Conceptos básicos para entender la festividad de Shavuot

Enlace Judío – En una semana (desde el jueves 25 de mayo) se festeja Shavuot. En ese día acaba la cuenta del omer y celebramos haber recibido la Torá. Como toda festividad sagrada es un día de descanso (dos en la diáspora) que santificamos a través del hacer kidush (un rezo particular con vino) y nos abstenemos de realizar cierto tipo de trabajos particulares. El día en sí mismo dentro de la historia de Israel que se narra en la Torá se refiere al momento en que el pueblo judío (quienes salieron de Egipto y siguieron a Moisés) tuvo la Revelación del Sinaí en el desierto. Varias fuentes judías nos enseñan que éste es realmente el momento en que el pueblo judío aceptó a D-os como tal y se convirtieron en una nación. Hay muchos elementos que construyen ese pensamiento y que abren la discusión hacia varios lugares. A continuación hablaremos sobre algunas de las implicaciones que esta visión tiene o algunas de las afirmaciones que la tradición judía hace sobre este evento y los temas que lo rodean.

La Torá como eje regidor de Israel

En la historia del relato bíblico lo que distingue a Israel del resto de las naciones es la determinación de ese pueblo de seguir a D-os, de regir su vida en base a los principios que D-os les ordenó y trasmitió a través de Moisés. La Torá en sí es la expresión de ello incluye los relatos históricos de la conformación de dicho pueblo, los mandatos de D-os y las enseñanzas y sabiduría que trasmiten. Por eso durante milenios la Torá fue conocida como el eje regidor de Israel y el pueblo judío. Dentro del Talmud y los comentarios se discute cuándo es que realmente Israel deja de ser una tribu heredera de Jacobo y se une en una nación. Hay dos momentos como tal en la Torá, que en sí están unidos en el tiempo y en su significado, pues la conformación de Israel como nación es en realidad un proceso que inicia en los eventos del Éxodo (Pésaj) y culmina con la Revelación del Sinaí (Shavuot).

Antes del Éxodo de Egipto lo que hoy conocemos como el pueblo judío en realidad era un clan conformado por doce tribus, todas herederas de Jacobo. Tenían su propio D-os, sus tradiciones y profecías sin embargo, no estaban conformadas en una nación como tal. Cuando Moisés se les presenta con el nombre de D-os y promete regresar con ellos a la tierra es que el proceso realmente inicia. Las plagas ocurren y el mundo entero tiene la posibilidad de reconocer a D-os en la realidad. D-os pide santificar la luna y es el primer mandato divino que cumplen. Sin embargo, es a través del sacrificio de Pésaj que realmente las tribus se unen en un sólo objetivo y un sólo funcionamiento. El sacrificio representa la renuncia de la voluntad individual por la aceptación del servicio a D-os, al igual que la renuncia de la esclavitud en Egipto y la aceptación de pertenencia a un cuerpo moral más grande. Participaron en él tanto los descendientes de Jacobo como miembros de otros pueblos que al ver la grandeza de esas tribus quisieron unirse a ellas.

Es en ese contexto que realmente nace la nación de Israel, sin embargo a través del Éxodo no termina de conformarse propiamente, precisamente porque no han recibido más que dos mandatos de D-os (santificar la luna, salir de Egipto y el sacrificio mismo). Por eso el carácter que distingue a Israel como nación que obedece a D-os como tal no ha surgido, esto ocurre a través de los mandamientos y a través de la Torá. Es en el Sinaí que la nación acepta un pacto de obediencia con D-os a través de una ley común, y como tal es que empiezan a existir como nación.

Los dos eventos no están separados, uno lleva a otro. La liberación de los egipcios y la aceptación de la voluntad divina era básica para poder recibir la Torá. Rab Hirsch describe el primer grupo de eventos como “la conformación física de Israel” y el recibimiento de la Torá como “la conformación espiritual de Israel”. La libertad y la configuración de las doce tribus bajo una unión, representa el cuerpo. Mientras que la Torá representa el espíritu lo que hace a la nación perdurar en el tiempo, lo que configura su idiosincrasia. Hay otros rabinos que mencionan la entrega de la Torá como una forma nueva de libertad, como aquello que le da sentido a la vida y un motivo a la existencia.

