Salem Alketbi/ Israel e Irán están librando una guerra en la sombra – opinión

Uno de los aspectos más llamativos de la escalada de la guerra en la sombra entre Israel e Irán es la persistente determinación de Israel de demostrar su capacidad para llegar profundamente a Irán, publicó The Jerusalem Post.

Durante los últimos años, la intriga de la guerra encubierta entre Israel e Irán nunca ha cesado. Uno de los capítulos recientes de esta guerra salió a la luz cuando la agencia de inteligencia israelí hizo público que había llevado a cabo una operación en Irán, atrapando a un sospechoso que lideraba un grupo que conspiraba para asesinar a israelíes en Chipre. El Mossad declaró que el sospechoso admitió haber recibido órdenes de la Guardia Revolucionaria iraní.

Este anuncio contiene algunas señales de peso, sobre todo que provino directamente del propio Mossad, no a través de filtraciones deliberadas u otros medios indirectos. Esto refleja una táctica clara empleada por la inteligencia israelí para revelar abiertamente algunas de las operaciones ejecutadas para lograr objetivos estratégicos específicos relacionados con la otra parte: Irán. Uno de estos objetivos podría ser afirmar su mensaje, aclarar su objetivo y demostrar la capacidad de Israel tanto para la represalia como para la disuasión.

La segunda señal es la infiltración en curso de Israel dentro de Irán. Esto destaca las continuas debilidades y vulnerabilidades en la configuración de seguridad interna de Irán. Además, demuestra la destreza de inteligencia de Israel sobre el lado iraní, con todas las implicaciones e insinuaciones, especialmente cuando se trata de exponer la noción de superioridad y la influencia de gran alcance ejercida por la Guardia Revolucionaria iraní.

El tercer indicio gira en torno a la intención del gobierno israelí de distanciarse de cualquier posible acuerdo alcanzado entre Washington y Teherán. Su objetivo es proyectar la imagen de un enfoque israelí independiente para hacer frente a las amenazas iraníes.

Esta señal coincide con las conversaciones en curso entre Estados Unidos e Irán, mediadas a través de canales regionales, lo que refuerza la percepción de Teherán de que Israel no está realmente preocupado por los resultados de este diálogo. Por el contrario, Israel se arremangará para garantizar su seguridad y estabilidad a través de los medios y métodos que considere adecuados.

Vemos que esta señal tiene mucho peso, dada la fuerte creencia de la parte iraní de que puede desviar la atención de Washington de Israel con respecto a los intereses estratégicos estadounidenses. Irán cree que EE.UU. ya no tiene la capacidad, la eficacia o la determinación para seguir garantizando la seguridad de sus aliados en Oriente Medio, incluido Israel.

Irán ya ha puesto a prueba esta hipótesis respecto a los aliados de Washington en el Golfo y descubrió que es cierta. Además, Irán también lo ha probado en casos más pequeños a través de sus representantes en Siria y el Líbano, y Washington no ha refutado la convicción de Irán sobre este asunto.

LA CUARTA señal gira en torno al tema de esta ronda de la guerra encubierta: la campaña de asesinatos llevada a cabo por la Guardia Revolucionaria iraní contra los israelíes en el extranjero.

Es ampliamente conocido que las operaciones de inteligencia de Israel dentro de Irán se centran principalmente en las instalaciones nucleares y en la interrupción de las actividades de enriquecimiento de uranio. Sin embargo, la detención de un sospechoso implicado en la planificación de posibles asesinatos de israelíes demuestra que el conflicto con Irán va más allá de la cuestión nuclear.

Descubre muchas otras dimensiones y aspectos de las amenazas iraníes, incluido el ataque a figuras israelíes en el extranjero. Esto llama la atención de los círculos políticos y el público occidentales, destacando la amplitud de la amenaza iraní y apoyando la postura política israelí, enfatizando la necesidad de mantenerse alerta sobre las múltiples facetas del peligro iraní.

