El gabinete de guerra de Israel revisó este miércoles una nueva propuesta de Catar para un acuerdo de liberación de rehenes y un alto el fuego en la Franja de Gaza, según The Times of Israel.
Se dijo que la oferta va más allá de una tregua temporal y proporciona una hoja de ruta para poner fin a la guerra que incluye el exilio de los líderes de Hamás y la retirada de sus tropas de la Franja por parte de Israel.
Según reportes, la propuesta “preliminar” de Doha permitiría a Israel permitir a los líderes de Hamás abandonar Gaza a cambio de la liberación gradual de todos los cautivos restantes, así como que las FDI concluyan la ofensiva.
Funcionarios gubernamentales y militares israelíes han declarado repetidamente que las FDI no dejarán de luchar hasta que hayan puesto fin al gobierno del grupo terrorista en Gaza.
Sky News informó que, en respuesta a la propuesta de Catar, Hamás exige la liberación de los prisioneros palestinos a cambio de los rehenes y no aceptaría un acuerdo que no le permita continuar gobernando la Franja, y que se logre el fin total de los combates.
Egipto, Catar y Estados Unidos han estado sirviendo como mediadores entre Israel y Hamás en semanas de conversaciones intermitentes para asegurar la liberación de más rehenes israelíes.
Un funcionario egipcio dijo a la AP que una delegación israelí aterrizó en El Cairo para una nueva ronda de conversaciones con Egipto sobre un posible acuerdo.
Unos 240 rehenes fueron secuestrados cuando los terroristas liderados por Hamás irrumpieron en la frontera el 7 de octubre y arrasaron las comunidades del sur, masacrando a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles.
Se cree que 132 rehenes permanecen en Gaza (no todos vivos) después de que 105 civiles fueran liberados del cautiverio de Hamás durante una tregua de una semana a finales de noviembre.
Antes de eso, 4 rehenes fueron liberados y uno fue rescatado por las tropas. También se recuperaron los cuerpos de ocho rehenes y los militares mataron a tres de ellos por error.
Las Fuerzas de Defensa de Israel han confirmado la muerte de 25 de los que aún están retenidos por Hamás, citando nuevos datos de inteligencia y hallazgos obtenidos por las tropas que operan en Gaza.
Hamás también ha retenido los cuerpos de los soldados caídos de las FDI Oron Shaul y Hadar Goldin desde 2014, así como de dos civiles israelíes, Avera Mengistu y Hisham al-Sayed, quienes se cree que están vivos después de ingresar a la Franja por su propia voluntad en 2014 y 2015, respectivamente.
En una sesión informativa este miércoles, el ministro del gabinete de guerra, Benny Gantz, destacó que la prioridad de la campaña en curso es el regreso de los cautivos.
“Lo más importante es devolver a los rehenes; tiene prioridad sobre todos los elementos de la lucha”, dijo. “A los rehenes, si pueden oírme, quiero que sepan que estamos haciendo todo lo posible para devolverlos con sus seres queridos”.
Antes de la reunión gubernamental prevista, el Foro de Familias de Rehens y Desaparecidos exigió que el gabinete apruebe cualquier acuerdo que conduzca a una liberación.
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La Corte Suprema de Justicia de Israel reiteró este miércoles que el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, tiene prohibido dar órdenes sobre la conducta de la policía en protestas, informó Haaretz.
El presidente interino de la Corte Suprema de Justicia, Uzi Vogelman, aclaró que Ben Gvir violó un fallo del tribunal al respecto emitido el pasado mes de marzo.
El fallo del miércoles fue emitido tras una petición de la Asociación por los Derechos Civiles en Israel luego de un tuit de Ben Gvir en el que afirma que ordenó a la policía impedir una manifestación del partido de mayoría árabe Hadash contra la continuación de la guerra de Israel en Gaza y en apoyo de la liberación de los rehenes israelíes cautivos en Gaza.
Ben Gvir dijo en respuesta que el fallo de la Corte Suprema lo despoja de “la autoridad para impedir el apoyo al enemigo en tiempos de guerra” y alegó que es un ejemplo de “grave confusión moral”.
“El Estado de Israel está luchando por su existencia y su seguridad, y es inconcebible cómo se puede tomar una decisión así, que permite al enemigo manifestarse contra nuestros soldados, particularmente en un momento en el que diariamente enterramos a los mejores de nuestros combatientes”, agregó el líder de Otzmá Yehudit.
Por su parte, el Movimiento por un Gobierno de Calidad, uno de los peticionarios en el caso, afirmó: “La policía de Israel no es una policía política, y Ben Gvir no puede tomar el control de ellos y gestionarlos como si fuera la policía de Otzmá Yehudit“.
La fiscal general Gali Baharav-Miara escribió anteriormente a la Corte Suprema que Ben Gvir “cruzó la línea” de su autoridad para establecer la política general e interfiere indebidamente con la discreción profesional de la policía respecto al contenido que él cree que debe prohibirse en manifestaciones.
La posición de la Fiscal General fue presentada a la corte en respuesta a una solicitud de orden provisional contra Ben Gvir y como parte de la petición contra una enmienda a la Ley de la Policía para que las fuerzas del orden respondan ante el Ministro de Seguridad Nacional.
En su solicitud, la Asociación por los Derechos Civiles en Israel cita el tuit de Ben Gvir en el que alega que la manifestación prevista por el partido Hadash es en “solidaridad con los nazis de Hamás“. El ministro especificó que, siguiendo sus órdenes, hasta ahora la policía ha impedido tales manifestaciones.
La Fiscal General advirtió en marzo que la conducta de Ben Gvir cruzó la línea y que esto también podría ser evidente “en tiempo real con respecto a casos individuales relacionados con protestas contra el gobierno”.
Baharav-Miara dejó claro a Ben Gvir que no puede emitir órdenes operativas directas o indirectas a la policía en relación con manifestaciones contra la reforma judicial del gobierno “incluso cuando se emiten bajo la apariencia de instrucciones políticas”.
