Israelíes liberados se unen a las manifestaciones semanales en Tel Aviv

Miles de personas en las principales ciudades de Israel pidieron este sábado la liberación inmediata de los rehenes retenidos en Gaza, informó Haaretz.

En la llamada “Plaza de los Rehenes” ubicada en el Museo de Arte de Tel Aviv, israelíes que han sido liberados del cautiverio de Hamás hablaron por primera vez.

Hadas Kalderon, madre de Erez y Sahar, liberados el pasado sábado, dijo a la multitud: “Tengo sentimientos encontrados: tristeza y felicidad. A mí me pasó un milagro, espero que a todos ustedes les pase un milagro”. Llamó a sus hijos “superhéroes” y dijo que gritaron cuando la vieron: “Mamá, ¿estás viva?”, pensando que fue asesinada.

“Sahar quiere a su padre. Erez quiere a su padre. No dejen atrás a los hombres. Los milagros no son suficientes. Necesitamos acción. Tráerlos a casa ahora”, enfatizó.

Elena Trufanov, liberada el miércoles, cuyo marido fue asesinado y su hijo, Sasha, sigue cautivo en Gaza pidió devolver a su hijo ahora. Elena emigró de Rusia hace 25 años. Fue secuestrada en el Kibutz Nir Oz con su madre de 73 años, su hijo y su pareja, Sapir Cohen, quien fue liberada el jueves.

Boaz Zalmanovitch, cuyo padre Aryeh murió en cautiverio dijo: “Él murió en agonía. Queremos enterrarlo en los campos cerca de su casa, pero esa no es la máxima prioridad. La máxima prioridad es traer a los rehenes vivos a casa”.

Muchos manifestantes en Tel Aviv llevaban camisetas naranjas, en solidaridad con Ariel de cuatro años y Kfir Bibas de 10 meses, ambos pelirrojos, tomados como rehenes. Hamás dijo esta semana que ellos y su madre, Shiri Bibas, ya no están vivos. Israel ha dicho que no puede confirmar esa información.

El general de división (res) Noam Tibon, quien rescató a su hijo y a su familia del Kibutz Nahal Oz el 7 de octubre, dijo en la manifestación: “La liberación de los secuestrados es la máxima prioridad, antes que cualquier otra tarea. Hasta que no devolvamos a los secuestrados, no ganaremos la guerra”.

“Lo ocurrido la semana pasada es una muestra de que podemos traer a nuestros rehenes. Los canales de Egipto y Catar funcionan y debemos continuar. No hay precio por las vidas humanas”.

Shay Gross, que tenía 6 años cuando fue secuestrado con otros pasajeros en el vuelo de Air France en 1976 que acabó en Entebbe habló de su cautiverio.

“Aún recuerdo el miedo y el pánico. Los civiles no deberían ser rehenes. Regresé de Entebbe siendo otro niño. Vi cosas que un niño pequeño nunca debería ver. Pido a la ONU que condene la toma de nuestro pueblo como rehén. ¿Dónde están? ¿Por qué no gritan? ¿Qué pasaría si fueran sus familias? Hago un llamado al mundo para que despierte. Hoy somos nosotros. La próxima vez podrían ser ustedes”.

El Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas exigió una reunión con el gabinete de guerra para recibir información actualizada sobre el fin de la tregua y la reanudación de los combates.

“Tememos por el destino de todos y cada uno de los que permanecen allí. Exigimos que el primer ministro y el gabinete de guerra se reúnan con nosotros esta tarde y den respuestas sobre hacia dónde nos dirigimos y cómo pretenden traer a todos de regreso”. dijo el Foro en nombre de las familias.

En Cesarea, los manifestantes exigieron la destitución del primer ministro Benjamín Netanyahu, frente a su residencia privada.

“El sonido de la sangre de nuestros hermanos y hermanas nos grita desde el suelo y sabemos quién es responsable”, dice la invitación a la manifestación, “no debemos guardar silencio. Es nuestro deber gritar. Por el fracaso, para el futuro”.

“Las manos del gobierno israelí y de su líder están cubiertas de sangre”, dijo Eran Litman, padre de Oriya, asesinado en el festival de música Nova. “El primer ministro insiste en no asumir ninguna responsabilidad por este fracaso. Por eso ya no puedo guardar silencio”.

Litman acusó al gobierno y a su líder de “dañar los valores más altos del Estado de Israel: la igualdad y la democracia, con el fin de promover una política dictatorial-mesiánica que llevó a un daño real que amenazó la vida y la seguridad de los ciudadanos de Israel. ¡Cada día que este gobierno continúa en el poder nos cuesta vidas!”, exclamó.

La policía detuvo a cuatro manifestantes en Cesarea bajo sospecha de crear disturbios y desorden: Un anciano fue detenido por sostener un cartel que decía “Basta de la ocupación” con un dibujo de la bandera palestina. También fue detenido un manifestante presenció el arresto y gritó “vergüenza” a la policía. Luego fueron detenidos otros dos manifestantes.

Eventos adicionales para la liberación de los rehenes se celebraron en Jerusalén, Be’er Sheva, Eilat, Haifa, Hadera, Yehud, Kfar Saba, Netanya, Modi’in, Yokneam y otras ciudades.

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