La comunidad Bnei Menashe de India en crisis mientras las sinagogas son incendiadas y cientos de desplazados criptojudíos de Bnei Menashe en India cuando las sinagogas fueron incendiadas en medio de enfrentamientos étnicos. Durante los últimos años, la vida fue buena para Lalam Hangshing como presidente del Consejo Bnei Menashe, el órgano rector de las comunidades judías en los estados indios de Manipur y Mizoram, informa Israel National News.
Mientras vivía en la casa de sus padres, él y su esposa disfrutaron del aire limpio y el hermoso paisaje de Manipur, un estado en el noreste de la India donde viven cerca de 3 millones de personas. A kilómetros de distancia, Hangshing alquiló una casa de cuatro pisos recién construida a una productora de cine.
Todo cambió el 3 de mayo, cuando estallaron los disturbios entre la mayoría étnica Meiteis y la minoría tribal Kukis, una violenta conflagración que se venía gestando desde hacía años. Los grupos locales dicen que Meiteis comenzó a atacar las instituciones de Kuki y demolió las casas, y Hangshing, también el secretario general del partido político liderado por Kuki, temía que su casa fuera la siguiente.
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“Cuando los problemas comenzaron el 3 de mayo, con precisión militar, las turbas fueron directamente a las casas [de los kuki]”, dijo Hangshing. Los saquearon, destrozaron y quemaron todas y cada una de las casas en la ciudad de Imphal en un día y medio”.
Según Shavei Israel, una ONG que ayuda a las comunidades judías de la “tribu perdida” a emigrar a Israel, más de 1.000 miembros de la comunidad, o el 20% del total, han sido desplazados. Un miembro de la comunidad fue asesinado y otro recibió un disparo en el pecho y está hospitalizado. Se incendiaron dos sinagogas y mikvahs, o baños rituales.
“Degel Menashe, una ONG israelí que se dedica a apoyar a Bnei Menashe, tiene una disputa larga en el tiempo, con Shavei Israel, dijo que se quemó una sinagoga. Hangshing es Kuki, al igual que los miles de otros judíos Bnei Menashe en Manipur. El 4 de mayo, Hangshing dejó su hogar y más de un mes después, aún no ha regresado”.
Habló con la Agencia Telegráfica Judía desde Delhi, a más de 1,000 millas de su casa. Su casa de cuatro pisos ha sido completamente destruida, pero la casa de sus padres todavía está en pie. Le preocupan las posesiones familiares, como los libros religiosos que pertenecen a su padre, que ayudó a fundar la comunidad judía de Manipur, y un juego de palos de golf favoritos que quedaron atrás, todos en peligro de ser saqueados o destruidos en cualquier momento.
“Según Shavei Israel, otras 292 familias de Bnei Menashe han huido a zonas montañosas de mayoría kuki dentro de Manipur o al estado cercano de Mizoram”.
En Mizoram, más de 100 judíos inicialmente se refugiaron en la sinagoga Shalom Tzion en Aizawl, en las casas de otras familias judías o en hoteles, pero la mayoría se mudó a un campamento paramilitar cercano. Los líderes comunitarios dicen que los refugiados no enfrentan ningún peligro inmediato y tienen suficientes alimentos y suministros gracias a las decenas de miles de dólares en ayuda que llegan de Shavei Israel y Degel Menashe.
Básicamente huyeron con sus documentos, y tienen libros de oraciones, sus tefilín y artículos rituales, y la ropa que llevan puesta, dijo Asaf Renthlei, miembro de la comunidad judía de Mizoram y voluntario de Degel Menashe. En los campamentos de socorro los miembros de la comunidad han observado Shabat todas las semanas desde que huyeron.
“Esta es una de las crisis más graves que han experimentado los Bnei Menashe en India”, dijo Michael Freund, quien ha sido presidente de Shavei Israel desde que fundó la organización en 2002″.
LA COMUNIDAD BNEI MENASHE. INDIA
La violencia estalló en el estado de Manipur a principios de mayo cuando los grupos tribales lanzaron una protesta contra la demanda de Meitei por el estatus de tribu registrada, que tradicionalmente está reservado para tribus minoritarias como los kukis y garantiza ciertos derechos a la educación, empleos gubernamentales y otros privilegios. Los kukis (que constituyen alrededor del 16 % de la población y son mayoritariamente cristianos) dicen que los meiteis (que constituyen el 53 % y son mayoritariamente hindúes) ya tienen privilegios y representación política descomunales.
