El Ministro de Comunicaciones de Israel, Shlomo Karhi, propuso una resolución gubernamental para detener cualquier publicidad oficial, suscripciones u otras conexiones comerciales con el periódico de izquierda Haaretz, citando lo que describió como su “propaganda falsa y derrotista”.
En una carta enviada el jueves al Secretario del Gabinete, Yossi Fuchs, Karhi denunció a Haaretz por su postura editorial sobre la guerra y propuso en su resolución que el gobierno no celebre ningún nuevo acuerdo comercial con el periódico, detenga toda publicidad en él, incluso si ha sido pagado y detener cualquier pago pendiente.
Karhi encabezó la campaña para aprobar regulaciones gubernamentales de emergencia que permitieran a su ministerio cerrar canales de noticias considerados perjudiciales para la seguridad nacional y que causaran incitación, aunque se informó que su borrador inicial de las regulaciones incluía también a los medios nacionales.
Fue The Marker, un diario de negocios publicado por el Grupo Haaretz, el que informó por primera vez sobre ese primer borrador.
Como resultado, el Ministerio de Comunicaciones cerró la transmisión en Israel del canal de noticias libanés Al Mayadeen asociado con Hezbolá, pero aún no ha cerrado el canal Al Jazeera con sede en Catar, el objetivo original de las regulaciones de Karhi.
Esto se considera como resultado de la renuencia de Israel a enemistarse con el gobierno de Catar, que actúa como mediador en las negociaciones sobre rehenes con Hamás.
“Desde el comienzo de la guerra, mi oficina ha recibido numerosas quejas de que el periódico Haaretz ha adoptado una línea dañina que socava los objetivos de la guerra y debilita el esfuerzo militar y la resiliencia social”, escribió Karhi en su carta a Fuchs sobre el periódico.
Alegó que algunos de los artículos de Haaretz podrían incluso haber “cruzado el umbral criminal” y dijo que estaba seguro de que esto sería “examinado por las autoridades pertinentes”.
El ministro citó algunas líneas seleccionadas de algunos artículos recientes de Haaretz publicados desde el 7 de octubre, incluida una línea de un artículo de opinión del controvertido columnista Gideon Levy donde escribió: “Detrás de todo esto se encuentra la arrogancia israelí: nuestra creencia de que podemos dañar a todos y que nunca seremos castigados por ello… nos arrancaremos los ojos… nos destrozaremos la cara”.
También citó una línea de un artículo de otra periodista, Amira Hass, quien escribió: “En un día, los ciudadanos israelíes experimentaron lo que los palestinos han experimentado y experimentan durante décadas como una cuestión de rutina: invasión militar, muerte, crueldad, niños asesinados, cadáveres abandonados en las calles”.
En particular, ambos ejemplos provienen de artículos de opinión que no representan la línea editorial general del periódico, que ha apoyado en gran medida el esfuerzo bélico, aunque es muy crítico con el gobierno de Netanyahu,
“Detener la compra de servicios del periódico Haaretz por parte de organismos gubernamentales reducirá el grave daño que sienten los ciudadanos israelíes no sólo por las publicaciones del periódico, sino también por el hecho de que están obligados a pagarlo con el dinero de sus impuestos”, escribió Karhi.
“El Estado de Israel es cliente del periódico Haaretz, y el gobierno tiene la autoridad para decidir que no está interesado en ser cliente de un periódico que socava al Estado de Israel en tiempos de guerra y socava el espíritu de los soldados israelíes y su residentes al enfrentarse al enemigo”.
Entre las cláusulas de su propuesta de resolución gubernamental se encuentran el requisito de que el gobierno no celebre nuevos acuerdos comerciales con Haaretz, incluido no comprar suscripciones para empleados estatales; detener los acuerdos y suscripciones existentes; detener la publicidad por parte de organismos estatales; suspender todos los pagos a Haaretz por servicios que aún no se han prestado.
El editor de Haaretz, Amos Schocken, publicó en X en respuesta que el periódico seguía “comprometido a informar sin temor ni favoritismo” a pesar de la resolución propuesta por Karhi.
La Unión de Periodistas de Israel criticó duramente la propuesta de Karhi, diciendo que perjudicaba la libertad de prensa en Israel.
“Su nueva propuesta de detener todos los acuerdos comerciales del gobierno con el periódico es una propuesta populista, desprovista de toda lógica y de cualquier posibilidad [de ser aprobada], y su único propósito es ganar la simpatía de [su] base política, a costa de de periodistas dedicados que trabajan día y noche cubriendo la guerra, y en un ataque deliberado y flagrante a la libertad de prensa y al derecho del público a saber”, dijo el sindicato.
“Apoyamos a los periodistas del Grupo Haaretz y confiamos en que continuarán realizando un trabajo importante en beneficio del Estado de Israel y sus ciudadanos, y no se dejarán disuadir por las vanas amenazas del ministro Karhi”.
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