El Papa Francisco subrayó este domingo su “profunda preocupación” por un recrudecimiento de las tensiones entre Israel y los palestinos, informó The Times of Israel.
Dijo que la violencia renovada “amenaza el clima deseado de confianza y respeto mutuo necesario para reanudar el diálogo entre israelíes y palestinos”.
En medio de tensiones ya crecientes, desde medidados de semana la Policía de Israel se ha visto forzada a intervenir en la Mezquita de Al Aqsa para frustrar los planes de alborotadores palestinos que han buscado realizar alteraciones al orden público.
En respuesta a las acciones de las autoridades israelíes, terroristas en la Franja de Gaza, Líbano y Siria han atacado a Israel con múltiples cohetes.
Por su parte, las FDI han respondido atacando infraestructura de Hamás en Líbano y Gaza, al que acusa de estar detrás de los lanzamientos de cohetes.
El viernes, dos atentados dejaron un turista italiano y dos hermanas británico-israelíes muertos y varios heridos en Tel Aviv y Judea y Samaria.
Esta semana se ha producido un aumento de la violencia y los disturbios al coincidir el mes sagrado musulmán del Ramadán, Pésaj y la Pascua católica.
En Israel, el mes musulmán de Ramadán es un período de alta tensión entre las fuerzas israelíes y los palestinos, especialmente en Jerusalén y Judea y Samaria.
Decenas de miles de devotos musulmanes visitan la Mezquita Al-Aqsa, ubicada en el Monte del Templo en Jerusalén, durante todo el mes, lo que genera regularmente un aumento de la violencia.
El sitio es el lugar más sagrado para los judíos, ya que la ubicación de dos templos bíblicos, mientras que la Mezquita Al-Aqsa en el Monte del Templo es el tercer santuario más sagrado del Islam, convirtiendo el área en un importante punto álgido en el conflicto israelí-palestino.
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