Los Diez Mandamientos

La pregunta que surge es ¿por qué escoger este momento para celebrar la entrega de la Torá si finalmente la Torá incluye no sólo los Diez Mandamientos sino muchos otros aspectos también? Hay varias razones: es la única vez en la Torá que D-os le habla directamente a cada uno de los integrantes de la nación, es decir es la única vez que existe una revelación nacional; es el momento en que el pueblo judío acepta las mitzvot (los mandatos) de D-os y entra en una estructura de “pacto” y “matrimonio” con Él; es tras este evento que Moisés sube cuarenta días al Monte Sinaí, recibe la Torá, la enseñanza de la misma y las tablas directamente de D-os; según algunas opiniones los Diez Mandamientos representan por su estructura el núcleo de la Torá, es decir en ellos pueden encontrar los principios básicos de todas las otras mitzvot.

La Revelación en el Sinaí

Hay ciertos elementos del momento en que ocurrieron los Diez Mandamientos son muy importantes para la tradición judía. El primero es que dentro de las preparaciones D-os les recuerda los milagros que ha hecho por ellos en Egipto y en el desierto y a través de Moisés pregunta si están preparados para entrar en un pacto con Él. El pueblo judío contesta “naase v’nishma” (“haremos y escucharemos”) la cual es una frase que ha sido interpretada de muchas formas, entre ellas el ver a D-os a través de la acción y el aceptar su mandato, en cualquier caso es una muestra de la lealtad que el pueblo judío le da a D-os en ese momento.

El segundo es la revelación misma de los mandamientos se nos dice que cada uno de los integrantes escuchó la voz de D-os, la reconoció como tal y la aceptó. Es decir cada uno de los integrantes del pueblo judío por unos momentos fueron profetas. Las implicaciones de que haya sido una revelación nacional y no individual tiene mucha importancia dentro de la filosofía judía, para algunos rabinos medievales es parte de la base de nuestras creencias, para algunos es prueba de la veracidad de la revelación. También se habla mucho del pacto que surge entre D-os y la nación judía en ese momento como pacto que existe a través de Israel como pueblo o nación.

Otro midrash cuenta que quienes escucharon la voz de D-os no pudieron totalmente con ella y pidieron a D-os mismo ya no tener revelación y tener a Moisés como intermediario. De tal forma que los Diez Mandamientos también es uno de los momentos en que Moisés adquiere legitimidad frente al pueblo como profeta.

Historia de la entrega a través de Moisés

Después del suceso de los Diez Mandamientos Moisés sube al Monte Sinaí durante cuarenta días y recibe las Primeras Tablas de la Ley (tenían escritas los Diez Mandamientos). Según algunas posturas es en esos días que D-os le revela la Torá entera a Moisés, tanto escrita como oral. Según otros en esos cuarenta días D-os le enseña únicamente las bases de la misma y la Torá ira siendo revelada conforme se desenvuelven los eventos del desierto. En cualquier forma el evento de los Diez Mandamientos y los cuarenta días en el Monte Sinaí marcan el inicio de la revelación de la Torá a Moisés.

La Torá en nuestra historia

Más allá de cualquier contexto religioso Shavuot es un día importante para cualquier judío que así quiera verlo, pues la Torá ha estado en nuestra historia a lo largo de casi toda nuestra existencia. Más allá de las creencias que como judío el individuo tenga, la Torá es un texto que nos ha dado unidad, fe, esperanza y sabiduría a lo largo de siglos, es la base de nuestras tradiciones y sigue abriéndose hacia nosotros cada vez que uno desea aprender de ella. Por eso Shavuot es un día para todo aquel que el judaísmo ha influido en su persona. En momentos en que yo no me siento tan cerca de ciertas creencias aún así me gusta acercarme a esta festividad porque reconozco la enorme riqueza que la filosofía, las tradiciones y el texto trajo a mi vida.