Enlace Judío – Una de las experiencias más dolorosas para el hombre (el ser humano como tal) es la confrontación con su propio error. Nos duele equivocarnos, no sólo las consecuencias de haberlo hecho sino el simple reconocimiento de que no somos perfectos. Hay muchas razones por las cuales nuestros errores nos dan vergüenza. Por un lado son muestra de nuestra debilidad, de nuestra vulnerabilidad. Por el otro, también nos enseñan el daño que causamos en el mundo que nos rodea. Las dos experiencias son sumamente dolorosas. Sin embargo, lo que pocos ven es que el error bien manejado, bien asumido es la única fuente de aprendizaje que tenemos. Se dice del sabio que se hizo sabio porque siete veces se cayó. Si queremos crecer debemos aprender a ver nuestros errores, aceptarlos y curarlos. Reparar el daño que ocasionaron, curar la culpa y el dolor que nos produjeron. Yom Kipur es el día más sagrado para el judaísmo y es un día de curación.
En ese día nos abstenemos de ciertos placeres físicos, rezamos, ayunamos y tratamos de purificarnos. Es una forma hermosa de encuentro con el mundo que puede llevar incluso meses de preparación. Intentamos realmente curar para poder tener una relación nueva con las personas que nos rodean y con D-os. Esto lo hacemos a través de la expiación de la culpa y de la reparación. A través de la toma de conciencia y de la acción; es una de las experiencias más bellas que uno puede tener dentro de la práctica judía. Los siguientes son algunos de los aspectos más importantes de la festividad.
¿Qué hacemos?
En Kipur básicamente hacemos tres cosas:
Kaparot – antes de Kipur con un ave o con dinero pedimos que nuestros pecados sean expiados y matamos al animal.
Ayuno – A lo largo de todo el día nos privamos de ciertos placeres físicos como es el comer, el bañarse, el usar perfumes o ungüentos caros.
Vidui – Una de las partes más importantes del rezo de Kipur es el Vidui. Un fragmento donde confesamos nuestros pecados a D-os y pedimos perdón por ellos. Esto debe hacerse de forma individual, aunque lo hacemos de forma comunitaria en realidad el diálogo que cada quien mantiene con D-os es individual. Aun así es importante resaltar la estructura, el Vidui como tal es un listado de los posibles pecados que uno puede cometer. En el rezo se dicen todos, sin embargo uno debe mantener en su mente claro los pecados por los que uno quiere pedir perdón y puede detenerse a hablar con D-os sin problema.
La aceptación de los errores
Una de las cosas que más me gustan de Yom Kipur, del judaísmo y la Torá en general, es que te confronta con quien eres. Yom Kipur lo puedes llevar lo intenso o ligero que quieras y es una desición individual, igualmente válidas ambas formas.
Las primeras veces que tuve una práctica religiosa, el primer Yom Kipur que celebre por así decirlo. Fue de los momentos más intensos de mi vida. Tenía 18 años de culpas, errores, relaciones rotas y ninguna idea de como empezarlas a trabajar. Yom Kipur me dio una guía. Empiezas por identificar cada error de forma separada, ves claramente el daño que causó y pides perdón; ya sea a la persona o a D-os. Si realmente hiciste lo necesario para reparar dichos errores y si realmente lo hiciste con sinceridad puedes confiar en que D-os te perdonó y que finalmente te libraste de ellos. En mi caso también descubrí que el rencor era una forma de error y empecé por perdonar. En toda mi vida nunca me sentí tan libre.
Y creo que esa es una de las cualidades más benéficas del día que te lleva a reconocerte a ti también en tus errores. En Yom Kipur curas la culpa, pensar que D-os te perdonó es una invitación también a que tu perdones a ti mismo. Y si bien uno siente dolor y vergüenza cuando se confronta con el dolor, el proceso te lleva a una aceptación del mismo a incluso verte dentro de él y dejarlo ir. Y a veces las emociones son muy intensas y uno genuinamente busca “temblar frente a D-os” sentir la humildad que Su grandeza provoca y a veces Yom Kipur puede ser más tranquilo, puede ser simplemente darse cuenta que es necesario un cambio de hábitos, un cambio ligero de comportamiento. Y las dos implican verse, las dos implican aceptarse, las dos implican mejorar. Pero todo debe llevar a la aceptación final de nuestra persona, desde la cura.
Relaciones desde la pureza
Otro elemento hermoso de Kipur es el enfoque tan amplio que se hace en las relaciones. Uno se purifica para empezar limpios un camino nuevo. Sin embargo, esto no se logra simplemente borrando nuestro pasado y tratando de fingir que somos otros, muy por el contrario, se logra integrando nuestro pasado. Es importante que curemos las relaciones con aquellos con quienes en algún momento compartimos una amistad, un cariño y las situaciones llevaron a que se rompan. Es importante hablar las cosas y es importante cuidar de nosotros y de quienes nos rodean. Yom Kipur nos da vías para hacerlo, porque el enfoque son las relaciones. Debemos ver cómo nos relacionamos con quienes nos rodean, cómo nos relacionamos con D-os y cómo nos relacionamos con nosotros mismos y tomar acciones para empezar a sanar, curar y llevar una buena relación.
El carácter histórico
Finalmente el aspecto histórico también es sumamente importante. Si bien el arrepentimiento, el perdón, la cura son acciones que en principio deberíamos realizar todos los días Yom Kipur es el llamado en el año para que al menos lo hagamos una vez cada ciclo. Y se hace en el contexto de la historia bíblica, recordamos la historia de Moisés, del Becerro de Oro y de nuestros patriarcas. Nos vemos dentro de un pueblo, dentro de una historia, dentro de un mundo.
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