeció al ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben–Gvir, y al jefe de policía de Israel, Kobi Shabtai, por su “dedicación como parte de los intentos de permitir la entrada de fieles judíos al sitio”.
Los judíos comenzaron a ingresar al sitio a las 9:00 am después de que los palestinos se atrincheraron en la mezquita de al-Aqsa el sábado por la noche, con la preocupación de que estallarían enfrentamientos si la policía los sacaba del sitio.
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Al comienzo de las oraciones del Fajr el domingo por la mañana, la entrada al complejo estaba abierta y la policía no había entrado para sacar a los que estaban dentro.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Jordania advirtió el sábado por la noche de “consecuencias catastróficas” si las fuerzas policiales ingresaban a al-Aqsa para expulsar a los palestinos, y enfatizó que tal medida empujaría la situación “hacia más tensión y violencia, por lo que todos pagarán el precio”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel respondió a la declaración jordana más tarde esa noche, escribiendo: “Aquellos que profanan la santidad de la Mezquita Al-Aqsa y se atrincheran dentro de ella son una mafia peligrosa, radicalizada e incitada por Hamás y otras organizaciones terroristas”.
“Hacemos un llamado a Jordania, a través de los guardias del Waqf, para que retire inmediatamente de la Mezquita Al-Aqsa a estos extremistas que planean amotinarse mañana durante las oraciones musulmanas en el Monte del Templo y la Bendición Sacerdotal en el Muro de los Lamentos”.
El portavoz de Hamás para la ciudad de Jerusalén, Muhammad Hamadeh, advirtió que “la agresión de la ocupación solo encontrará resistencia, y la resistencia está lista para responder a los crímenes de la ocupación de una manera equivalente al tamaño del crimen”.
Hamadeh agregó que “Ben–Gvir y su gobierno tienen toda la responsabilidad de lo que le sucederá a la Mezquita Al-Aqsa y a quienes están estacionados en ella. Al-Aqsa es una línea roja, y atacarla es manipular los detonadores que comenzaron a explotar en la cara de la ocupación”.
En las semanas transcurridas desde que comenzó Ramadán, la policía ha expulsado repetidamente a los palestinos que intentaron pasar la noche en la mezquita, citando un acuerdo que la policía dice haber alcanzado con el Waqf jordano contra tales estadías y preocupaciones de que los palestinos se estaban preparando para atacar a los judíos que visitan el Monte del Templo.
La semana pasada, los palestinos y la policía se enfrentaron en al-Aqsa después de que decenas de palestinos se atrincheraran en la mezquita antes de la víspera de Pésaj.
Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío
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