Daniela Levy Atri / Están tratando de eliminar a Israel, el hogar que nos representa

¿Qué es Israel para ti? Esto es lo que significa para la joven judía mexicana Daniela Levy Atri.

“Yo tenía una perspectiva intensa de lo que era Israel para mí, teniendo en mente todas mis experiencias de infancia, yendo con toda mi familia con nuestras sillas a la playa de Tel Aviv. Pero nunca jamás olvidaré el sentimiento que tuve al pisar Eretz Israel después de vivir puro vacío.

Me fui a la marcha de la vida y probé experiencias totalmente emocionales, sintiendo puro vacío, coraje, tristeza, trauma y un millón de diferentes emociones al mismo tiempo. Después de respirar el aire del último campo de concentración llamado Majdanek, sintiendo pura tristeza por todo lo visto, nos fuimos directo al aeropuerto para dirigirnos al lugar que siempre nos alumbra, nuestra casa, Israel.

A la hora de que llegue a Israel recuerdo perfecto como sentí que recuperaba el oxígeno, sintiéndome totalmente bienvenida en un lugar que llamo mi segunda casa. Fue un sentimiento inexplicable, realmente que ni hoy en día lo he podido descifrar. Sentía ese orgullo de estar vivos, teniendo pura emoción de estar ahí parada junto con todos mis hermanos, sentía mi cuerpo a otro nivel, teniendo en mi olfato pura limpieza y en mi mirada pura bondad y alegría.

Tengo la imagen perfecta de cuando llegamos al Kotel: volteaba a mis lados y veía a todos mis hermanos más unidos que nunca, me sentía muy acompañada y muy consolada. Al quedarme viendo directamente el Kotel, procesé todo lo que había vivido, todo el trauma que me había generado ver ciertas atrocidades, y ahí fue cuando dije te AMO Israel,  gracias por existir. Ese vacío que tenía literalmente había desaparecido.

Y ahí fue cuando descubrí lo que realmente aprecio ese lugar tan mágico, la conexión que yo tuve en esos momentos tan especiales fue verdaderamente fuerte, me sentía amada, acompañada y totalmente recibida. El voltear a mis lados, ver letras en hebreo, ver gente de mi religión diciendo palabras que digo diariamente, ver la bandera de Israel me ponía los pelos de punta. Ver con mis propios ojos que no era un sueño donde estaba parada, y ver que logramos que esto exista me llena de pura emoción.

Israel hoy en día tiene todo mi corazón, porque logré encontrar esa conexión y amor, teniendo en mí, todo el agradecimiento hacia él por su existencia, saber que tengo una segunda casa y saber que me reciben con los brazos abiertos me hace darme cuenta de que pertenezco del todo. Yo antes decía, que hermoso es Israel, las playas, la comida, los museos, etc. Pero realmente no sabía que era más allá que todas esas cosas básicas que tiene un simple país. Logre experimentar una sensación única de pertenencia, sintiendo que había regresado a un lugar que siempre fue mi casa, literalmente fue el reencuentro de mí misma.

Lo que descubrí es que Israel no es un lugar común, sino que un lugar totalmente diferente a todos, explicándolo, es nuestro lugar, teniendo nuestras oportunidades de ser nosotros mismos, de tener oportunidades, de estar fuera del antisemitismo, y de estar unidos en nuestras creencias sin críticas.

Israel se ha convertido en un reflejo de mi propio viaje espiritual y de autodescubrimiento. Es un lugar que me desafió a explorar y a crecer teniendo todo tipo de emociones. La conexión que tuve con Israel no lo puedo ni explicar en palabras, fue un sentimiento muy profundo dentro de mi ser.

Para dar a concluir quiero mencionar que Israel no es simplemente un destino en el mapa para mí, sino que es un capítulo muy especial en el libro de mi vida. Es un lugar que se llevó mi corazón y todo mi ser. A través de esta experiencia única, descubrí que la verdadera conexión no se trata de lo físico, sino que del significado que tú mismo le das.

Ver como están tratando de eliminar el lugar que nos representa me hace decaer, pero nunca pierdo ese ánimo de que vamos a seguir adelante como siempre lo hacemos con la cabeza en alto sin dejar que nada ni nadie nos lleve de cabeza.

Ver a mis hermanos inocentes sufriendo tanto y viviendo puro dolor llena mi alma de pura tristeza. Esa impotencia que llevo dentro, de no poder ayudar del todo, me está matando y la cargo cada segundo de mis días; sin embargo, después de la oscuridad sale la luz y nunca debemos de perder nuestras esperanzas por el simple hecho de que somos más fuertes, ya que nadie puede con nosotros.

Deseo que el amor pueda superar al odio y que la comprensión pueda reemplazar todo tipo de violencia.

Creo totalmente en la capacidad humana para poder cambiar, y así abrazar la paz”.

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