La Dra Makenzie Lystrup, primera mujer directora de un centro de la NASA, no asumió el puesto jurando sobre la Biblia, sino sobre el libro “Pale Blue Dot” (Un Punto Azul Pálido) del científico judío Carl Sagan.
Makenzie Lystrup acaba de ser nombrada directora del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la agencia en Maryland.
Adiós a la biblia, hola libro de Carl Sagan 🧠
La Dra. Makenzie Lystrup, asumió el puesto de directora del centro de vuelos espaciales Goddard de la NASA, jurando sobre el libro “Pale Blue Dot” (Un Punto Azul Pálido) de Carl Sagan. pic.twitter.com/HGKEnZgGgZ
— Somos Cosmos (@InformaCosmos) April 10, 2023
The pale blue dot
Carl Sagan tituló una de sus obras The pale blue dot, Un punto azul pálido inspirándose en esta fotografía, donde la tierra aparece como una mota de polvo en un rayo de luz.
En este libro, Carl relató sus pensamientos en un sentido más profundo:
“Mira ese punto. Eso es aquí. Eso es nuestro hogar. Eso somos nosotros. En él, todos los que amas, todos los que conoces, todos de los que alguna vez escuchaste, cada ser humano que ha existido, vivió su vida. La suma de todas nuestras alegrías y sufrimientos, miles de religiones seguras de sí mismas, ideologías y doctrinas económicas, cada cazador y recolector, cada héroe y cobarde, cada creador y destructor de civilizaciones, cada rey y campesino, cada joven pareja enamorada, cada madre y padre, niño esperanzado, inventor y explorador, cada maestro de la moral, cada político corrupto, cada “superestrella”, cada “líder supremo”, cada santo y pecador en la historia de nuestra especie, vivió ahí – en una mota de polvo suspendida en un rayo de sol.”
El judaísmo en la obra de Carl Sagan
Carl Sagan, un renombrado astrónomo, cosmólogo y comunicador científico estadounidense, es ampliamente considerado como una de las figuras más influyentes en la divulgación de la ciencia y el pensamiento científico. Si bien el trabajo de Sagan es principalmente conocido por su rigor científico, vale la pena examinar la influencia de su origen judío en su vida y obra.
Carl Sagan nació en una familia judía en Brooklyn, Nueva York, en 1934. Sus padres, Samuel y Rachel Sagan, eran inmigrantes de Europa del Este que habían huido de la persecución y el antisemitismo en sus países de origen. Al crecer en un hogar judío, Sagan estuvo expuesto a las ricas tradiciones intelectuales y culturales del judaísmo, que luego influirían en su trabajo de manera significativa.
Uno de los aspectos más notables del origen judío de Sagan fue su compromiso con la justicia social y los derechos humanos. Desde una edad temprana, Sagan estuvo profundamente preocupado por los problemas de desigualdad e injusticia, que creía que eran fundamentales para los valores judíos de compasión y empatía. A lo largo de su vida, Sagan siguió siendo un firme defensor de los derechos civiles, la protección del medio ambiente y el desarme nuclear, todo lo cual consideraba esencial para crear un mundo más justo y equitativo.
El pensamiento crítico y la tradición judía del debate
El origen judío de Sagan también influyó en su enfoque de la ciencia y su comprensión del mundo natural. En su famoso libro “The Demon-Haunted World”, Sagan escribió sobre la importancia del escepticismo y el pensamiento crítico en la investigación científica, y señaló que estos valores estaban profundamente arraigados en la tradición judía de cuestionamiento y debate. Sagan creía que la ciencia no solo era una herramienta poderosa para comprender el universo, sino también un medio para promover valores morales y éticos, como la compasión, la humildad y el respeto por la diversidad.
El asombro judío
Además, los antecedentes judíos de Sagan pueden haber contribuido a su fascinación por el cosmos y su creencia en la importancia de explorar los misterios del universo. En la tradición judía, el estudio de los cielos es visto como un medio para comprender la creación de Dios y apreciar la belleza y complejidad del mundo natural. Sagan compartió esta reverencia por el cosmos, y su trabajo como astrónomo y comunicador científico fue impulsado por un profundo sentido de asombro ante la majestuosidad del universo.
En conclusión, si bien el trasfondo judío de Carl Sagan puede no haber sido un tema dominante en su obra, sin duda tuvo una profunda influencia en su vida y visión del mundo. Desde su compromiso con la justicia social y los derechos humanos hasta su enfoque de la ciencia y su apreciación del cosmos, la herencia judía de Sagan desempeñó un papel importante en la formación de sus ideas y valores.
Como tal, comprender la influencia de los antecedentes judíos de Sagan es crucial para apreciar todo el alcance de su legado como científico, comunicador y defensor de un mundo más justo y equitativo.
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