Tres grandes comediantes judías del stand-up comedy

Enlace Judío – Una de las cosas más bellas que el stand–up comedy tiene desde sus inicios es que permite al comediante elucidar realidades que normalmente como sociedad no vemos. Es a la vez una oda a la crudeza, a la ironía y un ataque. Difícilmente se es buen comediante cuando no se tiene algo bueno que decir. Últimamente el stand-up comedy ha vuelto a tener gran fama en los programas de Streaming, las televisoras y las redes sociales. Las siguientes son tres mujeres estandoperas que han destacado en los últimos años y cuyos shows valen la pena ser vistos.

Jessica Kirson

Jessica Kirson es una de las comediantes contemporáneas que más reconocimiento ha tenido en los últimos años: recibió el premio “Best Female Comic” por la sociedad MAC de Nueva, el Nightlife Award “Best Stand-up Comedian”, y sus actuaciones han llegado las 50 millones de vistas en redes sociales. Ha salido en varios programas de televisión y ha hecho documentales y podcasts donde elucida el trabajo de otras artistas comediantes y la trayectoria histórica que la comedia ha tenido en nuestras culturas. Con más de 22 años en el medio podría decirse que es una de las comediantes más experimentadas, y al mismo tiempo mantiene la energía y frescura de quienes apenas comienzan. Su audiencia se caracteriza por ser multigeneracional y por llamar la atención de una gran variedad de personas.

Para ella la identidad judía es sumamente importante. En sus actos habla sobre la relación que tenía con su madre y su abuela al crecer, sobre su orientación sexual y las dificultades de ser madre. Lo que la caracteriza es que a través de estas experiencias también le da voz a un sin fin de personajes con los que ha convivido, que parecerían completamente salidos de la ficción. Son sumamente divertidos, sin embargo esconden realidades un tanto oscuras. Tras la máscara de zombies en el asilo se esconde la respuesta del miedo a envejecer, tras las experiencias simpáticas de una borrachera, la adolescente vulnerable. Sin embargo, son un elogio al descaro y hay un orgullo en la respuestas tan valientes y vulgares que ella misma representa en escena.

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Jenny Zigrino

Jenny Zigrino es una de las comediantes jóvenes más vista en nuestros días. Ha salido en canales como MTV, Comedy Central Presents y “Funniest Things” de TBS. Tiene un podcast dedicado a body positivity y ha hablar de las incongruencias y exigencias desmedidas que la sociedad moderna exige al individuo. Este tipo de conciencia social también ha distinguido fuertemente su comedia. Desde que inició su trabajo como comediante sabía que quería usar el humor y el sarcasmo para revelar las cosas que tradicionalmente no se ven o no se enuncian. Y lo ha logrado muy bien, en sus shows habla del ser milenial, las pocas oportunidades que el mercado laboral ofrece, los dobles discursos de una industria basada en la imagen, el ver crecer a su hermana en un mundo cada vez más áspero y las expectativas irreales que se tiene sobre nuestra generación hoy en día. Sin nunca por un segundo dejar de lado la comedia, en ningún momento sus actos se vuelven pesados o dejan de ser extremadamente divertidos. No cabe duda que es una de las mejores comediantes en la escena hoy en día.

Robby Hoffman

El pasado de Robby Hoffman es uno de los ecclecticos incluso para ser comediante. Creció como jasídica en Montreal, siendo la séptima hija de una familia de diez hermanos. Para su adolescencia su madre y por ende la familia ya había abandonado la ortodoxia y se habían aceptado una forma de vida más tradicional o conservadora. Tras salir de la universidad se dedicó a la escritura de programas de televisión y comedias (algunos por los cuales se ganó un Emmy), hasta que tuvo la oportunidad de protagonizar su propio programa de stand-up comedy “I’m Nervous”. Desde entonces ha tenido mucho éxito como comediante. En sus shows habla mucho de la forma en que creció y se burla de la poca atención que recibía de niña, los efectos en el carácter que genera el abandono emocional. Se presenta como un personaje miedoso, asustadizo, con dificultades para acercarse a las personas y a través de él le da voz a ciertos funcionamientos poco sanos que nuestra sociedad tiene.