La inteligencia israelí obtuvo detalles completos sobre vastas operaciones financieras de Hamás en 2018, pero no hizo nada para cerrarlas y detener el flujo de fondos hacia el grupo terrorista, reportó The New York Times.
Estos mismos fondos probablemente fueron clave en los preparativos de Hamás para el ataque del 7 de octubre, dijo el periódico, citando a funcionarios israelíes y estadounidenses.
El reporte detalla documentos encontrados en la computadora de un alto funcionario de Hamás que enumeraban activos en todo el mundo por valor de cientos de millones de dólares.
Los documentos señalaron empresas sudanesas propiedad de Hamás que se dedicaban a la minería, la cría de pollos y la construcción de carreteras, dos rascacielos propiedad del grupo en los Emiratos Árabes Unidos y otras empresas comerciales relacionadas con la propiedad en Argelia y Turquía.
A pesar de tener acceso a los documentos y de un posible camino para cortar los fondos de Hamás, no se hizo nada.
Tanto Israel como Estados Unidos operaron bajo el supuesto de que Hamás estaba más interesado en gobernar la Franja que en un conflicto con Israel, y en cambio se centraron en implementar sanciones contra Irán.
“Todo el mundo habla de fallos de inteligencia el 7 de octubre, pero nadie habla de la imposibilidad de detener el dinero”, dijo al NYT Udi Levy, exjefe del departamento de guerra económica del Mossad. “Es el dinero, el dinero, lo que permitió esto”.
Levy formó parte de un equipo que investigaba las finanzas del terrorismo llamado Arpón, que rastreó la red monetaria de Hamás durante varios años. En 2015 habían encontrado lo que denominaron la “cartera de inversiones secreta” de Hamás, según el reporte.
En un momento, los fondos ascendieron a unos 500 millones de dólares.
Levy dijo que informó personalmente al primer ministro Benjamín Netanyahu sobre las finanzas de Hamás en 2015.
“Puedo asegurarles que hablé con él sobre esto”, dijo Levy. “Pero a él no le importaba mucho”.
Poco después, el entonces jefe del Mossad, Yossi Cohen, cerró el equipo como parte de una reorganización de la agencia, dijo Levy.
Los agentes de inteligencia continuaron siguiendo el dinero, pero sin la misma estructura de apoyo que había existido bajo el grupo de trabajo.
En 2018, Israel logró acceder a los libros de contabilidad, creados por un contable llamado Mahmoud Ghazal, que mostraban la imagen más clara hasta el momento de la amplitud de los intereses financieros de Hamás.
“Fue un gran avance”, dijo un funcionario. “Hamás podía esconderse detrás de testaferros y accionistas, pero el dinero siempre habla”.
Al mismo tiempo, Arabia Saudita arrestó a Ghazal, que residía en el país, después de que registros corporativos revelaran su participación y la de otros en 18 empresas marcadas en los documentos.
Tras estos descubrimientos, el NYT dijo que el equipo de investigación israelí compartió sus hallazgos con sus homólogos estadounidenses con la esperanza de que ello condujera a sanciones financieras.
Sin embargo, ni Israel ni Estados Unidos siguieron esta opción, ya que altos funcionarios de Israel estaban presionando a Estados Unidos para que impusiera sanciones a Irán.
Ese mismo año, 2018, Netanyahu decidió permitir la entrada de millones de dólares a la Franja de Gaza a través de Catar, creyendo que eso mantendría tranquilo a Hamás y los disuadiría de la guerra.
El reporte también señala que, según se informa, comentó en privado que consideraba beneficioso fortalecer a Hamás, ya que esto mantenía divididas a Gaza y Judea y Samaria y evitaba la presión para continuar con las negociaciones diplomáticas con la Autoridad Palestina.
No fue hasta mayo de 2022 que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció sanciones financieras contra la expansiva red financiera de Hamás.
La lista de personas sancionadas incluía a Ahmed Sharif Abdallah Odeh, un ciudadano jordano que dirigió la cartera de inversiones internacionales de Hamás hasta 2017 y siguió involucrado incluso después de dejar el cargo.
Fue reemplazado por Usama Ali, quien en 2019 fue nombrado miembro del Consejo Shura de Hamás, un consejo cuasilegislativo, y luego sirvió en el Comité Ejecutivo de Hamás, manteniendo contacto directo con el jefe del buró político de Hamás, Ismail Haniyeh, el subdirector del buró, Saleh al-Arouri y otros.
También fue designado Hisham Younis Yahia Qafisheh, un ciudadano jordano radicado en Turquía que se desempeñó como adjunto de Ali y participó en la transferencia de fondos en nombre de varias empresas vinculadas a la cartera de inversiones de Hamás.
Todos los sancionados por Estados Unidos en 2022 habían sido nombrados en los libros de contabilidad proporcionados a Estados Unidos por los agentes de inteligencia israelíes años antes.
En declaraciones al NYT, Tamir Pardo, quien se desempeñó como jefe del Mossad entre 2011 y 2016, dijo que no sabía qué sucedió después de que renunció, momento en el que Cohen disolvió Arpón.
“Creo que si alguien hubiera perseguido el dinero y lo hubiera detenido”, dijo, “no estaríamos viendo los resultados de lo que vemos hoy”.
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