La ausencia de miles de trabajadores de sus puestos de trabajo debido a la guerra le ha estado costando a Israel aproximadamente 600 millones de dólares a la semana, o alrededor del 6% del PIB semanal, dio a conocer este jueves su banco central.
En el informe, el departamento de investigación del Banco de Israel analizó el coste semanal de la caída de la oferta laboral en las tres primeras semanas de la guerra, que estalló el 7 de octubre, según The Times of Israel.
La ausencia de empleados en sus lugares de trabajo se atribuyó a tres factores: la movilización masiva de soldados de reserva, la evacuación de residentes en el sur y el norte, y el cierre del sistema educativo, lo que dificulta que los padres trabajen y sean productivos.
Más de 200.000 personas han sido desplazadas de comunidades a lo largo de las fronteras sur y norte tras las atrocidades perpetradas el 7 de octubre por Hamás, que mataron a más de 1.400 personas, la mayoría de ellas civiles.
El ejército israelí ha convocado a más de 300.000 reservistas, muchos de los cuales trabajan en empresas tecnológicas globales y otros tipos de negocios, para unirse a los combates.
Israel ha prometido erradicar a Hamás, respaldado por Irán, que ha gobernado la Franja de Gaza desde 2007 y ha estado atacando todas las áreas donde opera el grupo, mientras busca minimizar las víctimas civiles.
El análisis del Banco de Israel se centra en el cálculo del coste económico de la ausencia de trabajadores en términos de costes laborales y no en términos de pérdida de producto.
El Banco de Israel aclaró que el cálculo no refleja el daño total y los costos para el mercado laboral y la economía resultantes de una caída en la demanda y el consumo durante el período de guerra.
No incluye el costo de los muchos trabajadores que fueron despedidos ni la ausencia de trabajadores palestinos y extranjeros.
La estimación de costes semanales del Banco de Israel se basa en el siguiente desglose: 325 millones de dólares es el coste atribuido a la ausencia de trabajadores y la disminución de la productividad debido al cierre total de las instituciones educativas, 154 millones es el costo que se deriva de la ausencia al trabajo de 144.000 residentes evacuados de las zonas afectadas por la guerra, y alrededor de 130 millones resulta del reclutamiento extensivo de unos 360.000 soldados de reserva.
Se estima que el cierre total del sistema educativo durante las dos primeras semanas de la guerra ha provocado que 310.000 padres falten al trabajo, además de 210.000 empleados que pueden trabajar desde casa pero con menor eficiencia porque tienen que cuidar a sus hijos.
La apertura parcial del sistema educativo en los últimos días puede reducir el costo, señaló el Banco de Israel.
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