Citó varios ejemplos en los que Ben Gvir había violado las normas y los respaldó con una declaración del director de la oficina del comisario de policía Kobi Shabtai.
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Catar formuló una nueva propuesta para un nuevo acuerdo entre Israel y Hamás, reportaron medios. Según los supuestos detalles filtrados, la propuesta busca que Israel permita a los líderes de Hamás abandonar Gaza hacia el exilio en el extranjero, que el grupo terrorista libere gradualmente a todos los rehenes que siguen bajo su poder y que las FDI frenen la ofensiva terrestre. Desde Hamás calificaron de “un fraude” a la propuesta.
Las FDI atacaron más de 150 objetivos de Hamás en el último día en las regiones de Khan Younis y Maghazi, en el sur y centro de Gaza, respectivamente. Múltiples entradas a túneles fueron descubiertas y se hallaron lanzacohetes, proyectiles, drones y explosivos. Los soldados también eliminaron a decenas de terroristas como parte de las acciones en estas zonas.
Las FDI dieron a conocer el hallazgo en Khan Younis, en el sur de Gaza, de un túnel donde Hamás retuvo a rehenes, en lo que calificaron de condiciones difíciles subterráneas. El ejército también confirmó que dos periodistas ligados a Al Jazeera y la AFP que fueron eliminados esta semana eran miembros de Hamás y la Yihad Islámica, y estaban involucrados en ataques a las tropas.
El gabinete de guerra de Israel se reunió este día en la sede de las FDI en Tel Aviv, a fin de discutir la situación en Gaza y las posibilidades para un nuevo acuerdo con Hamás que lleve a la liberación de más rehenes.
La Corte Suprema de Justicia de Israel prohibió al ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, ordenar a la Policía cómo lidiar con las manifestaciones de ciudadanos en el país y el grado de fuerza a utilizar en estas. El político tachó de “escandaloso” al fallo de la Corte Suprema y alegó que el máximo tribunal actuó indebidamente en contra de su autoridad como ministro.
El periódico árabe Al Sharq Al Awsat reveló nuevos detalles de cómo Hamás planeó su ataque del 7 de octubre, citando a fuentes del brazo armado del grupo terrorista. Según los detalles publicados, Hamás planeó una incursión contra el sur de Israel desde 2014, aunque tras demoras se retomó solo hasta 2021, luego de la Operación Guardián de los Muros. La decisión final para lanzar el ataque ese día corrió a cargo de solo 5 figuras de Hamás, entre ellos Yahya Sinwar, líder de Hamás en Gaza, su hermano Muhammad Sinwar y el jefe militar Muhammad Deif.
El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, se reunió en Ramallah con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas. En el encuentro, Blinken reafirmó a Abbas el respaldo de Washington para la creación de un Estado palestino. Según el secretario, Abbas también se comprometió a realizar una reforma a la Autoridad Palestina.
Selección de noticias y guion: Germán Gómez
Locución y realización: David Crespo Neira
El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu publicó este miércoles una declaración en vídeo en la que destacó que Israel está cumpliendo plenamente con el derecho internacional en la guerra contra Hamás en Gaza.
"I want to make a few points absolutely clear:
Israel has no intention of permanently occupying Gaza or displacing its civilian population.
Israel is fighting Hamas terrorists, not the Palestinian population, and we are doing so in full compliance with international law. pic.twitter.com/amxFaMnS0P— Prime Minister of Israel (@IsraeliPM) January 10, 2024
“Quiero dejar algunos puntos absolutamente claros: Israel no tiene intención de ocupar Gaza permanentemente ni de desplazar a su población civil”, afirmó.
“Israel está luchando contra los terroristas de Hamás, no contra la población palestina, y lo estamos haciendo respetando plenamente el derecho internacional. Las FDI están haciendo todo lo posible para minimizar las víctimas civiles, mientras que Hamás está haciendo todo lo posible para maximizarlas utilizando a civiles palestinos como escudos humanos”, añadió Netanyahu.
“Las FDI instan a los civiles palestinos a abandonar las zonas de guerra distribuyendo folletos, haciendo llamadas telefónicas y proporcionando corredores de paso seguros, mientras Hamás impide que los palestinos abandonen las zonas de guerra a punta de pistola y, a menudo, con disparos”, dijo el primer ministro.
“Nuestro objetivo es librar a Gaza de los terroristas de Hamás y liberar a nuestros rehenes. Una vez que esto se logre, Gaza podrá ser desmilitarizada y desradicalizada, creando así la posibilidad de un futuro mejor para Israel y los palestinos por igual”, concluyó.
La declaración en video llega un día antes de que la Corte Internacional de Justicia tenga una primera audiencia ante la acusación de Sudáfrica contra Israel por genocidio.
El gobierno sudafricano anunció el martes que a su delegación se unirán figuras políticas de alto nivel “de partidos y movimientos políticos progresistas de todo el mundo”, incluido el exlíder del Partido Laborista británico Jeremy Corbyn.
El expresidente de la Corte Suprema, Aharon Barak, ha sido seleccionado como juez designado por Israel para formar parte del panel de jueces en la audiencia.
Israel tendrá su respectiva audiencia en la Corte Internacional de Justicia el día viernes.
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Una investigación de la ONG de derechos humanos UN Watch encontró que un canal de Telegram para docentes de la UNRWA en Gaza con más de 3,000 miembros contiene mensajes que glorifican la masacre de Hamás del 7 de octubre y alientan la ejecución de rehenes israelíes, informó The Times of Israel.
“Esta es la principal fuente de incitación al terrorismo yidahista de docentes de la UNRWA“, afirmó Hillel Neuer, director ejecutivo de UN Watch.
Neuer expuso los mensajes de profesores de la UNRWA que celebran las masacres de Hamás, elogian a los perpetradores como héroes y glorifican la educación que recibieron los terroristas.
El profesor Waseem Ula compartió una publicación de un chaleco bomba suicida cargado de explosivos, con la leyenda: “Esperen, hijos del judaísmo”.
