Establecimientos y voluntarios de todo el país ofrecen comida gratis a las tropas

Restaurantes de todo el país brindan comidas gratis a soldados uniformados, en una medida que alegraría el corazón de cualquier madre judía.

Algunos restaurantes ya ofrecían comida a los soldados incluso antes de la guerra y desde entonces no han hecho más que intensificar sus esfuerzos.

“Sentimos que teníamos que hacer algo, y esto era lo mínimo que podíamos hacer”, dijo a The Jerusalem Post Avi Sinclair, copropietario de La Piedra, que tiene dos sucursales en Jerusalén y acaba de abrir un camión de comida en Har Hotzvim. “Nuestro país está en estado de guerra. Queríamos volver a hacer lo que hacemos, que es servir comida”.

Cualquier persona que vista uniforme, incluidos policías y voluntarios de MDA y United Hatzalah, puede recibor pizza gratis en La Piedra. No es una pizza cualquiera lo que están recibiendo. La Piedra es la primera y única pizzería israelí que figura en la Top 50 Pizza Guide, un ranking italiano que enumera las mejores pizzas del mundo.

Sinclair dijo que no ha realizado un seguimiento de cuántas comidas ha donado, pero estima que son unas 1.000 comidas a 50 NIS cada una.

“Continuaremos cubriendo los costos mientras podamos”, afirmó.

Algunos restaurantes ya daban comida a los soldados incluso antes de la guerra y desde entonces no han hecho más que intensificar sus esfuerzos. En Muffin Boutique, cualquier soldado uniformado puede recibir un panecillo y café, o un sándwich y café, gratis una vez al mes.

La copropietaria Shmarya Richler dijo que los propietarios han regalado casi 5.500 comidas desde que abrieron su primera sucursal en la calle Ben-Yehuda. Eso fue en 2014, cuando Israel se vio envuelto en otra guerra con Hamás en Gaza, la Operación Margen Protector. Ahora, en 2023, apenas unas semanas antes de que comenzara la guerra, abrieron una sucursal en la calle Daniel Yanovsky, en el norte de Talpiot.

“Nunca abriré una tercera sucursal”, bromeó Richler al Post. “Es demasiado peligroso”.

Richler dijo que los soldados siempre agradecen la comida gratis.

“Me dicen que les hace sentir como un millón de dólares”, dijo. “Incluso alguien me llamó para servir el brit [milá]  de su hijo y dijo que nos eligió porque solía recibir comidas gratis de nosotros”.

Piccolino, en el centro de Jerusalén, ofrece desde hace tiempo a los soldados solitarios entrada gratuita a su conocido buffet de los viernes. Cuando comenzó la guerra, los propietarios cerraron el restaurante como tantos otros y lo convirtieron en un punto de recogida de todo, desde ropa interior térmica hasta fórmula para bebés, para las familias de los más de 200.000 israelíes que han sido evacuados de sus hogares. Orit Dahan dijo que los donantes estadounidenses, todos clientes del restaurante, habían estado buscando formas de donar al esfuerzo de guerra y Piccolino estaba feliz de ayudar a conectarlos. Ella estimó que han distribuido bienes por valor de más de 1 millón de NIS desde que comenzó la guerra.

“Siempre he tenido un lugar especial en mi corazón para los soldados solitarios”, dijo al Post Dahan, propietaria de Piccolino con su hermana Anat Yazdi. “Estos soldados no tienen una madre esperándolos con ollas hirviendo en el fuego, así que los invitamos a venir al restaurante los viernes”.

Desde la guerra ha llevado mucha comida al Centro para Soldados Solitarios Michael Levin, así como a las shivas [siete días de duelo] de al menos 10 soldados muertos en Gaza.

La cadena Aroma también ha invertido mucho tiempo y dinero en atender a los soldados. En Aroma Beit Kama, uno de los puntos de parada para los soldados que entran o salen de Gaza, los soldados comen gratis. Todos los días en Aroma Beit Shemesh, los voluntarios preparan cientos de sándwiches que se entregan a los soldados de todo el país.

También hay restaurantes que se volvieron kosher para poder proporcionar comidas a los soldados, incluidos aquellos que respetan el kosher. Como informó el Post, un restaurante llamado Noor en la aldea drusa de Julis, en el norte de Israel, se ha vuelto kosher para poder proporcionar comida a los soldados.

Decenas de iniciativas privadas de repostería y repostería

También existen decenas de iniciativas privadas en torno a la cuestión de la alimentación. Uno es Hamal Hamatok (la sala de guerra dulce), que entrega productos horneados caseros a soldados de todo Israel. La sucursal de Jerusalén se llama Batallón de repostería y está dirigida por Hedy Rashba, que tiene varios hijos luchando en la guerra en estos momentos.

Organiza a panaderos de toda Jerusalén que llevan sus jalot y sus pasteles, junto con notas o dibujos escritos a mano, a un punto central de recogida en Jerusalén. De allí se dirigen a Ramat Gan, donde se distribuyen a unidades de todo el país. A menudo, el panadero deja su número de teléfono y, a veces, los destinatarios llaman o envían un vídeo.

En un dulce video que compartió Rashba, una niña envió un modelo de tanque hecho con rollos de papel higiénico pintados de verde a un batallón de tanques en Gaza.