El Embajador de EE. UU. en Israel, Tom Nides, dio una versión optimista del estado de los lazos bilaterales entre Jerusalén y Washington este jueves, diciendo que “esto es como una familia”, informó The Times of Israel.
“Es como una Mishpajá”, dijo, usando la palabra hebrea para familia. “Todos nos sentamos y discutimos en la mesa, la mesa de la cena, está bien. Pero en los temas fundamentales, qué primero, segundo y tercero es la seguridad, ahí es donde estamos de acuerdo”.
“Podemos estar de acuerdo y en desacuerdo, pero al final del día, el apoyo al Estado de Israel es sólido como una roca”, continuó en la gala del periódico The Jerusalem Post por los 75 años de Israel, sentado en el escenario junto a su predecesor David Friedman.
“Es importante, pero es como cualquier gran relación, tenemos que seguir trabajando y alimentándola. Y cuando tenemos problemas, tenemos que solucionarlos”.
Los comentarios de Nides se produjeron después de cuatro meses de relaciones difíciles entre la Casa Blanca de Joe Biden y el gobierno de Benjamín Netanyahu.
En marzo, Biden instó públicamente a Netanyahu a “alejarse” de su buscada reforma judicial, que se detuvo desde entonces, diciendo que estaba “muy preocupado” por la salud de la democracia israelí y advirtiendo que Israel “no puede continuar por este camino”.
Biden también dio un enfático “no” cuando se le preguntó si invitaría a Netanyahu a la Casa Blanca, y agregó: “No en el corto plazo”.
“Israel es un país soberano que toma sus decisiones por la voluntad de su pueblo y no en base a presiones del exterior, incluso de los mejores amigos”, respondió Netanyahu en ese momento.
Otros funcionarios estadounidenses, incluido el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, y el secretario de Estado, Antony Blinken, han criticado públicamente la legislación.
Fuera de los desencuentros, esta semana la administración Biden expresó su satisfacción con Israel por el manejo de las tensiones de seguridad por parte de este último durante el sagrado mes islámico del Ramadán.
Nides subrayó el jueves que los dos países están “a la par” en materia de seguridad.
“La relación entre nuestras operaciones de seguridad, entre el Departamento de Defensa y las FDI y el Shin Bet y la CIA, es increíble. No se trata solo de los escalones superiores, está en los kishkes de esta gente”, dijo, usando la jerga ídish para referirse a tripas. “Es realmente parte de lo que son”.
También elogió raramente a la administración de Donald Trump: “Merecen una enorme cantidad de crédito por los Acuerdos de Abraham”, la serie de acuerdos de normalización negociados por EE. UU. entre Israel y los vecinos árabes.
“La administración Biden los ha adoptado y los está desarrollando y nutriendo con la esperanza de que la idea de una relación con Arabia Saudita se normalice”, dijo. “Arabia Saudita solo mejoraría esto”.
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