Otro profesor de la UNRWA, Abdallah Mehjez, que anteriormente trabajó para la BBC, insta a los habitantes de Gaza a convertirse en escudos humanos de Hamás.
En otro ejemplo, el profesor Shatha Husam Al Nawajha, desea que “Alá conceda la victoria a los terroristas de Hamás“.
“Todos estos actos son flagrantes violaciones del Código de Conducta de la ONU. Hacemos un llamado a la ONU y a los Estados miembros para que reconozcan que la UNRWA está plagada de incitación al terrorismo”, tuiteó Neuer.
Otro informe publicado en noviembre por el Instituto para el Monitoreo de la Paz y la Tolerancia Cultural en la Educación Escolar (IMPACT-se) mostró evidencias de que maestros y otros miembros del personal de la UNRWA expresaron su apoyo a las masacres del 7 de octubre.
El informe revela que al menos 14 profesores y personal de las escuelas de la UNRWA celebraron públicamente las masacres de Hamás y otros ataques en sus cuentas de redes sociales.
La cancillería israelí elaboró un informe clasificado en el que pide la retirada a la UNRWA de la Franja de Gaza a largo plazo, y señala que la agencia de la ONU actúa en contra de los intereses de Israel.
El informe recomienda un proceso de tres etapas para reducir su presencia y eventualmente retirarla de la Franja de Gaza: detallar la cooperación de la UNRWA con Hamás; reducir su campo de actividad y buscar otros proveedores de servicios; transferir las responsabilidades de la UNRWA a otra entidad.
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Las Fuerzas de Defensa de Israel dijeron este miércoles que más de 150 objetivos de Hamás fueron atacados durante el último día en el área de Khan Younis, en el sur de Gaza, y en la región central de Maghazi, mientras las tropas continúan los combates, informó The Times of Israel.
En Maghazi, las FDI dijeron que tropas de la Brigada Golani dirigieron ataques aéreos contra numerosos agentes de Hamás y descubrieron 15 pozos de túneles.
Durante una redada en un sitio de Hamás en el área, las FDI dijeron que los soldados de Golani encontraron lanzacohetes, cohetes, drones y explosivos.
En Khan Younis, la 98.ª División dirigió ataques aéreos contra más de 10 agentes de Hamás en su zona de operaciones, dijeron las FDI.
Según el ejército, decenas de hombres armados más de Hamás fueron asesinados por unidades de la 98.ª División durante el último día.
También en Khan Younis, los reservistas de la Brigada Kiryati identificaron a un terrorista de Hamás que había colocado un artefacto explosivo cerca de una carretera utilizada por las tropas. Los soldados solicitaron un ataque aéreo y lo eliminaron, dijeron las FDI.
Las FDI anunciaron el martes que estaban ampliando las operaciones terrestres en Khan Younis y sus alrededores, luchando contra Hamás en lo profundo de la ciudad del sur de Gaza.
Unos 40 agentes de Hamás murieron el día anterior, dijo el ejército, y las tropas descubrieron “una amplia gama” de armas y pozos de túneles “importantes”.
Más tarde el miércoles, las FDI dijeron que habían completado operaciones en Khuza’a, en el sur de Gaza, en las afueras de Khan Younis, donde tropas de la Quinta Brigada de Reserva mataron a numerosos hombres armados de Hamás y destruyeron la infraestructura del grupo terrorista en el área.
Según las FDI, la Quinta Brigada demolió cientos de sitios de Hamás en Khuza’a, incluidos lanzadores de cohetes, puestos de observación, depósitos de armas, alrededor de 40 túneles e importantes redes subterráneas.
Dijo que gran parte de la infraestructura de Hamás en Khuza’a estaba oculta dentro de escuelas y otros edificios públicos, al igual que en otras áreas.
Decenas de agentes de Hamás fueron asesinados por tropas de la Quinta Brigada durante los combates en Khuza’a durante las últimas dos semanas.
A finales de diciembre, las FDI anunciaron una ofensiva en Khuza’a contra los terroristas de Hamás que atacaron la comunidad fronteriza israelí del Kibutz Nir Oz el 7 de octubre, donde decenas de israelíes fueron asesinados y tomados como rehenes.
La guerra en Gaza contra Hamás se ha cobrado la vida de 186 soldados israelíes desde que Israel lanzó una operación terrestre a finales de octubre para eliminar a los gobernantes de Hamás de la Franja y liberar a los rehenes secuestrados durante el ataque del grupo terrorista el 7 de octubre.
El Ministerio de Salud de Gaza, dirigido por Hamás, dice que más de 23.000 personas han muerto en los combates, aunque estas cifras no pueden verificarse de forma independiente, y se cree que incluyen tanto a civiles como a miembros de Hamás muertos en Gaza, incluso como consecuencia de las propias acciones de los grupos terroristas.
Las FDI dicen que han eliminado a más de 8.500 teroristas en Gaza, además de unos 1.000 terroristas dentro de Israel el 7 de octubre.
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El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se reunió este miércoles en Ramallah con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, como parte de su gira en Medio Oriente, informó The Times of Israel.
Blinken dijo que el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, está comprometido con reformar la Autoridad Palestina, en comentarios después del encuentro.
“Lo que me llevo de esta reunión es que está comprometido con esto y muy preparado para seguir adelante”, dijo Blinken a la AFP en Baréin.
Blinken dijo a Abbas que la Casa Blanca apoya “pasos tangibles” hacia la creación de un Estado palestino, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
El máximo diplomático estadounidense también reiteró la posición de larga data de Washington de que debe existir un Estado palestino junto a Israel, “ambos viviendo en paz y seguridad”.
Blinken señaló una “mayor volatilidad” en Judea y Samaria, donde ha habido una ola de ataques terroristas contra israelíes y un aumento de las operaciones militares israelíes para reprimir a Hamás y otros grupos terroristas, así como un aumento de la violencia contra los palestinos por parte de los colonos israelíes.
También “subrayó la posición de Estados Unidos de que todos los ingresos fiscales palestinos recaudados por Israel deben ser transferidos consistentemente a la Autoridad Palestina de acuerdo con acuerdos previos”, dijo Miller.
