Irving Gatell/ Rusia: ¿Guerra civil?

Yevgueni Prigozhin, dueño del ejército de mercenarios Wagner, le ha declarado la guerra al ejército ruso, y se rumora que sus tropas —menores en número, pero infinitamente mejor preparadas que las tropas rusas regulares— ya entraron en combate con los que están defendiendo a Moscú y a Putin.

El detonante fue un bombardeo ruso a una base de las milicias Wagner, una acción tan absurda como extrema. Y no caben dudas: fueron los rusos, porque está perfectamente claro que las bombas llegaron desde el territorio ruso. El saldo fue de varios muertos y muchos heridos, y eso enfureció a Prigozhin, un mercenario profesional que ya no estaba muy contento con Putin.

La guerra en Ucrania ha sido un desastre total. Del “vamos a tomar Kiev en tres o cuatro días”, los rusos han pasado al “por favor, mantengan la lealtad a Putin y no hagan tonterías”. Hace apenas un mes, el tema de conversación seguía siendo el asedio a Bakhmut, y la propaganda rusa a ratos decía que la ciudad por fin había caído, a ratos corregía y decía que estaba a punto de caer.

Eso ya era decadente, por sí mismo. Del optimismo inicial según el cual toda Ucrania caería en pocos días, todo se había reducido a un esfuerzo inútil por conquistar una sola ciudad.

Hoy ya ni siquiera se habla de eso. Todavía a inicios de semana, el tema dominante —o incluso absoluto— era la contraofensiva ucraniana. Otra vez, la propaganda rusa lanzando sus largas peroratas para acusar que esta era un fracaso, y que occidente pronto dejaría de apoyar a Ucrania ante semejante decepción. Pero eso sólo era un bulo. El puro hecho de que el tema ya no fuese Bakhmut, sino la contraofensiva, es una demostración puntual de que el ataque ucraniano estaba funcionando.

Bueno, pues el asunto volvió a cambiar.

Los mercenarios Wagner no cambiaron el curso de la guerra de modo decisivo. Los ucranianos los derrotaron prácticamente en todos los frentes, y les pusieron el alto en Bakhmut. Pero, aun así, es un hecho que estas tropas de mercenarios eran los mejores soldades en el bando ruso. El ejército regular demostró ser el fiasco militar del siglo XXI (y probablemente de la posguerra).

La situación se tensó al punto que Putin decidió dejar de lado a Prigozhin y sus milicias Wagner; se les dejó de ayudar, y no pocos atribuyeron sus fracasos a ello. ¿Por qué lo abandonaron? Porque muchos militares ya no estaban a gusto con el nivel de poder que estaba acumulando Prigozhin. Luego entonces, hicieron lo que hacen los militares mediocres: ponerse en su contra, y con ello prácticamente sentenciar la guerra a favor de Ucrania. Prigozhin se hartó del asunto y abandonó el combate. Retiró a sus tropas de Bakhmut, justo a tiempo para no ser el primero en recibir la contraofernsiva ucraniana.

¿Qué tanto se tensaron las cosas entre él y Putin durante estas dos semanas? No sabemos, pero parece que demasiado, al punto que Rusia bombardeó a la gente de Prigozhin.

Fue la gota que derramó el vaso, y ahora las milicias Wagner están en abierta rebeldía. Este noche de viernes en Moscú, los medios fueron hackeados y todos los rusos pudieron escuchar a Prigozhin llamando a los rusos, especialmente a los militares, a rebelarse.

Ahora, se sabe que las tropas Wagner van rumbo a Moscú, y se habla ya de los primeros enfrentamientos.

Se los dije desde hace un año: la guerra en Ucrania era un proyecto sin pies ni cabeza que iba a desfondar a Rusia, y la iba a sumir en una situación impredecible de la cual no podría salir bien parada. Señalé también que, mientras más insistiera Putin en mantener esa guerra, peores serían las consecuencias.

Por supuesto, en ese momento no había modo de adivinar de qué modo ocurriría la crisis.

Pero la respuesta ya nos llegó, y lo estamos viendo en tiempo real en redes sociales como Twitter.

Un episodio crucial del siglo XXI frente a nuestros propios ojos.

Estense atentos. Aquí seguiremos analizando la situación.

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