El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, argumentó en su discurso ante la Asamblea General de la ONU este jueves que la paz en la región será imposible sin un Estado palestino, informó The Times of Israel.
“Aquellos que piensan que la paz puede prevalecer en Medio Oriente sin que el pueblo palestino disfrute de sus plenos derechos legítimos y nacionales están equivocados”, dijo Abbas, hablando en árabe.
La administración del presidente estadounidense Joe Biden está colaborando activamente con Riad y Jerusalén para tratar de negociar un acuerdo de normalización entre los dos países.
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Como parte del marco, Arabia Saudita también está pidiendo a Estados Unidos un importante pacto de defensa mutua y importantes acuerdos de armas, así como concesiones israelíes a los palestinos que serían difíciles de aceptar para algunos de los socios de la coalición del primer ministro Benjamín Netanyahu.
El príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, afirmó el miércoles que “cada día nos acercamos” a que su país normalice los vínculos con Israel, al tiempo que aclaró que la cuestión palestina sigue siendo un componente “muy importante” del proceso.
La semana pasada, los líderes saudíes aseguraron a una delegación que visitaba Ramallah que Riad “no abandonará” la causa palestina mientras entabla negociaciones.
Abbas utilizó la mayor parte de su discurso ante la ONU para criticar a Israel, acusándolo de “afianzar el apartheid”.
“Esta ocupación viola los principios del derecho internacional y la legitimidad internacional”, dijo Abbas, llamando a la ONU a implementar sus resoluciones y marcar el comienzo del nacimiento de un Estado palestino totalmente independiente.
Exigió el fin del régimen militar israelí de décadas en Judea y Samaria y un Estado palestino independiente con Jerusalén Este como su capital, en las líneas anteriores a 1967, y con la cuestión de los refugiados resuelta de acuerdo con las resoluciones de la ONU.
Llamó al actual gobierno israelí “racista y de derecha”, acusándolo de robar dinero y recursos y de retener los cuerpos de 600 “mártires” palestinos.
El personal diplomático israelí se retiró durante el discurso.
En su discurso ante la ONU, Abbas acusó a Israel de violar la santidad de los lugares sagrados cristianos y musulmanes en Jerusalén, y afirmó que los lugares más sagrados del judaísmo, el Monte del Templo y el Kotel, son lugares sagrados exclusivamente musulmanes.
También acusó al “gobierno de ocupación israelí” de “cavar febrilmente sus túneles debajo y alrededor de la Mezquita de Al-Aqsa” en la cima del Monte del Templo, lo que causaría una “explosión con consecuencias incalculables”.
Los palestinos han estado expresando esa teoría durante casi un siglo como un llamado a defender la mezquita, ofreciendo poca evidencia más que las excavaciones arqueológicas dirigidas por Israel.
Abbas preguntó por qué la ONU guarda silencio sobre las violaciones de Israel en lugar de sancionar al Estado judío como lo han hecho otros países. Acusó a la ONU de aplicar “dobles estándares” a favor de Israel, al tratarlo por encima de la ley.
Prometió que la Autoridad Palestina continuaría su campaña contra Israel en los foros internacionales.
“A la luz del estancamiento debido a las políticas de Israel”, Abbas pidió al secretario general de la ONU que convocara una conferencia de paz internacional que podría ser la “última oportunidad” para salvar la solución de dos Estados.
Abbas pidió disculpas y reparaciones por parte de Israel, y de Estados Unidos y el Reino Unido por apoyar la Declaración Balfour de 1917 emitida por el gobierno británico que declaraba su apoyo a un “hogar nacional” para el pueblo judío en la Tierra de Israel.
Continuó su discurso ante la ONU el jueves pidiendo protección internacional contra los “colonos terroristas israelíes” y las fuerzas de las FDI.
También dijo que era necesario pedir a los estados miembros que reconocieran al Estado de Palestina y que fuera admitido como miembro de pleno derecho de la ONU. Dijo que Israel no ha cumplido sus condiciones de aceptación en la ONU y pidió a la ONU que tome “medidas disuasorias” contra Israel hasta que cumpla las resoluciones de la ONU.
Abbas insistió en que los palestinos continuarían lo que llamó su “resistencia popular pacífica” contra una “ocupación colonial” que no cree en la paz.
Culpó al Estado de Israel por la avalancha de delitos violentos en la comunidad árabe del país, que ha experimentado un fuerte aumento este año.
También responsabilizó al gobierno israelí por el hecho de que los palestinos no hayan celebrado elecciones desde 2006.
El embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, criticó el discurso y dijo en un vídeo grabado desde la Asamblea General que “el presidente Abbas demostró hoy que no es un socio para la paz” y calificó al líder de la Autoridad Palestina de “irrelevante”.
Después del discurso, el Ministro de la Diáspora, Amichai Chikli, escribió que Abbas era “uno de los principales y más peligrosos negacionistas del Holocausto en el mundo, cuya principal prioridad [sic] es financiar a terroristas que asesinan brutalmente a mujeres y niños inocentes”.
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