Mientras tanto, Abbas describió la Franja de Gaza como “una parte integral del Estado palestino”, según la agencia oficial de noticias palestina Wafa.
“No es posible aceptar ni abordar los planes de las autoridades de ocupación de separarlo o cortar cualquier parte de él”, dijo el líder palestino a Blinken.
Fuentes anónimas dijeron a Sky News Arabia que la reunión de Ramallah fue “tensa” y estuvo marcada por “disputas”.
Según el informe, Abbas pidió a Blinken que presionara a Israel para que liberara los fondos congelados de la Autoridad Palestina.
“Si no tienes la capacidad de liberar fondos, ¿cómo tendrás la capacidad de presionar a Israel y lograr la paz y un Estado palestino?”, preguntó Abbas.
Blinken reiteró las demandas de que Abbas emprenda reformas en la Autoridad Palestina, según el informe.
Israel recauda ingresos fiscales mensuales en nombre de Ramallah sobre importaciones y exportaciones, y transfiere esos fondos a la Autoridad Palestina, pero ha retenido cada vez más algunos de los fondos por diversas cuestiones, principalmente el pago de estipendios por parte de Ramallah a los convictos por terrorismo y a las familias de terroristas eliminados.
Recientemente advirtió que no permitirá que la Autoridad Palestina transfiera fondos destinados a servicios y salarios en la Franja de Gaza, alegando que el dinero podría llegar a Hamás mientras Israel esté en guerra con el grupo terrorista.
En su cuarta visita a la región desde que comenzó la guerra hace tres meses, Blinken se ha reunido en los últimos días con los líderes de Arabia Saudita, Jordania, Catar, Emiratos Árabes Unidos y Turquía.
Dice que están abiertos a contribuir a los planes de posguerra a cambio de avances en la creación de un Estado palestino.
Blinken se reúne también este día con los líderes de Jordania y Egipto, dos aliados de Estados Unidos que han servido durante mucho tiempo como mediadores en el conflicto palestino-israelí, en la ciudad jordana de Aqaba, en el Mar Rojo.
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Fuentes cercanas a funcionarios Catar presentaron otra propuesta para un acuerdo con Hamás que se presentará este miércoles al Gabinete de Seguridad de Israel.
El Canal 13 ha informado que, según la propuesta, los líderes de Hamás serían exiliados de Gaza, todos los rehenes serían liberados por etapas y las FDI se retirarían de la Franja de Gaza.
El Gabinete de Guerra se reunirá este día y se espera que discuta tanto el acuerdo con los rehenes como la cuestión del “día después”.
Hoy Catar informó que la mediación egipcia había regresado al punto anterior al asesinato de Saleh al-Arouri en el distrito Dahieh de Beirut la semana pasada.
El esfuerzo israelí se centra en tratar de garantizar que se concluya el acuerdo sobre los rehenes a cambio de un alto el fuego sólo temporal, y no permanente.
El grupo de las familias de los rehenes declaró: “Los informes sobre un nuevo acuerdo que se presentará al Gabinete dan alguna esperanza a las familias, ya que estamos preocupados por el destino de nuestros seres queridos, que han estado languideciendo en los túneles de Hamas durante casi 100 días y noches, sin comida, agua ni tratamiento médico que les salve la vida.
“Cada día que pasa, la condición de los rehenes empeora. Decimos una y otra vez: el Gabinete de Guerra no debe centrarse en nada más que el regreso de los rehenes. Exigimos que aprueben cualquier acuerdo que conduzca a la liberación inmediata de los rehenes”.
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El ministro Hili Tropper visitó este miércoles al actor de Fauda, Idan Amedi, dos días después de que fuera gravemente herido en combate en la Franja de Gaza.
“Idan Amedi pidió dos cosas durante su visita de hoy. Primero, dar gracias a todos los que se preocupan por él y lo rodean con amor. Segundo, que no nos desmoronemos por dentro”, escribió Tropper en su cuenta de Facebook.
El ministro afirmó que las primeras palabras de Amedi al público desde su convalecencia fueron: ‘Hermano mío, no te preocupes, estaré bien. Lo importante es que juntos nos mantengamos fuertes”.
“Qué hombre. Que tengas una recuperación completa, querido Amedi“, le respondió Tropper.
Amedi ha estado hospitalizado en el Hospital Sheba Tel Hashomer desde que fue herido el lunes. Inicialmente, sus heridas eran muy graves y requirió cirugía para retirar la metralla de su cuerpo.
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Un rezo especial se celebró este miércoles en el Kotel, con la participación de los Grandes Rabinos de Israel y familiares de los rehenes retenidos por Hamás en Gaza.
Los Rabinos Yitzhak Yosef y David Lau, llamaron al público en general a participar en la manifestación de oración, señalando que este es un momento difícil que requiere muchas oraciones.
“Un enemigo malvado que no se deja disuadir por ningún medio, busca destruir y matar a todos los judíos, desde jóvenes hasta viejos, niños y mujeres. En esta guerra tenemos muchas víctimas y el corazón de todos llora por los caídos”.
“Oramos por la misericordia de Dios para Klal Israel, por la curación de los cuerpos y almas heridos, por el éxito de los soldados de las FDI y de las fuerzas de seguridad, por el regreso seguro de los rehenes, en anticipación de la pronto redención misericordiosa de Dios“, dijeron los rabinos y dirigieron un llamado a los rabinos de todo el país para que no envíen representantes al Kotel sino que realicen una oración especial en sus Yeshivot.
Los rabinos de “Torat Haaretz Hatova” hicieron un llamado público para ir y participar en la manifestación de oración. Muchas redes educativas han anunciado que se unirán a la oración, así como los movimientos juveniles Bnei Akiva y Ezra.
La organización rabínica Tzohar se unió a la oración. El presidente de la organización, el rabino David Stav, dijo: “Todos nos uniremos a la manifestación de oración que buscará abrir las puertas del Cielo y traer a casa a todos nuestros rehenes y cautivos que están en manos de la vil y asesina organización terrorista que amenaza con destruirnos”.