“La protesta del 3 de mayo fue solo la chispa que encendió un conflicto basado en agravios de larga data contra la minoría kuki, dijo Sushant Singh, investigador principal del Centro de Investigación de Políticas de India”.
En el fondo, se trata de que los meiteis afirman que son los habitantes originales del estado, los kukis son inmigrantes ilegales. Al entrar el conflicto en su segundo mes, se han registrado más de 100 muertes y se estima que 40.000 personas han sido desplazadas; algunos pueblos enteros están destruidos y más de 200 iglesias han sido quemadas, así como las dos sinagogas en el área de Imphal. Se ha producido un apagón de Internet en todo el estado desde principios de mayo.
Aunque el gobierno pidió un alto el fuego y estableció un comité de paz, esos esfuerzos para sofocar la violencia no han tenido éxito. El ejército implementó medidas de seguridad y evacuó a los kukis hacia las colinas y a los meiteis hacia las llanuras, pero Singh dijo que esto solo ha reforzado las divisiones geográficas en lugar de facilitar una solución que podría permitir que los dos grupos vivan juntos en el futuro.
LA COMUNIDAD BNEI MENASHE. INDIA
Se ha llamado al ejército, pero son muy ineficaces porque es una guerra civil. No pueden tomar partido. Simplemente se quedan parados y cuando los disparos se vuelven demasiado intensos, se hacen a un lado, así que nos queda a nosotros defendernos por nosotros mismos, dijo Hangshing.
“Los Bnei Menashe se identifican como descendientes de un grupo de “tribu perdida”, rastreando sus orígenes hasta la tribu israelita de Menasseh. En 2005, un gran rabino de Israel afirmó su identidad como un grupo de “tribu perdida” con lazos históricos judíos, pero los investigadores no han encontrado pruebas suficientes para respaldar la afirmación. Los judíos de Bnei Menashe comenzaron a emigrar a Israel en la década de 1990 y, debido a su condición de “tribu perdida”, todos se someten a conversiones ortodoxas formales al llegar. Alrededor de 5.000 permanecen hoy en los estados de Manipur y Mizoram, y unos 5.000 ya han emigrado a Israel”.
“Los Bnei Menashe se identifican como descendientes de un grupo de “tribu perdida”, rastreando sus orígenes hasta la tribu israelita de Menasseh”.
Muchos han luchado para ingresar a Israel durante las últimas dos décadas, y ahora le piden al estado judío que acelere el proceso de inmigración para ayudarlos a escapar de la violencia. Pero a pesar de las recientes celebraciones en torno a la apertura de un nuevo centro cultural indio-judío en el centro de Israel, al que Netanyahu y el presidente Isaac Herzog enviaron bendiciones grabadas, Jerusalén aún tiene que responder públicamente a la situación.
El ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Eli Cohen, visitó India el mes pasado en un viaje planificado destinado a fortalecer los lazos entre los dos países. No comentó sobre el asunto y su visita fue interrumpida debido a una operación militar en Israel.
Creo que bajo [Benjamin] Netanyahu, particularmente en este período como primer ministro, hay muy pocas expectativas. Es muy cercano al gobierno del Sr. Modi, así que no creo que nadie espere nada de Netanyahu”, dijo Singh.
El estatus religioso de la “zona gris” de los Bnei Menashe, en palabras de Renthlei, hace que su inmigración a Israel sea más complicada para ellos que para la mayoría. Antes de que los Bnei Menashe puedan solicitar la inmigración, deben enfrentarse a un grupo de rabinos, que generalmente vienen hasta la India, para las entrevistas.
No es como Ucrania. Los ucranianos son judíos sin ninguna duda. Pero los Bnei Menashe, estamos en una zona gris no exactamente judía, pero tampoco de no judíos”, dijo Renthlei. Es poco probable que los Bnei Menashe puedan hacer aliyá, incluso en esta situación, a diferencia de los ucranianos. Miles de judíos ucranianos han emigrado a Israel desde que comenzó la invasión de Rusia en febrero de 2022.
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