La guerra transcurrió y para 1944 la Alemania nazi ya se encontraba ante una caída inminente, los ejércitos aliados se acercaban sin tregua y las casas LEBENSBORN fueron descubiertas.Fue así cómo, en medio del caos de un mundo en ruinas, una nueva y muy extraña interrogante se puso sobre la mesa:
¿Qué hacer con los bebés huérfanos del Tercer Reich?
Buscar a los padres biológicos era imposible, pues los nazis destruyeron toda documentación previa, así que las desprotegidas bebés fueron puestos a disposición de la Cruz Roja y posteriormente acomodados en distintos orfanatos.
Entre 1935 y 1945 más de 20,000 niños nacieron dentro de estas casas llamadas paritarios del nazismo.
Cada criatura producto de este enfermo programa de Adolfo Hitler cargó a lo largo de su vida el trauma y las dudas de manera distinta, pero lo que todos estos niños tuvieron en común fue que se convirtieron en la prueba de la locura que había en el nazismo y sobre todo, en su obsesivo racismo.
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