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Las masacres del 7 de octubre en el sur de Israel comenzaron con 70 terroristas de Hamás que llevaron a cabo ataques sorpresa en varias localidades a lo largo de la frontera con la Franja de Gaza, según fuentes cercanas a los líderes del ala militar de las Brigadas Izz ad-Din al-Qassam de Hamás, informó The Times of Israel.
Las fuentes dijeron al periódico Asharq Al-Awsat que los terroristas involucrados en los ataques fueron seleccionados entre cientos de comandos de élite de Gaza que fueron entrenados durante varios años.
Alrededor de 1,200 personas fueron masacradas y 240 fueron secuestradas y llevadas a Gaza como rehenes cuando tres mil de terroristas de Hamás y habitantes de Gaza irrumpieron en Israel el 7 de octubre, arrasando comunidades y bases militares.
Según el periódico con sede en Londres, los planes para atacar a los kibutzim cercanos a la frontera con Gaza comenzaron antes de la Operación Margen Protector en 2014, pero el entrenamiento se suspendió durante un año con el estallido de los combates.
Después de otro conflicto militar, la Operación Guardián de los Muros, en mayo de 2021, Hamás decidió implementar el plan.
El periódico de propiedad saudita indicó que los detalles del plan se mantuvieron en secreto para evitar posibles filtraciones a la inteligencia israelí. A los terroristas reclutados para la operación no se les dijo para qué entrenaban y se les obligó a prestar juramento de discreción.
La decisión final de lanzar los ataques fue tomada por cinco líderes: el líder militar de Hamás, Yahya Sinwar, el comandante del brazo armado Muhammad Deif, Muhammed Sinwar (hermano del líder de Hamás), Rawhi Mushtaha alto miembro del ala política del grupo terrorista y confidente de Sinwar, así como Ayman Nofal, miembro del Consejo Militar General de Hamás y jefe de la Brigada Central de Gaza, eliminado por Israel en octubre.
Se ordenó a Ayman Siam, a cargo del lanzamiento de cohetes, prepararse para disparar cientos de cohetes en el inicio del ataque. Siam también fue eliminado por Israel en octubre.
Las fuentes dijeron a Asharq Al-Awsat que los responsables de los preparativos dijeron a los comandantes de nivel inferior tres días antes que ellos iniciarían los ataques, sin decirles cuándo se lanzarían. Luego se celebraron reuniones con los comandantes de las brigadas regionales y se les asignaron tareas sin decirles cuándo y dónde exactamente se debía implementar el plan.
El 6 de octubre, los cinco líderes decidieron que el ataque tendría lugar al día siguiente.
La decisión fue tomada debido a una combinación de factores, incluido el hecho de que la zona fronteriza estaba relativamente tranquila durante la festividad judía de Simjat Torá.
Solo entonces varios líderes de Hamás dentro y fuera de Gaza fueron informados sobre los ataques esperados y se les dijo que debían esconderse de acuerdo con los procedimientos de seguridad habituales del grupo terrorista en tiempos de conflicto.
Si bien el jefe del ala política de Hamás, Ismail Haniyeh, y su adjunto, Saleh Al-Arouri, sabían de un plan para un “ataque excepcional”, no conocían los detalles precisos ni el momento. Ambos fueron informados pocas horas antes de que se lanzaran los ataques, junto con los demás funcionarios de Hamás.
En la medianoche del 6 de octubre, los comandantes de campo recibieron instrucciones de comenzar los preparativos y colocar a los hombres armados en posiciones para el ataque que se lanzaría al amanecer.
Los terroristas detonaron artefactos explosivos especialmente preparados para volar la valla fronteriza en puntos débiles previamente identificados. Otros terroristas cruzaron la frontera simultáneamente utilizando alas delta y otros lanzaron un asalto naval.
El plan inicial del grupo terrorista era realizar un “gran ataque cualitativo” que incluía el secuestro de varios soldados de las FDI, informó el periódico.
Sin embargo, las fuentes dijeron que Hamás se sorprendió por la facilidad con la que derribó las defensas militares israelíes en el área que rodea la frontera, asesinando, hiriendo y secuestrando rápidamente a un gran número de soldados.
Una hora y media tras el inicio del ataque, Hamás decidió enviar más fuerzas de élite a través de la frontera para apoyar a los terroristas que ya se encontraban dentro de los kibutzim.
El coordinador de las alas armadas de la Brigada Al-Qassam notificó posteriormente a otros grupos que podían unirse, asignando tareas específicas a cada facción.
Los comandantes de Hamás ordenaron a los terroristas mantener a las fuerzas israelíes en combate el mayor tiempo posible para permitir el secuestro de civiles.
Más de la mitad de los rehenes siguen en cautiverio en la Franja de Gaza.
El Ministerio de Salud de Gaza, dirigido por Hamás, alega que más de 23,000 personas han muerto en la guerra desatada por las masacres. Aunque estas cifras no pueden verificarse de forma independiente, se cree que incluyen tanto a civiles como a terroristas, incluso como consecuencia de fallos de cohetes lanzados contra Israel que impactaron en la Franja de Gaza. Las FDI dicen que mataron a más de 8,500 terroristas en Gaza, y 1,000 en Israel el 7 de octubre, al tiempo que buscan minimizar las víctimas civiles.
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1 de diciembre de 2023
Caroline Goldberg Igra – Ocho semanas después de la guerra, sigo luchando para ponerme los zapatos cuando suenan las sirenas, meto los pies en ángulos extraños mientras me apresuro y maldigo mis cordones. El par de chanclas que había colocado a propósito junto a la puerta ha desaparecido… otra vez. Mi frustración y preocupación se aceleran mientras calculo el tiempo que necesito para salir de mi apartamento, bajar las escaleras, salir por el paseo delantero y atravesar el jardín adyacente hasta el refugio público. En Tel Aviv tenemos un minuto y medio para llegar a un lugar seguro. Eso es exactamente lo que tarda cualquier misil disparado desde Gaza en caer dentro de los límites de la ciudad. (Me considero afortunada. Los que viven en comunidades fronterizas tienen siete segundos). No tengo un cuarto blindado dentro de mi apartamento (ahora obligatorio por ley) -se construyó años antes de que existieran estas cosas- ni uno abajo para los residentes, así que ésta es la mejor solución. Tener que usar el público no es tan grave como parece. La seguridad está a un número contable de pasos. Por supuesto, todos estos viajes se hacen en caliente y aún no he comprobado cuántos escalones hay.