Además, tal operación sirve como un movimiento preventivo para disuadir otras posibles acciones iraníes, especialmente considerando las repetidas advertencias de seguridad sobre posibles ataques iraníes contra individuos israelíes en varios países, incluidos Turquía y algunos otros estados regionales.

Sin duda, la creencia iraní de que EE. UU. está pasando por una fase de declive estratégico y disminución de su influencia, y que carece de la voluntad y las capacidades suficientes para salvaguardar a un aliado del tamaño de Israel, es una noción defectuosa que no se sostiene en el análisis objetivo.

Surge de cálculos estratégicos inexactos ya que Israel, a los ojos de EE. UU., no es como cualquier otro aliado estratégico. Los iraníes son muy conscientes de esta realidad, pero siempre prefieren poner a prueba tales hipótesis en la práctica real.

Es cierto que el único estado en el mundo que puede obtener el acuerdo unánime de todos los círculos de toma de decisiones e instituciones soberanas en EE. UU. para protegerlo e intervenir en su nombre es, sin duda, Israel. Algunas razones están ligadas a consideraciones electorales, mientras que otras están conectadas con la fuerte influencia del lobby pro-Israel dentro de EE.UU..

Además, esta situación subraya el debilitamiento de los lazos de asociación entre Washington y sus aliados de Medio Oriente, hasta el punto en que EE. UU. ahora tiene solo un aliado regional confiable, y ese es Israel, independientemente de quién esté en el poder.

Israel está decidido a demostrar cómo puede penetrar profundamente en Irán

UNO DE los aspectos más llamativos de la escalada de la guerra en la sombra entre Israel e Irán es la persistente determinación de Israel de demostrar su capacidad para llegar profundamente a Irán. Esta operación reciente se produce después de años de robar sigilosamente alrededor de media tonelada de archivos clasificados relacionados con el programa nuclear iraní desde el corazón de Teherán en 2018.

Irán no tenía idea de esta operación. Estos archivos contenían el nombre del destacado científico nuclear iraní, Mohsen Fakhrizadeh. Luego, en 2020, Fakhrizadeh fue atacado, utilizando técnicas avanzadas, cerca de su residencia en Irán.

La infiltración de Israel en el interior iraní está respaldada por numerosas pruebas e indicios. Lo que es nuevo es la decisión táctica de dejar de lado el secreto y la confidencialidad por parte de la inteligencia israelí, discutiendo abiertamente sus operaciones dentro de Irán. Una gran parte de este enfoque probablemente proviene del deseo de Israel de intensificar el sentimiento de miedo, ansiedad y sospecha entre los funcionarios iraníes con respecto a la posibilidad de ser atacados por la inteligencia israelí.

Esta advertencia fue destacada previamente por el exministro de Inteligencia iraní, Ali Younesi, quien dio la voz de alarma sobre la creciente influencia del Mossad en varios puntos del país. Señaló que los líderes iraníes se sienten preocupados por sus vidas, seguridad y bienestar.

Creemos que el objetivo del Mossad es infundir esta preocupación entre los líderes y funcionarios iraníes, reforzando su estrategia de disuasión y obligando a Irán a evitar atacar a Israel y a los israelíes, por temor a las posibles consecuencias que podrían enfrentar algún día.

La teoría de la superioridad israelí choca con el creciente sentido de confianza en sí mismo que Irán ha sentido en los últimos años, especialmente desde el avance cualitativo en su arsenal militar, particularmente en el ámbito de los vehículos aéreos no tripulados, algunos de los cuales Rusia ha utilizado en la guerra en Ucrania.

Tendremos que esperar más rondas de la guerra encubierta, hasta que una de las partes en este conflicto esté convencida de que los costos involucrados no superan las ganancias logradas.

El autor es analista político de los Emiratos Árabes Unidos y excandidato al Consejo Nacional Federal.

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