Más de medio millón de israelíes viven en Judea y Samaria (Cisjordania), según un informe publicado este viernes por el Consejo Yesha, la organización que representa a las autoridades locales en los asentamientos, informó The Times of Israel.
El grupo dijo que el medio millón se superó en octubre de 2022 y que la población exacta de israelíes es de 502,678 en unas 150 comunidades a partir de enero, lo que representa el 5.2% de la población total de Israel de 9 millones 565 mil.
Estimaron que a partir de mayo, la cifra creció a unos 506,000 habitantes.
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El número se da a conocer cuando el gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu, compuesto por partidos de derecha y extrema derecha que se oponen a la creación de un Estado palestino, ha dado prioridad a la expansión de los asentamientos.
El gobierno ya se ha comprometido a legalizar los puestos de avanzada que han disfrutado durante mucho tiempo del apoyo tácito del gobierno y a aumentar la aprobación y construcción de viviendas para israelíes en Judea y Samaria.
Según Yesha, el crecimiento de la población de israelíes se mantuvo a una tasa del 2.2% en 2022, con 10,755 israelíes mudándose a las comunidades de Judea y Samaria. Marcó una ligera caída desde la tasa de crecimiento del 3,3% calculada en 2021.
Las comunidades más grandes del territorio son Modiin Illit, Beitar Illit, Ma’ale Adumim y Ariel, que en conjunto tienen una población de 214,676.
Shlomo Ne’eman, jefe del Consejo Regional de Gush Etzion, elogió la noticia de los asentamientos “florecientes y prósperos”, citando el éxito de la Universidad Ariel, los sitios turísticos y la inversión en bienes raíces como las fuerzas impulsoras del crecimiento.
“Desafortunadamente, incluso después de haber cruzado medio millón de residentes, seguimos siendo prisioneros de una administración militar que no se corresponde con la realidad sobre el terreno”, dijo Ne’eman.
Los asuntos de los israeléis en los asentamientos son supervisados por el ejército y el Ministerio de Defensa, ya que el territorio no es oficialmente parte de Israel.
“Continuaremos trabajando con el gobierno actual con el objetivo de adaptarnos a los cambios y continuar con el impulso de la construcción, desarrollo de carreteras e infraestructura en el área para el beneficio de nuestros queridos residentes y el beneficio de toda la nación de Israel“, agregó.
Según los hallazgos, el 36% de los colonos son ultraortodoxos, el 36% son de la comunidad sionista religiosa y el 28% son seculares.
Los datos no incluyen Jerusalén Este, que Israel tiene bajo control junto con Judea y Samaria desde la guerra de 1967.
Gran parte de la comunidad internacional considera que los asentamientos son ilegales y un obstáculo para la paz. Los palestinos los ven como una ocupación de tierras que socava sus posibilidades de establecer un Estado palestino viable.
Israel dice que Judea y Samaria es un territorio en disputa, en lugar de ocupado, diciendo que la última terminología niega la presencia histórica del pueblo judío en la tierra. Argumenta que el destino de los asentamientos debería ser parte de las negociaciones para poner fin al conflicto.
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