Somos muy afortunados de disponer de una amplia red de refugios en todo Israel, así como del sistema Domo de Hierro. Israel ha gastado una fortuna en proteger a su población. Nuestros vecinos de Gaza no son tan afortunados. Su gobierno ha gastado su dinero en proteger a los militantes que se esconden bajo tierra. No hay absolutamente ningún refugio en el que los ciudadanos puedan ponerse a cubierto. Por eso sus bajas son tan elevadas. Estoy protegida aunque no esté en casa en el momento de una alerta roja. Ya sea sentada en una cafetería o simplemente paseando por las calles de Tel Aviv, siempre hay alguien que sabe dónde ir y nos hace señas para que le sigamos hasta un refugio cercano. El mundo resta importancia a la naturaleza mortífera de estos misiles precisamente por este medio masivo y eficaz de defensa civil, pero aquí sobre el piso, somos conscientes de su importancia y estamos enormemente agradecidos.
“Es una forma estupenda de conocer a los vecinos”, me dice mi amigo por teléfono tras un ataque con misiles contra Tel Aviv. Las bromas ofrecen un alivio bienvenido. Pero su comentario es más cierto que gracioso.
Reunirse al menos una vez al día, en una habitación subterránea, aunque sea durante cinco o diez minutos (el tiempo oficial que se debe permanecer en un espacio seguro tras una alerta roja) es, de hecho, una muy buena forma de conocer a los vecinos. Antes del estallido de esta guerra, apenas había intercambiado más de una o dos frases con los míos. Y en su mayor parte, se habían limitado a comentarios sobre mi perro anciano. Sin embargo, al seguir a mis vecinos por el camino hasta el refugio o al sentarme aquí frente a ellos, por enésima vez en los últimos dos meses, desearía que hubiéramos encontrado otra forma.
No quiero dar la impresión de que esta rutina es un completo horror, aunque la necesidad real de refugiarse sí lo es. Algunos viajes han producido anécdotas bastante divertidas. Como la vez que mi perro se alejó de mí e hizo sus necesidades entre los que habían bajado a buscar refugio. El refugio de mi localidad funciona, incongruentemente, como un animado centro comunitario. En él se imparten clases de Gymboree y de Mamá y yo, terapia de ejercicios Feldenkrais y un club de teatro local. Sus dos enormes salas están pintadas de vivos colores, el suelo de cemento está cubierto de mullidas colchonetas y las paredes están forradas con una colección de cómodos sillones. Como Georgia era el único perro aquella vez, le solté la correa y me senté a esperar el “todo despejado”. Los gritos alegres de los niños de la otra habitación fueron lo que me alertó del giro de los acontecimientos. Y he aquí que encontré a esos niños reunidos en torno al montoncito que ella había dejado, con las manos sobre la boca, expresando una mezcla de alegría y disgusto.
Todos necesitamos motivos para reír. Esa es la razón principal por la que intercambiar historias de refugios se ha convertido en parte de la conversación diaria de la ciudad. ¿De qué otra cosa podemos hablar cuando los detalles de la propia guerra son tan brutales? He empezado a coleccionar estos relatos, a hojearlos en mi mente cuando necesito encontrar humor en una situación que sigue siendo grave. Había una fotografía en las redes sociales de una variopinta reunión que buscaba refugio junto a un spa de día, algunas mujeres luciendo papel de plata arrugado o gotas de tinte, algunas con máscaras faciales aún adheridas. Tengo entendido que este grupo se levantó de sus sillas y buscó refugio por segunda vez tan solo unos minutos después de que se tomara esta fotografía, sin molestarse en moverse cuando se produjo una tercera alerta roja en menos de una hora. Al diablo con los misiles.
Quizá más macabra, pero divertida por lo absurda, fue la sangrienta imagen en primer plano de un dedo del pie ensangrentado y sin uña que recibí una hora después de dicha alerta: la carrera de mi amiga con sus dos perros hacia el refugio que la envió a Urgencias. Tan prácticos como absurdos son los debates nocturnos en los que he participado, una y otra vez, por teléfono con amigos, sobre si hay tiempo para ducharse. Las imágenes de hombres envueltos en toallas de pie entre otros completamente vestidos en un refugio subterráneo dan fe de los riesgos. Una noche fría, me encontré con una joven que tiritaba en camisón. Los demás también estábamos en ropa de cama. La mayoría de mis amigos han abandonado los auténticos pijamas por ropa cómoda más adecuada para un público.
La fuerte y estruendosa explosión de los misiles interceptados (y el sonido ligeramente distinto, más agudo, de los que escapan al mecanismo de interceptación y se estrellan contra un edificio, un coche o incluso una persona) apaga de inmediato nuestros desesperados intentos de jovialidad. Existe una contradicción inherente a nuestra experiencia de esta amenaza continua. Por un lado, es bastante aterradora; por otro, si se prolonga durante semanas o meses, puede llegar a ser casi mundana. Es mortal no buscar un refugio adecuado, pero la fatiga de los misiles hace que algunas personas tomen decisiones alternativas. Como mi marido, que se tumba en el suelo de nuestro apartamento junto a la puerta de la escalera. Como las mujeres del salón de belleza, que optaron por quedarse quietas tras la tercera sirena subsiguiente. Por un lado, tememos por nuestras vidas; por otro, nos sentimos incómodos por la constante necesidad de pararlo todo y buscar refugio. Siempre que es posible, afrontamos esta insostenible existencia con risas. De lo contrario, lloramos. En el fondo, no tiene ninguna gracia.
