Yojeved Lifshitz de 85 años describió a los periodistas en el Hospital Ijilov de Tel Aviv cómo fue secuestrada y mantenida en la Franja de Gaza, informó The Times of Israel.
“Viví un infierno que no pensábamos, no sabíamos que llegaríamos a esa situación. Arrasaron el kibutz. Me secuestraron, me pusieron en el costado de una motocicleta y aceleraron por los campos arados hacia Gaza. Volaron la valla electrónica, esa valla especial que costó 2,500 millones de dólares, y no sirvió de nada”, dijo.
Yojeved Lifshitz y Nurit Cooper, residentes del Kibutz Nir Oz fueron liberadas el lunes por la noche. Alrededor de 220 rehenes aún están en manos de Hamás.
“Las masas allanaron nuestras casas. Golpearon a la gente, tomaron algunos rehenes. No distinguieron entre ancianos y jóvenes, fue muy doloroso”, expresó Lifshitz.
“En el camino, acostada en la motocicleta, me golpearon con palos. No me rompieron las costillas, pero me lastimaron y me fue difícil respirar”.
Los terroristas le quitaron su reloj y las joyas que llevaba y luego la obligaron a caminar por los campos hasta llegar a una red de túneles, similar a “una telaraña”.
Lifshitz caminó durante dos o tres horas a través de túneles húmedos hasta una gran sala donde se encontraban otros 25 rehenes. “Nos dijeron que creen en el Corán y que no nos harían daño, que nos darían las mismas condiciones que tienen en los túneles”, dijo sobre los secuestradores.
Ella y otros cuatro rehenes del Kibutz Nir Oz fueron llevados ese mismo día a otro lugar.
“Nos acostamos en colchones y se aseguraron de que todo estuviera limpio. Se aseguraron de que no nos enfermáramos y teníamos un médico con nosotros cada dos o tres días”.
“Éramos cinco y cada uno de nosotros tenía alguien que los vigilaba”, añadió. “Nos trataron bien, cuidaron todos los detalles… higiene femenina. ¡Limpiaron nuestros baños, limpiaron! Limpiaron con Lysol, para que no nos enfermáramos, estaban preocupados por una plaga”.
Dijo que uno de los rehenes que se cayó de la motocicleta y se lastimó brazos y piernas recibió atención médica. “El paramédico lo visitaba todos los días y lo limpiaba durante una hora y media. El médico le envió antibióticos, después de cuatro o cinco días aún no mejoraba. Luego le cambió el antibiótico y empezó a mejorar”.
Cuando se le preguntó si los secuestradores intentaron hablar con los rehenes, Lifshitz respondió: “Les dijimos, nada de política… No les respondimos [sobre política]. Hablaron de todo tipo de cosas. Fueron muy amables con nosotros”.
“Nos dividieron en grupos según el lugar de residencia, atendieron todas nuestras necesidades. Hay que reconocer que nos mantuvieron muy limpios. Se aseguraron de que comiéramos, comíamos lo mismo que ellos: pan con queso y pepino”.
Respecto al ataque sorpresa del 7 de octubre, dijo: “La falta de conocimiento por parte de las FDI y el Shin Bet sobre lo que Hamás había estado planeando nos perjudicó mucho. Fuimos los chivos expiatorios del gobierno”.
“Fuimos abandonados por el gobierno tres semanas antes. [Hamás] nos dio una lección, por así decirlo. Las masas llegaron a las carreteras, prendieron fuego a nuestros campos, enviaron globos que provocaban incendios en nuestros campos. Las FDI no lo tomaron en serio”.
“Y de pronto, en la mañana de Shabat, cuando todo estaba tranquilo, hubo fuertes ataques con cohetes contra las comunidades, y junto con el bombardeo, la turba irrumpió, irrumpió a través de la valla [fronteriza], abrieron las puertas del kibutz e irrumpieron en masa. Fue muy desagradable, muy difícil. Mi memoria sigue repitiendo esas imágenes”.
Cuando se le preguntó por qué le dio la mano a uno de sus captores cuando fue trasladada a una ambulancia de la Cruz Roja, reiteró que los rehenes fueron tratados con “sensibilidad”.
Su hija Sharon Luton, llamó a su madre “un rayo de luz” y dijo a los periodistas que es maravilloso tenerla de regreso.
“Mi madre tiene muchas esperanzas de que todas las personas que estaban con ella regresen”, añadió. “Nuestros corazones están con más de 200 rehenes que aún se encuentran allí. Nuestro corazón está con mi padre y con todos los cautivos que aún están allí”.
Dijo que está contenta de saber que trataron bien a su madre, pero enfatizó que no sabe cómo están tratando a otros rehenes porque su madre solo vio a 25 cautivos.
“Mi padre no estaba con mi mamá, así que ella no sabe dónde está”, dijo en una entrevista con BBC.
“Mi padre está cada vez más frágil. Estuvo muy involucrado en los derechos de los palestinos y trabajó por la paz con nuestros vecinos. Durante mucho tiempo fue un defensor de la coexistencia con los palestinos”, subrayó.
“Espero que él esté allí, que lo cuiden y que tenga la oportunidad de hablar”, dijo. “Habla bien árabe, por lo que puede comunicarse muy bien con la gente de allí. Conoce a mucha gente en Gaza. Quiero pensar que va a estar bien”.
Yojeved y Oded Lifshitz pertenecen a la generación que fundó el Kibutz Nir Oz. Son activistas por la paz y transportaban regularmente pacientes desde Gaza para recibir tratamiento médico en hospitales de todo Israel.
Su hijo Yizhar, dijo que el Shin Bet interrogó a su madre “con sensibilidad” el lunes por la noche. Afirmó que ella dijo lo que piensa en la conferencia de prensa y que nunca diría nada que alguien le hubiera pedido.
El portavoz de las FDI, Daniel Hagari, agradeció este martes a Egipto por desempeñar un “papel clave” en la liberación de las dos rehenes israelíes.
“Estamos felices por su regreso, pero al mismo tiempo quiero mencionar que los maridos de Yojeved [Lifshitz] y Nurit [Cooper] aún son cautivos de Hamás. Son solo dos entre 222 rehenes”, dijo.
Agregó que las FDI trabajaron para su liberación y que “Egipto jugó un papel clave en el asunto. Se agradecen sus esfuerzos. Agradecemos a Egipto y a la Cruz Roja y nos comprometemos a devolver a todos los rehenes a casa”.
Respecto a un video de Hamás que muestra a Lifshitz y Cooper siendo liberadas, Hagari dijo: “No debemos confundirnos ni por un momento, esto es parte del terrorismo psicológico que Hamás utiliza para mostrar aparentemente que es una organización humanitaria. Es un video cínico y no nos hará olvidar el 7 de octubre”.
Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudío
Comunidad Enlace Judío
¿Nuestro periodismo es importante para ti?
¿Confías en Enlace Judío para una cobertura precisa y oportuna en este momento?
En ese caso, únete a la comunidad Enlace.
A partir de $200.00 MXN al mes, podrás:
- Apoyar a nuestros periodistas independientes que trabajan las veinticuatro horas del día
- Ser reconocido como parte de nuestra comunidad una bendición semanal
- Acceso a contenido exclusivo
- Acceso a eventos exclusivos, en caso de haberlos
- Servicio de noticias instantáneas sobre Israel y el mundo judío a tu celular, así como a nuestras transmisiones en vivo.