El líder de la oposición israelí, Yair Lapid, propuso el domingo suspender el proceso legislativo de la reforma judicial durante 18 meses para reanudar las negociaciones con la coalición, informó Haaretz.
Hablando en la Knéset, Lapid sugirió que durante el periodo de congelamiento habría “la posibilidad de aprobar leyes relacionadas con la reforma judicial y la separación de poderes, pero requeriría un acuerdo entre la coalición y la oposición con una mayoría de dos tercios”.
Reveló que la coalición y la oposición estuvieron a punto de llegar a un acuerdo sobre la ley de razonabilidad, aprobada en la Knéset la semana pasada.
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“Tanto el presidente como yo creíamos que ya había un acuerdo listo para firmar, pero luego Yariv Levin y Ben Gvir dieron un golpe sobre la mesa, amenazando con disolver el gobierno. El primer ministro entró en pánico y la ley para la eliminación del principio de razonabilidad se aprobó en la versión más extrema posible”.
En respuesta a los llamados del gobierno para volver a las negociaciones dijo: “Desde que se aprobó la ley, el gobierno ha estado hablando de reanudar el diálogo, eso es exactamente a lo que se refiere el dicho ‘mataste y también heredaste’, ¿cómo podemos volver a entablar el diálogo con ustedes?”
“En ese momento demostraron que no podemos confiar en ustedes. Mi responsabilidad, junto con toda la oposición, no es organizar visitas para Netanyahu en la Residencia del Presidente, ni apaciguar a las agencias calificadoras que Netanyahu engañó. Si el gobierno quiere alcanzar acuerdos amplios, debe demostrarlo”.
Lapid abordó las críticas del movimiento de protesta con respecto a sus intentos de alcanzar un acuerdo. “Había mucha gente, tanto en la protesta como en mi partido, que no les gustó”, dijo.
“Respeto sus opiniones, pero era mi deber intentarlo. Creo que debemos hacer todo lo posible para evitar la desintegración del ejército, el colapso económico y las divisiones en el pueblo de Israel”.
“Es cierto que la responsabilidad principal recae en el gobierno, pero cuando tenemos un gobierno extremista y mesiánico en el que no se puede confiar, al menos nosotros en la oposición debemos hacer todo lo posible para preservar la unidad en el Estado de Israel“.
El Likud rechazó la propuesta del líder de la oposición: “Yair Lapid está dispuesto a hablar con Abu Mazen (Mahmoud Abbas) sin condiciones previas, pero al Likud le da una lista de condiciones para las conversaciones. Invitamos a Lapid a entablar un diálogo hoy para que podamos llegar a amplios acuerdos”.
El grupo de protesta “Fuerza Kaplan” dijo: “Un gobierno que aprobó unilateralmente una ley dictatorial no es legítimo. No se debe confiar en la falsa demostración de moderación en el Likud ni mantener conversaciones. Es muy desafortunado que Lapid no haya aprendido nada de lo ocurrido la semana pasada y crea las mentiras de Netanyahu de ‘tender la mano'”.
“El gobierno pisotea la democracia, el sistema judicial y la libertad de prensa con decenas de leyes, decisiones e iniciativas. Es hora de que Lapid comience a ser una oposición y comprenda que solo una lucha decidida y poderosa protegerá a Israel como una democracia liberal”.
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