En uno de mis trayectos al refugio, me cruzo con una mujer de mejillas rojas, con las gafas incrustadas en la mitad de la nariz en un ángulo incómodo y los labios fruncidos en una mueca dolorosa. Atraviesa el pequeño patio exterior de mi edificio tirando de un perrito que, confundido por sus movimientos frenéticos e irregulares, traza un camino irregular a su paso. Esto ya no es un paseo cualquiera.
“¿Puedo pasar?”
Sacudo la cabeza. “No. No tenemos refugio. Está por allí”. Hago un gesto con la cabeza. Sígueme.
Corro entre los dos, no dispuesta a malgastar ni siquiera unos pocos de los preciosos segundos de que dispongo, para dirigirme al refugio. “No te preocupes.” Llamo detrás de mí. Ese es mi mantra estos días. Lo repito tanto para mí como para los demás. Nací y crecí en Estados Unidos, pero me trasladé a Israel de joven. No crecí con esta pesadilla, pero treinta años después, se ha convertido en un hecho indeseable en mi vida.
Una vez dentro, este dúo y yo bajamos las escaleras y nos unimos a otros ya reunidos. Tomo asiento y miro a los demás, algunos hojeando las pantallas de sus móviles en busca de noticias (la ciudad de Tel Aviv ofrece WiFi gratuito), mientras otros también observan a la multitud. Sólo estamos reunidos unos minutos, así que no hay mucho tiempo para entablar conversación. Sí, puedes conocer a tus vecinos, pero no es una buena forma de conocerlos, después de todo.
Mi atención vuelve a la mujer que encontré fuera. Está llorando. No, no sólo llora, solloza, expulsa grandes bocanadas de aire entre inhalaciones irregulares. Camina de un lado a otro dentro del refugio, con su perro con aspecto de estar hecho un guiñapo. Sin duda quiere que se siente, como todos nosotros, para poder descansar. Un muro de rostros pétreos, reflejo de lo que yo llamo estupor de refugio, ese estado de ánimo adormecido que se instala entre los que ahora están a salvo pero agotados por toda la rutina, la observa derrumbarse. De nuevo, la dualidad, esta vez en cómo se responde a ese trauma sostenido.
Estoy segura de que no soy la única que desea que deje de llorar. Todos estamos a punto de sentirnos bien, a una pizca de sentirnos completamente perdidos. El abismo del miedo abyecto está justo ahí, todo recto. Ninguno de nosotros quiere ir allí. Los que habían mirado fijamente, ahora miran hacia otro lado. Nadie intenta calmarla. La energía mental está al mínimo: los nervios crispados por lo que ha sido y sigue siendo, el corazón encogido al pensar en lo que nos espera. Unos gruñidos atraen mi atención y miro para ver a dos perros peleones, tirando al máximo de sus correas y tratando de alcanzar a su schnauzer. Intercambio una sonrisa con su dueña, agradeciendo un respiro en la tensión, y vuelvo a mirar a la mujer. Sumida en el miedo, ignora a los testigos y se lleva a su perro a la segunda habitación, medio sollozando, medio hablando por teléfono. Capto algunas palabras. Algo sobre cómo no puede soportarlo. Que no quiere vivir así. Me miro los pies. ¿Alguien quiere?
El encuentro con el miedo ajeno de ese día pronto se ve eclipsado por el mío propio. Durante una de mis carreras al refugio, la correa entre Georgia y yo se extiende hasta su límite cuando ella se queda rezagada en la corriente de gente que busca seguridad. La mujer que me precede se cae de bruces. Mis ojos miran inmediatamente más allá de ella, hacia la puerta del refugio. Me invita a entrar. Entra. Puedo mantenerte a salvo. Estoy muy cerca.
Me agacho para recoger los objetos que se han caído del bolso de la mujer -un pintalabios, su cartera, unos cuantos pañuelos de papel estrujados al azar-, consciente de los segundos que pasan. Tengo tus cosas. Deja que te ayude a levantarte”. Le doy un tirón del brazo, pero no se mueve. Echo otro vistazo a la puerta. El tiempo corre. En general, tengo tiempo de sobra para llegar a este espacio seguro, pero en esta ocasión esa ventana se está cerrando. “Vamos. Tenemos que entrar”. Georgia corre en círculos a nuestro alrededor. Plantando las manos en el suelo, la mujer levanta la cabeza del pavimento. Sangra profusamente por la nariz y la boca. Siento que se me acaba el tiempo y le agarro el brazo con más fuerza. No sé qué hacer: ¿dejarla sola en el suelo y ponerme a salvo? ¿O quedarme a su lado?
“Tenemos que movernos”. Hablo con firmeza y la ayudo a ponerse de rodillas. Se mueve con lentitud, obviamente aturdida por la caída y la cantidad de sangre. Es entonces cuando oigo varias explosiones. Me recorre un escalofrío de miedo y luego de alivio. No lo hemos conseguido, pero seguimos vivos. Súbitamente consciente del peligro de la situación -una primera ronda de explosiones suele ir seguida de otra-, la mujer me permite ayudarla a entrar. Georgia la sigue alegremente, sin darse cuenta de que me estoy asustando. Sigo sin sentirme segura. Al fin y al cabo, son misiles. Y no siempre son interceptados. A veces matan.
Ya estoy harta de hacerla al buen samaritano. Una vez dentro de la puerta, encuentro un montón de toallitas de papel y se las pongo en la cara. “Sujétalas. Aplica presión”. Me doy la vuelta y conduzco a Georgia escaleras abajo. No estamos completamente protegidos hasta que entramos en la zona subterránea del refugio, y no voy a correr más riesgos. Temblorosa, echo un vistazo hacia atrás y veo a otra persona atendiendo sus necesidades. Me siento aliviada, ya que no puedo encontrar los medios para atender las necesidades de otra persona. Tengo la intención de sobrevivir a esta guerra.
Ahora que ya no estoy preocupada, pues estoy en este refugio subterráneo, oigo otra ronda de estampidos, esta vez tres seguidos. Las sólidas paredes del refugio tiemblan. Asumo con entusiasmo el prolongado silencio que marca el final de este ataque. Los reunidos miran a su alrededor en señal de reconocimiento: todos seguimos aquí, sanos y salvos. Recuerdo haber experimentado una sensación de alivio similar hace poco en un autobús público, cuando el reventón de un neumático acompañado de una explosión aterradora nos hizo pensar a todos que era obra de un terrorista suicida. Un intercambio de miradas había verificado que no era así, que todos estábamos bien.
El peligro real, el que siempre aparto de mi mente, aparece de vez en cuando. Sólo unas noches antes, me dirigía tranquilamente a mi refugio cuando oí los estampidos de la zona norte de la ciudad, cuyo sistema de alerta había saltado unos treinta segundos antes que el nuestro. La ciudad de Tel Aviv está dividida en cuatro cuadrantes por el sistema de detección de misiles. Yo estoy en el centro de Tel Aviv, pero, dependiendo de la dirección del viento, puedo oír las alertas procedentes de las zonas adyacentes. Cada vez más fuertes cuando se oyen en el exterior, esas explosiones me sacuden hasta la médula, destrozando lo que es, hay que reconocerlo, una falsa sensación de comodidad. La supuesta certeza de que podré mantenerme fuera de peligro es bastante quebradiza.
A veces, ese mantra optimista de no te preocupes no es suficiente. A veces, tengo miedo. Pero no quiero admitirlo. Es más fácil, en cambio, sentirme molesta e incómoda por esta rutina, reírme de aparecer en pijama y zapatillas, y quejarme de que Georgia pesa mucho cuando me veo obligada a llevarla en brazos hasta el refugio, sabiendo que si le doy tiempo para hacer pis, no llegaremos a salvo dentro. Soy consciente de la dualidad de emociones y realidades que rigen mi vida diaria, pero intento desesperadamente sacar a la superficie el lado más ligero y agradable. No todo es pesimismo porque no puede serlo. Porque el espíritu humano no puede soportarlo. Al fin y al cabo, buscamos la luz.
La otra noche la encontré. Mientras bajaba las escaleras del refugio, inusualmente abarrotadas (sé que dentro hay espacio de sobra para albergar a una multitud), me distrajo el sonido de un canto. Me disculpé mientras me escurría más allá de los congregados, y luego me asomé por la esquina de la escalera. Dentro había un gran círculo de mujeres sentadas que cantaban acompañadas por un guitarrista. Ninguna de ellas reaccionó ante las personas que habían entrado para buscar refugio. ¿Sabían siquiera que había una alerta? Algunos intercambiamos sonrisas. Volví a centrar mi atención en el grupo. Ellos también sonreían y, unidos en una canción, no habían perdido el ritmo.
La vida sigue, incluso bajo el fuego.
Fuente: Jewish Book Council
Para muchos, la paz es el estado natural de las cosas. Salen a la calle sin realmente esperar conflicto en ella, ni se acuestan en la noche preguntándose si van a vivir al siguiente día. Sin embargo, esto no es así para una gran parte del mundo, y difícilmente lo ha sido para la mayoría de la humanidad en el pasado. Los países que realmente tienen seguridad y paz lo alcanzaron tras muchos años de conflictos y guerras.
Para los judíos tristemente la paz casi nunca ha sido nuestra realidad. De cuatro bisabuelos míos, del lado materno, no puedo contar uno sólo que no haya tenido que huir de su país natal, vivido miedo a la persecución o sufrido la muerte de un ser cercano por razones humanas y no naturales; algunos de ellos incluso se vieron en la necesidad de desplazarse más de una vez de ciudad. La historia de mi familia no es para nada distinta a lo que muchas familias enfrentaron el siglo pasado. Tristemente tampoco es tan distinto a lo que muchas familias enfrentan hoy. Hay quienes todos los días se levantan y reciben la incertidumbre que los rodea. Frente a este mundo con guerras, frente al odio, la pregunta de quién es tu enemigo se vuelve tan relevante como quién es tu prójimo. Podemos encontrar un poco de respuesta en la parasha (porción de Torá) de Beshalaj y las palabras de rabbi Sacks z’l sobre ella.
En ese fragmento se habla de dos naciones que atacaron al pueblo de Israel: Egipto y Amalek. Ambas son muy distintas, pero lo que es profundamente interesante es la respuesta que la Torá da a ellas. De Egipto te pide: “no despreciar al egipcio porque fuiste extranjero en su tierra” (Deuteronomio 23:8), mientras que de Amalek te pide luchar contra ellos y no olvidar lo que te hicieron. ¿Dónde radica la diferencia entre una nación y otra?
La respuesta que se da es que Amalek odiaba a Israel, mientras que Egipto le temía. ¿Quién es tu enemigo? “alguien dispuesto a morir para matarte”. Amalek ataca a un pueblo débil y cansado en el desierto, y las razones que dan para atacarlo es que justo en ese momento muestran debilidad. Egipto por el contrario inició el genocidio contra Israel porque los miró como un pueblo “numeroso y fuerte” (Ex 1:9). Egipto buscaba oprimirlos y dominarlos, Amalek aniquilaros.
Como remarca el rabino, cuando hay razón para el odio, por nociva y retorcida que sea, ese odio puede terminar y la paz puede ser construida: “Pueblos que se encuentran a la mitad de un conflicto, eventualmente descubren que no sólo están destruyendo a su enemigo: se están destruyendo a sí mismos”. Sin embargo, cuando el odio nace de sí, cuando no hay motivo de ese odio, éste se vuelve interminable: “Cuando el odio depende de una causa específica, termina cuando la causa desaparece. El odio sin causa, sin motivo, dura para siempre”. Son enemigos con los que no se puede negociar.
“Los nazis desviaban trenes que llevaba suministros a su propio ejército para transportar judíos a campos de exterminio.” La Torá nos pide recordar que ese tipo de enemigo existe.